Más allá del equinoccio que marca el inicio de la primavera, mi punto de referencia está en esos primeros días en que la temperatura casi alcanza los 70º F., salgo a la calle con la más ligera de mis chaquetas, y contemplo las fuentes renacidas y flores por doquier. Quienes viven en lugares con crudos y largos inviernos saben de lo que esto se trata: jolgorio indescriptible de hormonas retozonas; colirio natural; el rostro de una ciudad estrenando su primera sonrisa del año.
Eufrates, què frescura tan rica se desprende de las fotos, really apresaste a la spring, que ya a la city sabemos que siempre la apresas.
ReplyDeletequé maravilla la bella Gran Manzana!
ReplyDeleteMuy refrescantes sus fotos, Don Eufrates.
ReplyDeleteDon Eufrates, que composiciones mas bellas. La luz, la sombra y el color todos en armonia.Vivir y trabajar en NYC es un privilegio.
ReplyDeleteEsas Azaleas rosadas son un belleza, aqui nos cuesta mucho trabajo lograrlas. Las lilis no se quedan atras.
ReplyDeleteGracias por el paseo, Don eufrates.
Ay, y yo con mis cuatro hormonas encerrada en esta oficina,ji,ji,ji menos mal que puedo darme un paseito por Nueva York estimado Eufrates.
ReplyDeleteTuta
Gracias por esta tarde tan florida.
ReplyDeleteMuy bella la primavera, aún más a través de su lente. Niobe.
ReplyDeleteMe cogí unos días, ahora regreso, todo abrumado con tanto bucolismo hermoso, gracias. Sandokán.
ReplyDeletePor acá también luce la ciudad más fresca y colorida. Tus fotos, Eu, muy lindas...
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