Friday, June 11, 2010

LA HISTORIA DEL TAXI por Ámbar

Foto: Eufrates del Valle.

¿Por qué se llaman taxi?

Por: Ámbar

Nada tan cotidiano en las calles de nuestras ciudades como un taxi. Antes de la era del automóvil ya existía este servicio de transporte, así como diligencias con postas de relevo para determinados recorridos, pero ¿se ha preguntado usted de dónde viene la palabra taxi?


La palabra taxi deriva del idioma griego. Igualmente, taxímetro, que proviene de la palabra TAJI y METRON. TAJI significa TASA (lo que se cobra a cambio de la prestación de un servicio) y METRON equivale a medida. El vocablo en cuestión significa literalmente la "medida en función de la distancia recorrida y el tiempo transcurrido, de la prestación del servicio del vehículo con chofer".


A partir de comienzos del siglo XX los taxis han proliferado y sus colores distintivos han pasado del amarillo a muchas otras combinaciones. Hoy en día muchos cuentan con servicios de GPS y unidades que los despachan por computadoras para hacer más eficiente el servicio.

Hong Kong.

Ciudad de México.

Tokio.

Si nos remontamos en la historia veremos cómo el apellido de una familia italiana sirvió para denominar tan importante servicio. Los Tasso eran una familia lombarda que residía en Bérgamo en el siglo XII. En 1624 se convirtieron en condes y hacia 1650, al radicarse en tierras alemanas los miembros del clan cambiaron su apellido a Thurn und Taxis.


Ruggiano de Tassis fundó un servicio postal en Italia. Más tarde, el 11 de diciembre de 1489, en Innsbruck, Austria, Janetto von Taxis fue designado como jefe de los servicios postales. Por su parte, Franz Von Taxis creó la primera línea regular de coches de posta entre Holanda y Francia en 1501. Tomó como ejemplo los correos mongoles, que ofrecían servicio postal y transporte.



La familia conservó esa exclusiva posición durante siglos. El 12 de noviembre de 1516, la familia Taxis estableció un servicio postal en Bruselas, que llegaba hasta Roma, Nápoles, España, Alemania y Francia a través de estafetas. La compañía Thurn und Taxis duró hasta el siglo XVIII.


Ellos crearon además el cuerno postal y seleccionaron el color amarillo como distintivo del correo. El actual jefe de la casa de Thurn und Taxis es S. A. S. Alberto II de Thurn und Taxis. La familia es una de las más ricas de Alemania y residen, desde 1748, en el Castillo de St. Emmeram, en Ratisbona.

Foto por Lorenzo.

Por eso me pregunto: ¿Qué dirían los choferes de los almendrones cubanos si supieran que sus desvencijados carros son parte de un servicio que lleva un apellido de tanto abolengo? ¡Porque miren que los cubanos hemos pasado por todo en cuanto a taxis! Desde los Chevys, los Ladas y los Lada convertidos en limosinas, hasta los Chevrolets y otras tantas marcas de autos que con más de 50 años aún resuelven a muchos cubanos los problemas de transporte.




Otros ejemplos de taxi.







Foto: Eufrates del Valle.


ambarlorenz2007@hotmail.com

11 comments:

ISOLDA said...

Instructivo, ameno y fascinante, como todos tus escritos Ambar; ya los espero... hay que contarle a los choferes de los "almendrones" su "linaje"... !jajaja!

Olga ADmiradora said...

gracias, Ambar por tus interesantes historias, siempre algo nuevo.

Eufrates del Valle said...

Saludos Isolda y Olga!

Ambar me sorprende todas las semanas con sus historias de la historia.

He disfrutado mucho el post, no tenia ni idea de donde venia la palabra taxi.

Arq: Cheo Malanga said...

Nunca me habia preguntado de donde proviene la palabra "Taxi".
Sus posts son muy enriquecedores. Gracias Ambar.

Ambar said...

Gracias por dejarme sus comentarios Isolda, Olga, Don Éufrates y Cheo. Sus comentarios me animan a investigar y escribir. Saludos y hasta el próximo viernes!

Guillermo said...

Me ha gustado mucho tu trabajo, Ambar. Todos los días se aprende algo nuevo. La vida está llena de curiosidades. te felicito

Rodrigo Kuang said...

Muy bonito enlace (y de muy buen gusto) entre la historia y lo que la historia dejó en nuestras calles. Munca olvidaré la fiebre de los Chevys (vocablo que llegó a sustituir al de "Taxi" en los setenta), incluso cuando el carro no tuviese nada que ver con la Chevrolet, al tema de Virulo a propósito y más recientemente, a los taxis almendrones mutados en palanganas rodantes que a diario tomaba de Marianao al Vedao. Un abrazo a los amigos del Peladero.

Ambar said...

Gracias Rodrigo y Guillermo. Ya le había comentado a Éufrates sobre la canción tan cómica que Virulo le hizo a los Chevys, que tanto rodaron por Cuba en los 70s.
Antológica!!! Seguramente la pueden ever en el Youtube.

Abel said...

Estos escritos son tan refrescantes como un antiestres,
siempre con algo nuevo e interesante,
gracias Ambar,
saludos

Rodrigo Kuang said...

EL CHEVY.
(perdonando las posibles imprecisiones, va de memoria)

Mamá yo quiero saber
cómo montarme en un Chevy
si pasa quemando el tenis
y lo quiero detener
con su paso fascinante
yo no lo puedo coger.

Y ayer en la tarde me encontraba en 23
cuando entre las manos se me fue
el primero, y atrás sumaron hasta seis
y el siete se iba cuando lo atrapé.

¿Tú vas para la Lisa? - Yo no voy
¿Y pasas por la Rampa? - yo no voy
¿y por la Esquina e'Tejas? - yo no voy
¿Hasta la Loma e'l Burro? - Yo no voy.
¿La virgen del Camino? - Yo no voy.
¿Y vas a Miramar - Yo no voy-
¿Y a dónde es que tú vas?
Yo no voy, yo no voy, yo no voy...

Y al que no le guste así, doy la receta: monte en patines o en bicicleta.

Y pasó el tiempo, llegó la noche
dieron la una, las dos y las tres
y cuando ya estaba lleno de telarañas
y echando raíces en aquel contén
un Chevy piadoso de mí se compadeció
y aunque no lo crean, me paró.
En él me monté, luego me senté
cerré bien la puerta y arrancó.
Y ahora vueeeela, vueeeela, vuelaaaaa...
No había cinturones de seguridad
y me agarré al respaldar.
Y cuando había hecho testamento ya,
vinimos a aterrizar.
Sudaba frío, y entrecortada
mi voz sonaba cuando pregunté:
¿cuánto le debo, si me hace el favor?
y así el aludido fué que contestó:
Marca uno cincuenta pero yo no tengo cambio
así que lo mejor es redondear,
sumando la propina, me deja cinco pesos,
las gracias hasta luego y nada más...

Y al que no le guste así, doy la receta:
monte en patines o en bicicleta.

Violette said...

Una delicia, Ambar, algo más que me perdí durante mi ausencia. La historia la conocía pero me agrada recordarla y más aderezada con el humor criollo que caracterizan tus post. No pares de compartir y sorprendernos.