ABRE ARS ATELIER ESTA NOCHE EN PARIS

A partir de esta noche, la pintura cubana encuentra un espacio permanente en la ciudad de París. La escritora Zoé Valdés y el cineasta Ricardo Vega, conjuntamente con el curador Gustavo Valdés, inauguran la galería de arte Ars Atelier. El Imparcial Digital les desea muchos éxitos y entrevista a Zoé y a Ricardo, para conocer todos los detalles sobre este sueño convertido en realidad.

Zoé y Ricardo, esta noche ustedes inauguran en París la galería Ars Atelier. ¿Cómo y cuándo surgió la idea?

Zoé: “La idea de la galería es de Gustavo Valdés, quien había trabajado con Florencio García Cisneros en Noticias de Arte; luego creamos él, Ricardo y yo la revista Ars Magazine. Y él ya había abierto en New Jersey, en un viejo edificio donde nuestro padre tenía una mueblería, la galería Ars Atelier. Al mismo tiempo, llegando a París, aprovechamos un espacio que nos prestaron y la galería tuvo vida por breve tiempo en esta ciudad. Luego mi hermano diseñó otro espacio que llevó ese nombre en New Jersey, junto a Jesús Selgas y Jesús Rivera. Gustavo Valdés decidió producir documentales con nosotros, dirigidos por Ricardo Vega -entre los que el cineasta hizo puedo mencionar los de Rivera y Selgas- y Selgas encontró otro espacio en Manhattan. El nombre de la galería cambió. La idea del proyecto nuevo en París es de los tres, pero la idea de la concepción de un espacio audiovisual que mezcle varias disciplinas artísticas es de Ricardo Vega. Siempre soñó con esta primera exposición, con la que abrirá esta noche Ars Atelier, todo el diseño y el concepto son suyos”.

¿Cómo y por qué seleccionaron a los artistas que esta noche estarán representados en el vernissage?

Ricardo: “La selección de artistas obedece a los documentales que fui filmando durante años. De artistas amigos, desde el año 1994, en que hice una primera visita a esta ciudad y conocí a Roberto García York. Todo empezó con él, seguí con Moisés Finalé, y luego vinieron los demás, y seguiré realizando otros proyectos. No sólo de artistas cubanos, también de artistas de otras latitudes, franceses, iberoamericanos. Hay una selección rigurosa de apreciación artística, de gusto personal”.

Zoé y Ricardo el domingo pasado, mientras preparaban Ars Atelier para su apertura esta noche.

¿Con qué periodicidad durarán las exhibiciones? ¿Qué artistas ya tienen programados para el futuro inmediato?

Zoé: “Como podrás suponer la galería tiene muchas demandas ya. Incluso de lecturas, de muestras de otro tipo, como de escritores que pintan, de diseñadores de moda. Pero intentaremos alternar nuestra programación personal con otras que le darán fuerza económica al espacio. Por el momento tenemos esta que inauguramos esta noche, que ha sido respaldada por la revista Art Absolutment”.

Ricardo: “En noviembre tendremos, posiblemente a Juan Abreu. En diciembre, una sorpresa de Jorge Camacho, excepcional. En marzo a Jesús Cepp Selgas. Unzueta en septiembre. Nos agradaría mucho filmar documentales con Arturo Cuenca y con Humberto Castro, con José Franco hemos trabajado ya, con Gustavo Acosta nos encantaría.
De Miami nos interesan también Baruj Salinas, Agustín Gaínza con un nuevo proyecto, quizás. Carlos Manuel Galindo, Timour Lam y Clara Morera, para citar algunos nombres. La periodicidad será en dependencia del tema de la exposición, y de las posibilidades del artista y del espacio. Nos interesa trabajar la fotografía, con Antonio Galindo, Natacha Herrera, entre otros...”

Una galería de arte, en París, es un sueño hecho realidad. ¿Qué significa, para cada uno de ustedes, la apertura de Ars Atelier?

Zoé: “Para mi hermano, que trabajará con nosotros como curador, es una continuidad necesaria, lógica. Para mí, siempre viví entre pintores, entre cineastas; ellos me nutren. Mi primera novela Sangre Azul poseía todo ese ambiente. Necesito de estas dos artes para escribir”.

Ricardo: “En mi caso es realmente el sueño de poseer un espacio donde pueda mezclar cine y artes plásticas, y también la música. Esta fusión me enriquece enormemente, aparte de mi trabajo en Eutelsat, y de mis creaciones como cineasta. Me gusta mucho trabajar con los pintores. Y poder montar mis películas al lado de sus obras expuestas en la galería, me da una energía muy especial. Además, estamos en pleno centro de París, junto al Beaubourg y a dos pasos del Teatro Moliére, la Maison de la Poésie. Es un lugar mágico, poetico, cinematografico, visualmente es como un sueño...”