(Al pintor cubano Julio Herrera Zapata, un homenaje a su vida y obra en el 80 aniversario de su natalicio)
Julio Herrera Zapata nació en Madrid el 12 de febrero de 1932, pero rápidamente su familia viajó a Cataluña, región ancestral por el lado paterno, siendo así el catalán su primera lengua. Su infancia estuvo permeada por los abatares de la Guerra Civil Española, y al consumarse la derrota republicana terminó junto con sus padres y hermanos en el campo de concentración de Argeles-sur-Mer. El destino insospechado que suelen marcar las convulsiones históricas lo trasladó a la Habana, Cuba, cuando apenas contaba 7 años de edad.
Julio Herrera Zapata nació en Madrid el 12 de febrero de 1932, pero rápidamente su familia viajó a Cataluña, región ancestral por el lado paterno, siendo así el catalán su primera lengua. Su infancia estuvo permeada por los abatares de la Guerra Civil Española, y al consumarse la derrota republicana terminó junto con sus padres y hermanos en el campo de concentración de Argeles-sur-Mer. El destino insospechado que suelen marcar las convulsiones históricas lo trasladó a la Habana, Cuba, cuando apenas contaba 7 años de edad.
En Cuba, Julio estudió en el Instituto de la Víbora. En 1953, junto a su primera esposa se trasladó a Nueva York a estudiar diseño gráfico en Parsons School of Design y Arquitectura y Filosofía en Columbia University.
Atraído por la revolución cubana de 1959, regresó a Cuba ilusionado con las nuevas ideas y cambios políticos de la isla. Junto con el Doctor Manuel Rodríguez de la Cruz fundó el Taller Nacional de Cerámica de Santiago de las Vegas; trabajó como diseñador gráfico y fue miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
En 1962, después de haber recibido varios premios nacionales e internacionales de pintura, apareció en el primer libro que se editó sobre la plástica cubana del siglo XX titulado “Pintores Cubanos”, junto a los nombres de los pintores más importantes de Cuba de esa época. En uno de los prólogos de este libro, Edmundo Desnoe escribió: “...Herrera Zapata acaricia en sus cuadros las figuras y los objetos con cariño de artesano. Su lucha más ardua está en superar los elementos decorativos de su pintura y lograr que lo bonito se convierta en bello, como ocurre en sus naturalezas muertas...”
En 1965 viajó a Francia, junto con su segunda esposa, invitado a participar en la Bienal de París de ese año. Algo decepcionado por los caminos que iba cogiendo la revolución cubana, imponiéndole a los artistas los modelos del realismo socialista, y atraído por las nuevas convulsiones políticas y manifestaciones sociales que vivía la Europa de los años sesenta, se quedó a residir en París y no regresó a la Habana. El gobierno cubano lo borró de la historia de las artes plásticas del país, desmontó sus cuadros de los museos, y mantuvo a sus dos hijas menores de rehenes en la isla por tres años.
Sus primeras obras viviendo fuera de Cuba -piezas que no exhibió hasta la exposición retrospectiva por sus 25 años de pintura en París en 1990- son sintomáticas: cabezas agresivas con las bocas cerradas con zippers, corazones desangrándose, figuras solitarias acompañadas solamente por una medalla, o siluetas que se repiten uniformes e infinitas, expresando por sí solas las frustraciones y el desgarramiento del artista en esa etapa.
Sin embargo, rápidamente transfirió esa lucha interna a un universo más amplio, convirtiendo lo grostesco en un medio de expresión e incorporando elementos del diseño gráfico que dominaba a la perfección, en una pintura que prefirió los derroteros de la denuncia social a una estilización desde el punto de vista formal.
Es así que sus piezas fueron exhibidas en el Salon de la Jeune Peinture de París en 1967 y 1968, así como en la exposición colectiva de La Maison de L’Amerique Latine de 1967, entre otras muestras de grupos en la capital francesa.
Julio Herrera Zapata. “Science au service de l’Homme”. Primer Premio de la Bienal de Lignano, Italia, 1968.
En 1968 recibió el Primer Premio de la Bienal de Lignano, Italia, con su monumental óleo sobre tela titulado “Science au service de l’Homme”.
En 1968 recibió el Primer Premio de la Bienal de Lignano, Italia, con su monumental óleo sobre tela titulado “Science au service de l’Homme”.
Los setenta lo recibieron como un pintor destacado en la vanguardia plástica europea, reconocido por la implacable crítica especializada y cotizado por los coleccionistas, con la vitalidad de la juventud y la plenitud del artista reconocido. La obra que Julio Herrera Zapata desarrolló durante esta década quizás fue la más temperamental y audaz, aunque ya trabajada con la malicia de quien tiene el pulso ejercitado, dominio técnico y el ego en ascenso.
Además de exponer en varias exhibiciones colectivas, como fue su participación en Basel Internationale Kunstmesse de 1973 en Suiza, en esta década realizó 10 exposiciones personales. Entre ellas se destacan las realizadas en Francia en Consulat Des Arts, de La Garde-Freinet; Galerie Tallien, de St. Tropez; Galerie Etienne de Causans, de París; Petite Galerie, de Lyon y Galerie Beaufreton, de Nantes.
En Suecia realizó dos exposiciones personales en Galerie Leger (1971 y 1974) de Malmö; en el Museum Jenisch, de Suiza; Salon D’Art de Bruselas y su participación en la exhibición colectiva “Re-encuentro Cubano”, del Museo Cubano de Arte y Cultura de Miami.
Durante esta época conjugó sus complejidades íntimas y preocupaciones sociales con la belleza y la perfección del cuerpo humano, retomando la imagen femenina como centro de su universo, como había hecho anteriormente con su pintura casi surrealista realizada en Cuba. Compartió la primera mitad de la década del setenta entre Saint-Tropez y París, entre amores posibles e imposibles.
Julio Herrera Zapata obtuvo la Beca Cintas en dos ocasiones: 1973-1974 y 1976-1977.
Julio Herrera Zapata obtuvo la Beca Cintas en dos ocasiones: 1973-1974 y 1976-1977.
Enfrentó los años ochentas como un pintor maduro que sabía convertir la trama fríamente calculada en trazos espontáneos y viceversa, dueño absoulto de su universo, un artista que había experimentado en todas las disciplinas de las artes plásticas y quien de cada una había logrado un trabajo estéticamente bello a través de un tecnicismo impecable.
Realizó 9 exposiciones personales en esta década, entre las que se destacaron sus exhibiciones en Galerie Forum, Estocolmo, Suecia; Galerie Christine Ducene de Bruselas, Bélgica; Galerie Leisten & Thiesen de Münster, Alemania; Gallery Mack de Seattle, Washington; y 3 exposiciones personales en Sindin Galleries de New York.
En 1982 participó en la exposición colectiva “L’Art de L’Amerique Latine a Paris” en el Grand Palais de París. También en Praxis 1981, Barcelona y Génova; International Art Fair de Londres, 1984; ARCO, Madrid, 1986; y Stockholm Art Fair, Suecia, 1986 y 1988, entre otras.
En 1990, realizó una impresionante exposición retrospectiva por sus 25 años de pintura en París en Galerie Alain Letailleur.
Unos años después se fue a vivir a la selva de Chiapas con su tercera esposa, a quien había conocido en México en 1989. Allí el artista trabajó lo que podríamos llamar el penúltimo período de su obra, inclinándose sorpresivamente casi al abstracto, como llegan a ser muchos de sus paisajes sobre esta región mexicana.
A pesar de su casi aislamiento físico en la selva de Chiapas, su obra fue ampliamente exhibida en Europa, Estados Unidos y México durante esta década. Realizó 11 exposiciones personales, destacándose las efectuadas en Björn Olsson Gallery, Suecia, en 1991; Sindin Galleries, New York, 1993; Gallerie La Regle D’Or y Gallerie G.N.G, París, 1995; Cuban Collection Fine Art, Miami, 1996; y las galerías El Puente y El Gatopardo, San Cristóbal, México, 1997 y 1998 respectivamente.
Entre las exposiciones colectivas más significativas en que participó durante los años noventa se encuentran las de Göteborgs Konstmuseum, Suecia, 1993 y Musée des Beaux-Arts, Bélgica, 1999, en ambas como parte de la prestigiosa colección Ahrenberg.
También durante esta década exhibió en dos exposiciones de grupo realizadas por la Sociedad de Pastelistas Franceses, 1991 y 1992; y en la Librairie FOC de París presentó dos muestras de grabados, una personal y otra colectiva, 1992 y 1993 respectivamente.
Regresó a París finalizando el siglo XX, solitario y sabio como un lobo estepario, pero a la vez infantilmente atraído por la tecnología de las computadoras. Después de un viaje a África al comienzo del 2001, Herrera Zapata fue diagnosticado con cáncer en los pulmones y el doctor le pronosticó menos de un mes de vida. Amigos, modelos, clientes, hijos y nietos, viajaron a París desde distintas partes del mundo para darles su último abrazo, y el artista los esperó con música tradicional cubana, su mirada inquisidora que no lo abandonó hasta el último momento, y su sonrisa seductora. Falleció el 26 de mayo del 2001 acompañado por su tercera esposa y varios de sus hijos de sus dos matrimonios anteriores.
De su trabajo como ceramista, uno de sus jarrones con fecha de 1957 fue reproducido en un sello postal cubano en 1966, diseñado por el pintor suizo Rudolf Häsler.
Como grabador dejó una vasta producción de series de grabados; grabados con acuarela u óleo que los vuelve piezas únicas; mezzotintas; monotipias y litografías hechas a partir de su obra más sólida.
Su vitalidad artística y dominio del color quedan reflejados en sus óleos sobre tela, principalmente en pinturas de grandes dimensiones, aunque también trabajó formatos pequeños. Sin embargo, su consagración como artista la encontramos en la sensualidad y el impecable terminado técnico de sus pasteles, que lo llevó a ser miembro de la Sociedad de Pastelistas Franceses, como Maestro Pastelista, desde la década del 70 del siglo pasado.
Con sus dibujos, la base de su obra, demostró un dominio total del cuerpo humano.
Dejó impresos dos libros de grabados de limitadas ediciones: “Mutilantes y Mutilados” de 1973, y “Poètes TÉMOINS des événements du XXe siécle cccompagnés des gravures de ZAPATA”, terminado poco antes de fallecer.
Sus cenizas descansan en los campos de Grañena de las Garrigas, provincia de Lérida, Cataluña, entre los árboles de la casa de campo construida por su padre.
“Un día —ojalá no lejano—, los profetas volverán a su tierra, triunfos y nostalgias bajo el brazo, porque la plástica cubana de este largo exilio tiene una cita pendiente en el Museo Nacional”. Ileana Fuentes
(Para cualquier pregunta o información adicional sobre la obra de Julio Herrera Zapata, puede contactarnos aquí)
(Para cualquier pregunta o información adicional sobre la obra de Julio Herrera Zapata, puede contactarnos aquí)
Diseñó la etiqueta de la botella de la 4ta edición limitada de vino de la casa Balthasar-Ress, 1982.
24 comments:
Preciosa semblanza de Herrera Zapata, que nos sirve a los más profanos a admirar el trabajo de un artista del que no había tenido conocimiento en vida, conociendo su obra desde ésta, tu página, además de otras accesibles por este medio informático.
Impresionante...
Gracias Euf!
Julio Herrera Zapata es sin dudas uno de los grandes maestros de la pintura cubana.
Es una gran lástima que su obra no haya alcanzado aun la difusión que merece.
Con Zapata Herrera comparto mi profundo cariño por su obra y su entrañable familia a la cual estoy muy vinculado desde mi temprana juventud y el hecho que compartimos el mismo dia de nacimiento.
Gracias Eufrates por este magnifico articulo.
gracias eufrates. este es un post que hace tiempo te lo debias, nos lo debias. da un poco de verguenza que no se le conozca mas a un pintor de ese nivel en una nacion a la que tampoco le sobran pintores de esa calidad y fuerza. gracias de nuevo.
Poseo el inmenso orgullo de atesorar una obra de este excelente pintor.
Gracias por este merecido reconocimeinto.
Un fantástico pintor cubano. Su obra es esplendida, brillante y es enorme.
He tenido el privilegio de conocer gran parte de su trabajo artístico. La calidad y la maestría de toda su obra es verdaderamente magnífica.
Desde sus primeros trabajos, influenciados por el gran conocimiento de diseño gráfico que tenía el artista, hasta sus fantásticos y nítidos pasteles; Desde sus insuperables grabados, mezzotintas y óleos sobre tela, Julio Herrera Zapata es una joya de Cuba que NO nos podemos dar el lujo de perder.
Gracias a Eufrates del Valle, por traernos este hermoso homenaje in memoriam.
He quedado emocionado ante tamaño artista, una obra increible que trasciende el panorama pictórico de muchos, que por conocidos, han merecido elogios excesivos. Te agradezco, Eu este hermoso encuentro y te mando un abrazo de todo corazón por esa sensibilidad que te caracteriza.
He quedado impresionada por la obra de Herrera Zapata, maravillosa: movimiento, transparencia y el uso del pastel de una belleza extraordinaria, El cumpliria hoy sus 80, Lincoln sus 203, Alfredo... Cuantos? Grandes hombres
Gracias, Eufrates, por tu email, q reportaje tan interesante y tan completo!
Gracias a todos, amigos/lectores, por sus comentarios.
Toda la informacion compartida en este articulo proviene de los records personales del artista.
Como escribio Ileana Fuentes en la cita que enlazo al final de este trabajo, los pintores cubanos en el exilio tiene una cita en el Museo Nacional de Cuba en el futuro.
Enrisco, si, lo debia, pero ya sabes como son las cosas de "en casa de herrera cuchilla de palo". LOL!
A todos, ha sido un placer y un enriquecimiento leer sus comentarios. Un abrazo.
Que lastima que mi abuelo solo se preocupo por mi madre cuando ella estaba en cancer terminal. Muy buen artista muy mal padre/abuelo.
Panacuba, no dejas de tener razon. Muchos artistas, dedicados enteramente a su obra, suelen ser de un egoismo feroz en otros planos de la vida.
Julio tuvo el "departamento de la paternalidad" -digamos- virgen. Una vez le pregunte que significaban para el sus nietos, y contesto: "Mis futuros companeros y amigos".
Sin embargo, tuvo otros valores de los cuales puedes sentirte orgulloso: un hombre muy leal y generoso con sus amigos; gran amante de las mujeres que lo acompanaron en su vida; un artista disciplinado y comprometido con su trabajo; muy integro con su forma de pensar y de ver la vida.
Pienso que eres el mas joven de los dos. La vida te ensenara que "nobody is perfect". Un abrazo para ti.
nunca mejor dicho, en casa de herrera... no valen guayabas verdes
¡Tremendo pintor!
Tremendo artículo.
Pintó mujeres
y casi nunca un testículo.
Tremendo el Julio
con su pastel,
grabados y su cartel.
Con sus turquesas y sienas
llenó de sangre las venas
de Francia, Cuba y España.
Como toda buena araña
hizo telas con hazaña,
logrando llegar a ser
como aquí podemos ver,
un pintor que Cuba extraña.
Nunca es tarde si la dicha es buena!
No solo es una "buena dicha" para nosotros los lectorers del Imparcial disfrutar de esta maravillosa y extensa obra, Estoy seguro que la tardia pero merecida difusion y reconocimiento de la obra Julio en Norteamerica esta mas cerca que nunca, su obra es compleja y de una fuerza unica. Quizas el refran popular nos tenga la respuesta, " El maestro siempre esta listo cuando el alumno lo esta" Yo vivo entre el erotismo y exceso de Zapata!!! Tengo la gran fortuna
de disfrutar de varias de sus obras, desde mi sala hasta lo mas intimo de cuarto... Cada dia encuentro un nuevo dialogo entre ellos y yo, y la maravilla que se apropia de la pared de mi recamara ...(esa se las dejo de tarea.)..Bravo al genio!! y mil gracias a una de sus hijas a quien respeto, admiro, y quiero profundamente, Thanks a million!! Por estas maravillas! Y a usted Don Eufrates partio el bate...de veras esta muestra era una deuda ya. Mi carino de siempre Don Eufrates y deseos de exitos estan con usted señor.
wow.
@Eufrates
Piensas correcto, asumo eres Herrera tambien. Exelente articulo, impresionante diria. Me gusto la pregunta que significaban para el sus nietos, y contesto: "Mis futuros companeros y amigos"... and why not???
De esto se trata de una persona diferente en su propio mundo de arte con sus musas e inspiraciones... digno de admirar para algunos por no ser uno mas del monton... por no hacer lo que todos hacen...
Saludos desde Canada hasta NY.
Anonimo desde Canada, si eres T., me daria mucho placer que me escribieras a mi email personal, el que siempre has tenido mio.
Nos debemos muchas cosas, y lo principal, un gran abrazo.
Un espléndido recorrido por la obra de Herrera Zapata. Un regalo mayúsculo a su memoria y a nosotros. ¡Gracias!
Muchísimas gracias por este post.
Una delicia.
Estupendo! Gracias por compartir.
Impresionante obra!!!!! Muchas gracias Don Eufrates por este magnifico e ilustrativo trabajo. "Honor a quien honor merece". Su obra requiere una gran difusion. Los museos de Cuba la esperan.
Éufrates:
Gracias, gracias por este post. Ya Enrisco lo dijo, pero lo repito: Es sorprendente que un país como el nuestro se permita no enaltecer una obra como la suya. Pero nada puede obliterar ciertos esplendores. Gracias por recordarlo,
Tersites
Gracias, Eu, por invitarme a leer este magnífico homenaje!!!!!!!!!!
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