Friday, September 11, 2009

OCTAVO ANIVERSARIO DEL 9/11

Foto: Alberto Méndez.

Ha pasado ocho años ya de aquella mañana que cada cual recuerda estática, congelada, minuto a minuto. Ha pasado ocho años en que fui una de las siluetas que vemos en la foto anterior, petrificado, viendo como seres humanos preferían saltar al vacío a morir calcinados por el fuego; sin aliento, viendo cómo esos íconos de la modernidad que constituían las Torres Gemelas del World Trade Center, mi paisaje diario durante las ocho horas de trabajo, en unos segundos se volvían polvo, humo, cenizas, escombros, y desaparecían de mi cotidianidad sin retorno.

Recuerdo salir de mi oficina a las 3 de la tarde a una ciudad fantasma, prácticamente desierta, donde el único ruido eran las sirenas de los camiones de bomberos, de las ambulancias vacías, de los carros patrulleros del New York Police Department. Recuerdo tanques de guerra bajando hacia Downtown, una imagen que nunca creí posible en una ciudad como Manhattan.

Recuerdo aun más, aquella caminata atravesando el Village para llegar hasta una estación del tren F, una de las pocas líneas del subway que ese día pudo mantener su servicio. Y, recuerdo llegar hasta el Saint Vincent Hospital, sentarme en el contén de una acera frente a su entrada de emergencias a fumar un cigarrillo, y contemplar aquella escena de camillas emplazadas en la 7ma Avenida, vacías, porque a penas había heridos. Creo que fue, justo en ese momento, que comprendí racionalmente la magnitud de aquel incomprensible hecho.


La Ciudad de New York ha cambiado mucho desde entonces. Lo que fuera Ground Zero, aquel amasijo de casi 7 pisos de toneladas de metales, cristales, pedazos de mármol y cuerpos humanos, o partículas de ellos, amasijo del cual estuvo saliendo humo por más de un mes, que costó más de un año en extraerse, hoy día es símbolo -nuevamente- del futuro.


Me sorprende mi vecino Adam cuando me pregunta si yo vivía aquí durante los sucesos. O mi otro vecino, Neil, cuando me pide que le cuente cómo nos las arreglamos aquel día. Es que ya han pasado ocho años. La ciudad se renueva con una generación de newyorkers ajenos a lo que fue Manhattan tras aquella barbarie.


Hoy día visitar Ground Zero es recorrer un lugar en construcción, un lugar de esperanza, la espera por la materialización de un ambicioso proyecto que tomará la antorcha de los Twin Towers para iluminar nuevamente el Downtown de Manhattan.


En el patio de St. Paul’s Chapel, justo en la intersección de Broadway y Fulton St., ha encontrado hogar permanente la raíz de un arce, conocido en los Estados Unidos como sycamore, el cual -por aproximadamente un siglo- había cobijado con su sombra a la antigua iglesia.



Cuando el polvo dejado por los ataques terroristas se asentó, encontraron el arce caído sobre un camino del patio de St. Paul’s Chapel; sorpresivamente, ni su tronco ni su inmensa raíz habían dañado ninguna de las tumbas históricas que conserva en su patio esta iglesia.


Como dice el texto de la imagen anterior, el escultor Steve Tobin escuchó la historia, y pensó en dicha raíz como base para una escultura de bronce. Finalmente, con la ayuda de tres expertos, preservó la raíz, la cual puede ser visitada en la iglesia de St. Paul.


The Trinity Root, como se le llama a esta raíz de arce desde el 4to aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001, cuando fue devuelta al patio de St. Paul’s Chapel, es un símbolo más de supervivencia, fortaleza y continuidad de la vida.

Si paseas por el oeste de Ground Zero, a la orilla del río Hudson, observarás un paisaje que se asemeja a lo que fue Downtown antes del 9/11. Poco a poco New York se ha ido recuperando, renovando; a su vez, el dolor se ha acomodado para darle espacio al porvenir.

Fotos: Eufrates del Valle.

10 comments:

Zoé Valdés said...

Gracias por este intenso y necesario recordatorio.

Aguaya said...

8 an~os ya... Estaba esperando a pasar por aquí pues sabía que el tema hoy en El Imparcial sería el 11/9.

GaviotaZalas said...

interesante el particular de la raíz.
Eu te dejo un invito al blog de Lola ha publicado un documental histórico muy interesante sobre la Cuba de los años 30,,espero le guste.saluti da Italia

te dejo el link http://bisuteriaycine.blogspot.com/2009/09/la-habana-de-mis-padres.html

Frida M said...

New York! New York!
Forever More!

Taoro said...

Sin dudas fue un dia muy triste para este pais y para la humanidad.
Gracias por su recordatorio.

Marta G. said...

Fue y sigue siendo triste este dia, la vida nos cambio desde el 9/11.
Gracias por recordarnoslo...
Dios permita que no pasemos por ello nunca mas.

Anonymous said...

Sí, hoy he tomado el metro con el alma apretada. Sandokán.

Güicho said...

And there is a bearded motherfucker sitting in a hole right now and laughing...

Yeah, Osama thinks, with Oßama they won't catch me.

JULY DEL RIO said...

LO MARAVILLOSO ES QUE LA VIDA A PESAR TODO CONTINUA.

Olga ADmiradora said...

fue un dia terrible...lleno de dolor...
gracias por tu cronica, la esperaba muy especial, como siempre...