Monday, October 1, 2012

INAUGURADA HOY LA EDITORA RAMON SOTO EDICIONES. Entrevista con su fundador y editor

Ramón Soto. Foto: Natacha Herrera.

Por Natacha Herrera

Conocí a Ramón Soto en New York City en 1994. Él trabajaba como traductor en el departamento editorial de El Diario/La Prensa y yo, periodista devenida por necesidad en traductora, en el departamento que traducía y corregía la publicidad del periódico. Desde que nos conocimos compartimos la pasión por la lengua castellana, luego un techo como roommates, después el barrio Murray Hill como vecinos, y desde entonces una amistad tan cómoda como un sofá cálido y confortable.

Unos años más tarde Ramón se mudó a Miami tras renunciar a su plaza de traductor en las Naciones Unidas. Desde lejos seguí su crecimiento profesional, como editor de la revista Newsweek en español y de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), y como traductor para la Organización Mundial del Comercio en Ginebra. Como traductor, corrector y editor freelancer, actualmente cuenta con un sólido portafolio de clientes.

Ramón Soto es una de mis fuentes activas de consulta más respetadas ante una duda en mi trabajo diario con el idioma castellano.

Hoy él inaugura su editora Ramón Soto Ediciones. Por este motivo lo entrevisto, para presentárselo a los lectores de El Imparcial Digital, entre los cuales sé que hay escritores con libros sin publicar.

Puede que a ellos les suceda con Ramón -profesionalmente hablando- como en la película Casablanca, cuando Rick le dijo al Capitán Louis Renault: “… I think this is the beginning of a beautiful friendship”.

Ramón Soto. Foto: Natacha Herrera.

Ramón, ¿cuál ha sido tu formación académica como traductor y editor?

Me licencié en filología inglesa, como traductor, en la Facultad de Lenguas Extranjeras de la Universidad de La Habana, hace ya veintidós años. Al hablar de mi formación académica, debo manifestar ante todo mi más profundo agradecimiento a los increíbles profesores que tuve. No hay que mencionarlos uno por uno, pues ellos saben quiénes son. Casi todos eran de esa increíble estirpe académica cubana que nunca se conformó con impartir una enseñanza mediocre. Como estudiaste periodismo en la misma universidad, debes saber a lo que me refiero.

Tu experiencia profesional en las últimas dos décadas ha sido muy variada. ¿Qué te impulsó a dejar la estabilidad de un trabajo tan prestigioso y bien remunerado como el de traductor de la ONU y la OMC, para dedicarte a tu profesión como freelancer?

En los últimos veinte años he hecho muchos trabajos distintos, pero siempre dentro de campos relacionados con mi especialidad: traductor, intérprete, editor, corrector de pruebas, redactor y profesor de traducción. Los años que trabajé en organizaciones internacionales son una parte muy importante de esa experiencia, pero también en otros lugares he encontrado retos que han merecido el sacrificio aparente de alejarse de la cumbre de la profesión de traductor, como son las organizaciones mencionadas.

Uno de los problemas que quería evitar era el de definirme y encasillarme como traductor de la ONU, con todo lo que ello implica. Por ejemplo, allí nunca hubiera podido explorar la traducción del español al inglés, que me resulta tan natural como la del inglés al español. Además, creo que, en el fondo, todo traductor se ve como escritor o editor en potencia, es decir, como un amante de los idiomas y de la máxima expresión de estos, que es la literatura. Pero la descripción de funciones del traductor de la ONU no incluye nada que se le parezca…

Hoy lanzas al mercado de publicaciones tu editora Ramón Soto Ediciones. ¿Cómo surgió la idea y cuáles han sido los retos que has vencido para lograrla?

La idea surgió desde hace años. Me imagino que cualquier profesional que preste servicios de edición y corrección de pruebas, al sector privado o a instituciones oficiales, sueña con hacer el mismo trabajo como editor literario. Sin embargo, como sabes, el mundo de la edición en español presenta muchas frustraciones y obstáculos que se vuelven cada vez más superfluos. El principal ha sido la regionalización de una actividad que debería ser internacional y sin fronteras (me refiero concretamente a la tendencia de las casas editoriales de dos o tres países hispanohablantes a acaparar toda la producción y la toma de decisiones en este ámbito, que es eminentemente mundial). Este mismo inconveniente alcanza niveles casi insalvables si se trata de un editor de origen cubano: cuando no es por la fragmentación de nuestra comunidad y la supuesta contaminación idiomática que supone no vivir en un país de habla española, es por el simple hecho de que algunos hispanos te cierran las puertas porque no ven con buenos ojos la forma de expresarse o escribir de los cubanos. Cuando te cansas de esperar que la montaña venga a ti, no te queda otra que ir a la montaña o, en este caso, construirla por tu cuenta.

Además, el mundo editorial propiamente dicho está en plena transición a las nuevas tecnologías, dejando atrás poco a poco el actual paradigma de publicación e impresión de libros. Todos sabemos que es un modelo obsoleto y que el futuro pertenece a las tecnologías digitales, con los lectores electrónicos (e-readers, como el Kindle) y la distribución por Internet. Lo que me ha abierto la puerta, y me ha impulsado a llevar adelante este proyecto, es que ese futuro ya está aquí. Tenemos ahora la posibilidad de leer en uno de esos aparatos cuantos libros queramos y en el lugar y el momento que deseemos. Antes había libros de bolsillo; ahora hay bibliotecas de bolsillo. Pretendemos convertirnos en editores de muchos de los títulos que figuren en esas bibliotecas.

Versión impresa de Galán de noche, del escritor Alfredo F. Díaz, libro con el cual se inaugura la editora Ramón Soto Ediciones.

Acabo de leer el primer título editado bajo el sello Ramón Soto Ediciones, “Galán de noche”, del escritor cubano Alfredo F. Díaz. Es una novela corta coherentemente narrada y de
deliciosa trama que me ha sorprendido favorablemente. ¿Qué puedes hablarnos de la misma?


Como tú misma has comprobado, Galán de noche es una novela deliciosa, simpática y evocadora que va a gustar a muchos lectores, no solamente cubanos. Es una narración íntima, en primera persona, de los años iniciáticos de un joven cubano en la casi mítica Habana de los años setenta. Muchos se identificarán con su trama (o, al menos, con su contexto general), no solo por las referencias conocidas que encontrarán en ella, sino por la sencilla autenticidad del estilo del autor.

Alfredo F. Díaz es un amigo personal y un autor ya conocido y publicado en Cuba pero, sobre todo, es una de esas personas que se han compenetrado profundamente con La Habana y con la singular experiencia de haberse criado en la Cuba de los últimos cincuenta años. Creo que ha conseguido reflejar todo esto en sus obras de una manera que es, al mismo tiempo, directa, desembarazada y decorosa.

Portada de la versión electrónica de Galán de noche.

Como editor, ¿qué criterio utilizas para la publicación de libros, necesariamente tiene que ser un autor cubano y cuáles son los próximos títulos que saldrán al mercado bajo el sello de Ramón Soto Ediciones?

La respuesta a esta y otras preguntas similares se puede encontrar en la sección de preguntas más frecuentes de mi sitio web. En cuanto a próximos títulos, no podemos dar muchos detalles, pero no te quepa duda de que los habrá. Aunque Galán de noche es nuestro primer proyecto terminado, no es el primero ni el único en que estamos trabajando. Poco a poco irán saliendo más títulos y los lectores podrán enterarse de inmediato en nuestro sitio web, o a través de Facebook y Twitter.

Ramón Soto. Foto: Natacha Herrera.

3 comments:

Rolando Pulido said...

Muy interesante entrevista. Estoy seguro de que Ramón Soto Ediciones tendrá mucho éxito; la experiencia y el ingenio del señor Soto son obvios y su trabajo es impecable.
Gracias por compartir la noticia de la inauguración de ésta editora.

Omar Martínez B. said...

Para muestra un boton, o mejor dicho en este caso un libro, un primer fruto de esta cosecha en tierra fertil, preraracion academica, perseverancia y una busqueda constante por la excelencia que va mas allá de los idiomas. Ágil, claro y sencillo, Soto nos presenta hoy este primer producto y un detallado manual al éxito retando nuestros propios sueños. Con estos ingredientes Ramón solo tiene dos resultados ante si: El éxito empresarial y la reencarnación del triunfo en cada nuevo miembro de la familia Soto, que sin duda alguna serán muchísimos. Felicidades!

Ramón said...

¡Muchas gracias, Rolando y Omar! Sus comentarios tienen mucho valor para mí porque sé que ustedes son de los que dicen lo que sienten.