He visto pocas. Ayer fue una de ellas.
Las tardes rosadas de New York sólo se logran apreciar justo en el momento en que el sol va a esconderse detrás de New Jersey, el cielo está abigarrado y uno está mirando hacia el este de la Isla.
Me recuerda el rayo verde que perseguíamos en Cuba, aquel que yo esperaba sin dejar de mirar el horizonte mientras regresaba a la Habana en automóvil por la Vía Blanca, bordeando el litoral de las playas del este.
La magia aquí no está en un rayo fugaz, sino en que el atardecer de pronto se vuelve rosado, como si el hombre impusiera el color con reflectores. Pero el encandilamiento del momento no se debe a la tecnología, si no a la sabiduría de la naturaleza recordándonos que si bien el hombre es capaz de crear una ciudad tan imponente como New York, es ella quien otorga como regalo no esperado esos instantes enriquecedores e inolvidables.
Las tardes rosadas de New York sólo se logran apreciar justo en el momento en que el sol va a esconderse detrás de New Jersey, el cielo está abigarrado y uno está mirando hacia el este de la Isla.
Me recuerda el rayo verde que perseguíamos en Cuba, aquel que yo esperaba sin dejar de mirar el horizonte mientras regresaba a la Habana en automóvil por la Vía Blanca, bordeando el litoral de las playas del este.
La magia aquí no está en un rayo fugaz, sino en que el atardecer de pronto se vuelve rosado, como si el hombre impusiera el color con reflectores. Pero el encandilamiento del momento no se debe a la tecnología, si no a la sabiduría de la naturaleza recordándonos que si bien el hombre es capaz de crear una ciudad tan imponente como New York, es ella quien otorga como regalo no esperado esos instantes enriquecedores e inolvidables.
8 comments:
Impresionantes
bellisimas fotos
Danilo
Gracias Danilo! Me alegra que te guste.
Querido Eufrates , cuanto me alegra que haya escrito estas letras porque sus fotos me gustan mucho , pero lo que escribe me transporta al lugar o al hecho que describe,ya extrañaba sus letras .
Zaida
Francamente es impresionante el color del edificio. Parece de ladrillos, sabiendo que es metálico y plateado.
Usualmente este evento de luces, dura unos pocos minutos, en lo que se pone el sol detrás de la silueta de Manhattan.
Que suerte la suya Don Eufrates, de encontrarse frente al edificio es ese preciso momento.
Gracias miles estimada Zaida por tus palabras! Poco a poco volvere a coger el ritmo de antes.
Dilecto Rolando, la fortuna fue doble: estar en el lugar preciso a la hora precisa, y lo mejor de todo, con mi soulmate! Si, fue una gran suerte.
Un precioso reportaje a mi rascacielos favorito.
El hombre creó NY, Dios le dió esos inusuales colores y solo usted los puede eternizar de esa forma....
Gracias querido amigo.
Sin dudas es una foto excepcional y un bello regalo.
Ernesto.
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