A esas mujeres valientes que recorren la Quinta Avenida de la Habana todos los domingos vestidas de blanco, en silencio, portando un gladiolo, desafiando a la dictadura mientras le piden al mundo que se solidarice con la liberación de sus esposos, padres, hijos, hermanos, amigos, presos por el solo delito de querer pacíficamente libertad de expresión, elecciones libres y una vida digna para el pueblo cubano. Para estas mujeres, con toda admiración, dedico un gladiolo cada domingo.
Póster: Rolando Pulido.
El gobierno de Cuba “celebró” la Declaración de los Derechos Humanos con una ola represiva por todo el país para evitar que ayer los opositores, disidentes y ciudadanos de la emergente sociedad civil recordaran la fecha y protestaran por la constante violación de los Derechos Humanos en la Isla.
Va más allá de toda explicación lógica que el gobierno de un país miembro de la Organización de Naciones Unidas considere subversivos los artículos de la Carta que rige dicha organización y el mismo no sea condenado en su sede.
El gobierno de Cuba “celebró” la Declaración de los Derechos Humanos con una ola represiva por todo el país para evitar que ayer los opositores, disidentes y ciudadanos de la emergente sociedad civil recordaran la fecha y protestaran por la constante violación de los Derechos Humanos en la Isla.
Va más allá de toda explicación lógica que el gobierno de un país miembro de la Organización de Naciones Unidas considere subversivos los artículos de la Carta que rige dicha organización y el mismo no sea condenado en su sede.
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