Anoche recibí en casa a un par de amigos diseñadores gráficos latinoamericanos, socios de aventuras periodísticas por estos lares y correrías nocturnas que comenzaban en el Café Español de la calle Carmine a mediado de los noventa. Entre tapas y copas de vino salió a relucir el diseño de las estampillas postales cubanas.
Ustedes ya me conocen: saqué del profundo baúl cientos de sellos de la Isla que, por h o por b, han caído en mis manos. Cuál no sería mi sorpresa ver a ambos extasiados con estos dos ejemplares de nuestra filatelia a estas alturas del campeonato, en que llevo quince años contándoles la realidad tras la imagen de este personaje. Pero, si algo aprendimos nosotros, “el hombre nuevo”, fue a “convertir el revés en victoria”.
Diez dólares por cada sello les trajo una sonrisa de felicidad a cada uno de mis amigos, y a mí, una tardía remuneración por algunas de aquellas horas de pérdida de tiempo “voluntarias” de mi adolescencia.
Ustedes ya me conocen: saqué del profundo baúl cientos de sellos de la Isla que, por h o por b, han caído en mis manos. Cuál no sería mi sorpresa ver a ambos extasiados con estos dos ejemplares de nuestra filatelia a estas alturas del campeonato, en que llevo quince años contándoles la realidad tras la imagen de este personaje. Pero, si algo aprendimos nosotros, “el hombre nuevo”, fue a “convertir el revés en victoria”.
Diez dólares por cada sello les trajo una sonrisa de felicidad a cada uno de mis amigos, y a mí, una tardía remuneración por algunas de aquellas horas de pérdida de tiempo “voluntarias” de mi adolescencia.
(Eso sí, les puse una condición: leerse las páginas perdidas del diario del Ché donde el historiador Don Güicho)
Oyéeee, lo que sacaste del baúl!!!
ReplyDeleteSaludos, Eu!
...ah, y los escritos de Don Güicho, espectaculares... LOL
ReplyDeleteYo hubiese quemado esos sellos mientras me comia un buen ribeyes termino medio, con una buena copa de vino argentino, ese berraco no vale 20 dolares, no te asombres de la actitud de los argentinos con el Ché o con cualquier cosa relacionado con ellos, el ego nunca les ha dejado razonar ( Perón, Evita, Maradona, Ché, y otros cientos de figuras de porquería fatalmente celebres para ellos)
ReplyDeletePensé lo mismo que "Anonymous". Y sin dedicarle una neurona más, recomiendo la carta de Guicho a la argentina. La leí ayer, excelente!
ReplyDeleteEufrates:
ReplyDeleteEs la primera vez que estoy en desacuerdo con usted.
Debía haberles vendido los sellos en 200 dolares, para que les doliera bastante su pasión por el "cabrón ásmatico"...
Un banquete! Y gracias!
ReplyDeleteYo igual, le hubiera sacado más, pero estuvo bien, de todos modos.
ReplyDeletetotalmente de acuerdo con taoro.... si lo quieren, que lo paguen....
ReplyDeleteTarde pero segura, yo con los muchachos, si quieren al asmatico que lo paguen... ah y con Olga y Zoe
ReplyDeleteTuta
Espero que no le haya hecho daño la comida Don Éufrates
ReplyDeleteTan refeo que era el argentino ese. Sandokán, el chileno.
ReplyDeleteDos cosas hay infinitas, el universo y la estupidez humana, creo decia Einstein. No estaba tan seguro del primero.
ReplyDeleteHiciste bien, y poniendoles de condicion la lectura de Güicho.
ja, ja, boludo devolveme mi plata...
ReplyDeleteYo tengo esta estampilla intacta, y me gustaría venderla, solo que resido en Venezuela y acá aun no conozco a gente aficionada a coleccionar estas estampillas, en fin, si alguno esta interesado, puede enviarme un correo a sacredfacto@gmail.com
ReplyDelete