Yo se que los Miquis de Miami me van a mirar de reojo, y hasta con mala cara, pero yo no podía esperar más... Entrevistar a Garrincha era ya asunto obligado. ¿Cómo iba a seguir ciber-viviendo sin conocer quién es y qué piensa, este humorista que se ha colado en mi ciber-vida y en la de los lectores? Me costó trabajo decidirme, no quería ofender a estos estimados ratoncitos miamenses que tanto visito, “los nuevos socitos” según Escolástica.
La galopante curiosidad pudo más que la ética, y le avisé a Garrincha, que me esperara en Belascoaín y Neptuno, lugar neutral, para hacerle la entrevista. Como la señora, de la enferma, yo todo lo quería saber sobre este cubano que me hace reír a la hora de mi primer café, ya sea en su casa, o en la de Los Miquis. Pero, Garrincha es hombre de pocas palabras; “en silencio ha tenido que ser, Eufrates....” , me dijo bajando el tono de la voz, me pidió el papel donde tenía anotadas las preguntas, prometió enviármelas enseguida con su ciber-lechuza, y partió como mismo había llegado. Dos días después llegó la misiva con las respuestas de Garrincha, a quien considero uno de los mejores humoristas de nuestra ciber-Isla.
¿Quién es usted, estimado correligionario Garrincha?
¿A qué exilio pertenece? ¿Al histórico? ¿Al histérico? ¿Al del Mariel progresista o al del Mariel de Tony Montana? ¿Al de los balseros, o al de los pies secos, o al del bombo?
¿Cómo se gana la vida?
¿Qué piensa de la situación actual de Cuba?
¿Cómo ve el futuro de Cuba?
¿Cuáles son sus impresiones de la blogosfera cubana?