Tuesday, October 11, 2011

ELLA


Se lo digo y repito, pero no me hace caso.

El día menos pensado un automóvil le va a pasar por arriba y ni se va a dar por enterada. Sucede que a veces la imagen reflejada en el agua se aprecia desde la calle y no desde la acera y para captarla salta del contén sin fijarse primero cómo anda el tráfico.

Escolástica y yo hemos conversado seriamente con ella, pero mi alterego sonríe y mueve la cabeza afirmativamente, mientras nosotros observamos cómo la advertencia le entra por un oído y le sale por el otro. Ya se lo hemos dicho: en El Imparcial Digital no hay dinero para costear un velorio con misa y entierro por modesto que sea. Lo más que podremos hacer, en caso de que uno de sus descuidos se la lleve para el más allá, es incinerarla.

Mi media manzana se revela; eso de tenerla en cenizas guardada en un rincón de la casa no le hace gracia, pero ella ya nos explicó dónde echar el contenido del ánfora. Menos mal que es cerca de casa, en el extremo norte del Grand Lake de Central Park, al que todavía solemos llegar caminando durante algunos paseos vespertinos.

Sin embargo, nuestra preocupación por ella no se detiene ahí. Si no para en el crematorio terminará en la cárcel por cuenta de esa manía que le ha dado por captar los reflejos de los edificios en parabrisas y carrocerías de carros. Ya ha pasado sus sustos con propietarios celosos de sus autos, pero dice que no puede evitarlo.


Como no es dada a la teoría ni a largas disertaciones, resume su pasión con frases como esta: “… la iluminación del día incidiendo en la curva de las superficies de cristal o metálicas se vuelve cortos cinematográficos; trato de atrapar algunas secuencias…” Y con la misma se pone su gorra de los New York Yankees, se engancha la cámara y se despide.

Claro, cuando veo charquitos tan iluminados e indiscretos como estos que ilustran el post de hoy, como editor no los censuro, los publico y luego observo las reacciones de los lectores con la secreta esperanza de conocer si a ellos les resultan las imágenes sugerentes como a mí, o si de lo que se trata es que ella me está contagiando ya con su incontrolable chifladura visual.

Fotos: Natacha Herrera.

6 comments:

Anonymous said...

Que forma mas genial tiene usted de escribir Don Eufrates , gracias .

Saludos ,

Zaida

Eufrates del Valle said...

Gracias estimada Zaida!

Taoro said...

...pues que se cuide mucho para poder seguir disfrutando de esa incontrolable chifladura visual.

Eufrates del Valle said...

Ah! Taorisimo! Con tal de que no se vuelva a partir el perone... LOL!

ric said...

el primer charquito está fuera de serie. Congrats!!!

Eufrates del Valle said...

Gracias dilecto Ric!