Saturday, May 31, 2008

¡EUFRATES ENTREVISTA A GARRINCHA!

Yo se que los Miquis de Miami me van a mirar de reojo, y hasta con mala cara, pero yo no podía esperar más... Entrevistar a Garrincha era ya asunto obligado. ¿Cómo iba a seguir ciber-viviendo sin conocer quién es y qué piensa, este humorista que se ha colado en mi ciber-vida y en la de los lectores? Me costó trabajo decidirme, no quería ofender a estos estimados ratoncitos miamenses que tanto visito, “los nuevos socitos” según Escolástica.

La galopante curiosidad pudo más que la ética, y le avisé a Garrincha, que me esperara en Belascoaín y Neptuno, lugar neutral, para hacerle la entrevista. Como la señora, de la enferma, yo todo lo quería saber sobre este cubano que me hace reír a la hora de mi primer café, ya sea en su casa, o en la de Los Miquis. Pero, Garrincha es hombre de pocas palabras; “en silencio ha tenido que ser, Eufrates....” , me dijo bajando el tono de la voz, me pidió el papel donde tenía anotadas las preguntas, prometió enviármelas enseguida con su ciber-lechuza, y partió como mismo había llegado. Dos días después llegó la misiva con las respuestas de Garrincha, a quien considero uno de los mejores humoristas de nuestra ciber-Isla.



¿Quién es usted, estimado correligionario Garrincha?


¿A qué exilio pertenece? ¿Al histórico? ¿Al histérico? ¿Al del Mariel progresista o al del Mariel de Tony Montana? ¿Al de los balseros, o al de los pies secos, o al del bombo?



¿Cómo se gana la vida?



¿Qué piensa de la situación actual de Cuba?


¿Cómo ve el futuro de Cuba?


¿Cuáles son sus impresiones de la blogosfera cubana?

Friday, May 30, 2008

TRES FOTOS DE ZUMBADO EN MI ARCHIVO

Zumbado y el pintor Luis Martínez-Pedro.

Mi archivo fotográfico es como una Caja de Sorpresas. De él salen instantáneas que ni yo mismo recordaba. El lunes contaré la historia de este archivo que una vez pensé perdido... pero, esperen al lunes para esa historia. Hoy, lo más interesante para mí, es haber rescatado estas tres imágenes de Héctor Zumbado, a quien Penúltimosdías le dedicó recientemente un más que merecido homenaje. Les muestro las exposiciones tomadas por mí hace aproximadamente 25 años, de las hojas de contacto con las cuales tengo organizado todo el archivo. Ya saben que exiten. Puede que un día alguno de ustedes las necesite, sólo me dicen y las mando a imprimir como Dios manda. Disfruten los textos de nuestros colegas en el Dossier-Zumbado de Penúltimosdías, sobre ese genial humorista que nos salvó del hastío con sus ocurrencias, y esa agudeza tan suya para interpretar el pan nuestro de cada día.


Héctor Zumbado y -si mi memoria no falla- la esposa de René de la Nuez.

Zumbado y el pintor Luis Martínez-Pedro.

Thursday, May 29, 2008

LA ESCRITORA ISIS WIRTH EN ESPAÑA

Foto: Marc Haegeman


Varios amigos y lectores se me han acercado por email para conocer los datos del itinerario de la escritora Isis Wirth durante la gira por España que comienza mañana, para presentar su libro “Después de Giselle”, editado por Aduana Vieja. Aquí la información.


"Después de Giselle" (Aduana Vieja, 2008)
de Isis Wirth.
Presentación en Valencia:
Hotel Astoria Palace (Plaza de Rodrigo Botet, 5)
30 de mayo a las 19.00 horas.
Presentan: Isis Wirth y Fabio Murrieta,
ensayista y director de Aduana Vieja.




Foto: Artifilm

Wednesday, May 28, 2008

FRAGMENTO DE UN CAPITULO DE “LA FICCION FIDEL” DE ZOE VALDES


(... del capítulo “La cubana filosofía de la ilusión”. Desde el final de la página 137 hasta la 138, en su primera edición.)


"A fuerza de tanto amedrentarnos con el peligro de las ilusiones llegamos a invocarlas como plegaria para poder continuar resistiendo. La vida se convirtió en una oración perenne por alcanzar aquello que nos prohibían tener: ilusiones. Vivíamos de hecho en la ilusión total. Aquel célebre poema de Nicolás Guillén: Tengo, que dice: Tengo lo que tenía que tener... pasó a ser de poema revolucionario a disidente. Lo que había sido una hermosa constatación pública para Nicolás Guillén, para nosotros era una negación, un trauma ilusorio. Nadie, absolutamente nadie, tenía derecho a tener nada. Mucho menos ilusiones, las peores enemigas de una revolución dictatorial.


El 4 de junio de 1999, mi madre realizó la mayor hazaña de su existencia. Por primera vez tomaba un avión, por primera vez viajaba fuera de Cuba, para encontrarse con nosotros, su familia, en el exilio. Nunca olvidaré sus palabras al abrazarme:

-¡Hija, me has dado la mayor ilusión de mi vida!

Yo pensaba que se refería a la huída de la dictadura, al viaje a París; enseguida la segunda exclamación lo aclaró todo:

-¡Volver a ver a mi nieta antes de morir!

Algo que el oficial de la Seguridad del Estado le había pronosticado que no ocurriría jamás:

-Usted no verá nunca más a su hija y a su nieta. –aseguró al finalizar el interrogatorio que llevó a cabo durante horas en una oficina apartada.

Mi madre me contó que, aterrorizada, las lágrimas le mojaron la falda, pero que por dentro una voz le repetía en letanía: Así tengas que aprender a volar, pero no renunciarás a la esperanza."


(Publicado con la correspondiente autorización de su escritora, Zoé Valdés, y de la Editorial Planeta. Para comprar el libro, visite Telebemba.)

Tuesday, May 27, 2008

EL GREENWICH VILLAGE


Estas fotos las fui tomando durante el invierno y el inicio de la primavera de este año, mientras hacía gestiones por el Village. Más que las imágenes que deben haber visto en tantas películas, quise capturar la atmósfera cotidiana de este barrio conocido como la cuna de la bohemia artística e intelectual de este país en el siglo XX. Hoy, uno de los más caros de Manhattan, si es que escoger uno puede ser posible.



La historia del Greenwich Village comenzó en el área donde en la actualidad yace el Washington Square Park, del cual ya había comentado aquí. Dicho parque es el epicentro de la Universidad de New York, generalmente mencionada por sus iniciales, NYU. En la foto anterior, una de sus dependencias. A continuación, otras imágenes del parque y sus alrededores, con su peculiar energía juvenil, mezclada con la tradición bohemia que las personas mayores de los alrededores se encargan de mantener.





Oficialmente este barrio se convirtió en pueblo, villa, asentamiento, o cualquier otro sinónimo aceptable, en 1712. Se le conoció como una comunidad rural apacible, alejada del mundanal ruido que era (y nunca ha dejado de ser) el Downtown de Manhattan. Sin embargo, un poco más de un siglo después, en 1822, durante una epidemia de fiebre amarilla, se le alentó a refugiarse en el Village a los residentes de la parte baja de la Isla, y aquel paraíso bucólico comenzó rápidamente a urbanizarse y florecer.



Todavía quedan pequeñas callejuelas como la observada en la imagen anterior, perdidas entre la jungla de edificios más altos y modernos, y celosamente cuidadas por sus vecinos que las han convertido en callecitas encerradas entre altos y sólidos portones de hierro.



El Village tiene una característica muy peculiar: Su urbanización es totalmente anárquica. O, como también se dice, es el vecindario donde las calles perdieron la orientación. Mayormente son llamadas por nombres, no por números, y no se asombre si Bleecker corre en un tramo de este a oeste, y en el otro de sur a norte, o piensa que West 4th Street ha terminado y reaparece de pronto al cruzar Varick Street. En el Village, generalmente, se pierde hasta la memoria.



Quizás haya escuchado de una dirección ubicada en el West Village. No ha cambiado de barrio, sólo que así le llaman los neoyorquinos al área del Village que queda al oeste de la Sexta Avenida. Esta zona es más tranquila y residencial, y por la misma no se ven tantos turistas como en los alrededores de Washington Square Park. El West Village preserva todavía su atmósfera local, con sus pequeños restaurancitos y bares casi escondidos a la vista del foráneo.


Si quiere escuchar jazz, posiblemente haya algún célebre jazzista en la cartelera del Blue Note. Sin embargo, yo que gusto más del jazz tradicional, prefiero llegarme hasta Arthur’s Tavern, el toldo rojo que aprecian en la foto anterior, ubicado en Groove Street casi esquina con Seventh Ave. South. El lugar es pequeño y normalmente no se consigue un asiento, pero su ambiente es unique.


Si quiere desorientarse totalmente, pase un happy hour en Caliente, ubicado en la esquina sureste de Commerce St. y Seventh Ave. South. Si se llega, por supuesto, no deje de probar sus famosas margaritas congeladas. A partir de ahí, cada bar que encuentre luego en los alrededores le parecerá el paraíso.



El Greenwich Village fue el vecindario de Marcel Duchamp, Isadora Duncan, Eugene O’Neill, Norman Mailer, Jimmy Hendrix, Barbra Streisand, Bob Dylan, Joan Baez... Tantos y tantos, como ya he contado. Su re-urbanización es muy restringida y se exige preservar las fachadas, y está considerado como un lugar histórico por la Comisión de Conservación de Lugares Históricos de la Ciudad de New York.



Fotos: Eufrates del Valles

Monday, May 26, 2008

MI ABUELO


Puedo decir que existo gracias a la invención del teléfono. En los años 20 del siglo pasado, mi abuelo materno era operador de aquella moderna compañía telefónica de la Habana. Moderna para los tiempos, claro está. A su vez, la que después llegaría a ser mi abuela, era una joven veinteañera en cuyo hogar disfrutaban del novedoso invento.
La historia comenzó cuando mi abuelo quedó prendado de la voz de aquella joven que, a ratos, le pedía comunicación con otras líneas. Hasta que un día mi abuelo, temerario como era, la interceptó, y luego de varias conversaciones extra laborales, le dijo que ya sabía donde vivía. Como el tranvía pasaba justo frente a la casa de ella, se pusieron de acuerdo: Mi abuela se sentaría en el portal, y mi abuelo pasaría parado en la parte trasera del tranvía, justo al lado de la escalerilla, y se quitaría el sombrero. El resto ya es historia.



Mi abuelo recibió de unas tías una herencia: Tres edificios de apartamentos en la Víbora, que les dio a la pareja para vivir, sin grandes lujos, pero cómodamente, y proporcionarle una buena educación a sus tres hijos. Pero mi abuelo, bien parecido y seductor, no era hombre de quedarse en casa. Consiguió un part-time de contador por el puerto, como fuente de ingresos adicionales, y un poco también para –como sospechamos en la familia- facilitarse algunas correrías.

Machadista en la primera etapa del General, mi abuelo fue anti-machadista en la segunda. Sin embargo, donde más le gustaba medir sus capacidades con aquel Gerardo Machado era en las Regatas de Varadero. Según mi abuelo, hasta le ganó una noche en un concurso de baile. Como buen cubano de su época, era ortodoxo y llamaba a Chibás Edy, y se conmocionó y lloró con aquel tiro cuyo eco resonó en la radio cubana, tiro que dejó sin esperanzas a su generación. Mientras, al anochecer allá en el Puerto de La Habana, se iba al Sloppy Joe’s con sus amigos portuarios, o se quedaba conversando con uno de sus más íntimos, llamado Lázaro Peña.

Según mi abuelo, el pobre Lázaro no pudo cumplir en vida uno de sus grandes deseos, el de volverlo comunista. Le decía: “Pero, Lázaro, como voy a dejar de ir a tomar cervezas con los muchachos por asistir a una de esas reuniones aburridas a las que tu vas”. Sin embargo, a pesar de sus diametralmente opuestas ideas políticas, fueron grandes amigos, y mi abuelo siempre habló de Lázaro con sumo respeto. Es que así era la Cuba de su época, un país heterogéneo, donde se podía pensar y opinar diferente, sin quebrarse los sagrados lazos de la amistad, y mucho menos los de la familia.



La llegada de los barbudos a La Habana en enero de 1959, mi abuelo la observó con distancia y reserva. Dejó bien claro que él no se iría de Cuba, porque no estaba ya en edad de aprender otros idiomas, de pasar frío o empezar de cero. Que aquel era su país y que allí se quedaba. Meses después, con la firma de la ley de Reforma Urbana, el nuevo gobierno se apropió de sus edificios.

Paralelamente, los estantes de las bodegas comenzaron a vaciarse. Fue entonces que mi abuelo dijo que hasta que “esos muchachos” no volvieran a llenarle su viandero, él no asistiría nunca a ninguna de aquellas manifestaciones para aplaudirlos. Nunca se inscribió en los CDR. Nunca participó en nada. Y criticó a mi madre cuando permitió que a sus nietos nos convirtieran en pioneros.

Cuando pienso en lo que para mí es un cubano, veo a mi abuelo con su guayabera de hilo blanca, sus pantalones anchos con pliegues, sus zapatos de dos tonos. Alto, serio, imponente, en la calle y para los vecinos. Normalmente reservado. Pero, cuando en la calidez de las reuniones familiares hablaba, sus palabras eran sentencias, en unas ocasiones, o motivo de risa para el resto de la noche. Mi madre, recuerdo, nunca fumó delante de él, decía que por respeto.


Mi abuelo con mi hermana.

Mi abuelo vivió noventa años, según él, gracias al limón que siempre le echó a su agua de beber, a la miel de abeja para no contraer catarros, al aceite de hígado de bacalao contra los males que traen los frentes fríos. Curó sus problemas de la cervical con una cucharada matutina de aguardiente con ajo, arriesgándose siempre en las redes del mercado negro a partir de que las bodegas se llenaron de carteles revolucionarios mientras disminuían los víveres.

Durante el período especial, me contaba mi madre por cartas, a mi abuelo se le agotó esa capacidad que tenía de mirar con indiferencia la vida de sacrificios impuesta por aquel gobierno, como si a él no le tocasen sus dosis, haciendo gala siempre de su frase preferida: “Genio y figura... hasta la sepultura”, a pesar de que a uno de sus hijos lo encerraron en una cárcel por muchos años, por tratar de irse del país en una embarcación, en los años sesenta. Nunca lo oí quejarse delante de los niños de la familia. Pero siempre percibí que detrás de sus grandes ojos azules había un dolor no compartido.

Murió, según me contaron en cartas, después de resbalar en la bañadera y darse un golpe en la cabeza. No lo dijo. Y esperó irse de este mundo con el mismo garbo con que había vivido. Mi madre me explicó luego que abuelo no pudo reponerse de la humillación que representaba para él no poder tomarse el agua con limón; mucho menos la de sentir hambre y que su propia hija le dijera “papi, hoy a ti te serví hasta un poquito más”. El período especial lo mató de hambre, rabia y tristeza... Mi abuelo es uno de mis héroes.

Sunday, May 25, 2008

LAS DAMAS DE BLANCO: “SUS ANDANZAS INFINITAS...”


A esas mujeres valientes que recorren la Quinta Avenida de la Habana todos los domingos vestidas de blanco, en silencio, portando un gladiolo, desafiando a la dictadura mientras le piden al mundo que se solidarice con la liberación de sus esposos, padres, hijos, hermanos, amigos, presos por el solo delito de querer pacíficamente libertad de expresión, elecciones libres y una vida digna para el pueblo cubano. Para estas mujeres, con toda admiración, dedico un gladiolo cada domingo.



Poema de Alexis Romay.

En la ciudad que es ruina vergonzosa,
van de blanco, en silencio, entre las fieras.
Sus testigos: las calles, las aceras.
La turba enardecida las acosa.

Una avenida de flores marchitas,
los domingos de lluvia o cielo abierto
y una iglesia, algún prójimo, algún muerto
han visto sus andanzas infinitas.

Otras madres, en mayo reprimidas,
no quieren condolerse con sus penas,
las acusan de innobles intereses…

Y ellas siguen rogando por las vidas,
rompiendo a cada paso las cadenas,
soñando con los panes y los peces.



Como ya le es habitual, Joaquín Estrada-Montalván, desde su excelente blog Gaspar, El Lugareño, acompaña a las Damas de Blanco en su recorrido dominical.


Además, varios blogs amigos, portan diariamente esta ilustración creada por el Plátano Alegre, y cortesía de Aguayaberlín, en solidaridad con las Damas de Blanco: Desarriagos Provocados, Los Miquis de Miami, Generación Asere, Cuba Independiente y Medea. En Blogs sobre Cuba, una petición de firmas en solidaridad con los presos políticos cubanos.

¿NOTICIAS DEL FANTASMA EN JEFE?

Bueno, a leer entre líneas... sobre todo, cuando la noticia viene de un personaje tan gris, manipulado e incapaz, como el presidente de Bolivia, Evo Morales. Cortesía de Pong.



PRESENTACION DEL LIBRO “DESPUES DE GISELLE” EN ESPAÑA

Presentación de "Después de Giselle" (Aduana Vieja, 2008), de Isis Wirth:

2 de junio, 19.00 horas:

Casa de América (Plaza de Cibeles, 2), Madrid, en la sala Cervantes. Presentan:Isis Wirth, Raúl Rivero, Roger Salas, Fabio Murrieta.

4 de junio, 19.00 horas:

Palau de la Virreina (Rambla, 99), Barcelona, en la sala Espai 4. Presentan: Isis Wirth, Ernesto Hernández Busto, Fabio Murrieta.

Saturday, May 24, 2008

HOY: EXPOSICION DE ALINA SARDIÑAS

Alina Sardiñas, 1969. Lleva un blog desde Cuba llamado f-16, el cual ya anuncié un par de semanas atrás. Sin preguntarle cuál es su José Martí, ni otras cuestiones que considero de rigor, la he invitado a que exponga ocho de sus piezas fotográficas, inéditas hasta ahora, en este taller creativo que se vuelve El Imparcial Digital. El ojo sensible, la corazonada del momento, la foto terminada de Alina, me obliga a compartir con ustedes su trabajo, que me deja con la nostalgia de la imagen en blanco y negro y de un Eufrates joven, caminando con su cámara por La Habana (¿Notas tu ayuda aquí, estimado A.R.?). Gracias, Alina, por aceptar esta invitación. Disfruten sus fotos.


"La ola"

“La parada de Línea”


"Marcha"


"Dos retratos"


“San Lázaro”


"s/t"


"Retrato"


"Paradoja"