Como muchos de ustedes, crecí fanático de esa sabiondita Mafalda, que por cuenta de un par de “bocadillos” burlones contra el socialismo y el Valdemort cubano dichos en algunas de sus tiras, no se publicaba en Cuba. La disfruté a escondidas desde revistas o libros que entraban al país forrados con páginas de la revista Hola, entre otros disfraces.
¿Quién no conocía a Mafalda en los años setenta y ochenta en Cuba? A pesar de que su silueta regordeta no estaba patrocinada por los medios oficialistas. Sin embargo, si bien Mafalda era un elemento ideológicamente perturbador, su creador, Quino, era recibido con alfombra roja a su llegada a la Isla.
En una conferencia de prensa, recuerdo, Quino contó cómo dividía cada año de su vida entre su casa de Italia y su casa de Argentina. Habló mucho más de sus personajes, sus caricaturas, su humor, pero a mí lo que se me quedó grabado era aquello de dos casas, cada una en continente distinto. El mundo no estaba tan malo como me había hecho creer la pequeña Mafalda.
“Pasó el tiempo y pasó...”, me fui de Cuba -entre otras cosas- para conocer de primera mano cómo era el mundo, y me olvidé de Mafalda y de Quino, y no volví a reparar en ellos hasta el año pasado. Me encontraba hospedado en una casa de sueños en el centro de Bogotá, cuando tropecé con un libro de Quino dejado en un revistero. Voilà! Acepté el tinto que mi anfitriona me brindaba y me preparé para aquel encuentro con uno de mis fantasmas del pasado.
En el libro de marras no aparecían Malfalda, ni Felipito, ni Susanita. Era un compendio de su obra desconocida por mí, menos caricaturas, más trabajo de ilustración, imágenes abarrotadas de personajes que denuncian, en última instancia, esos aciertos que se cosechan cuando has puesto toda tu vida en función de una mejor.
Los “nuevos” (para mí) trabajos de Quino no me arrancaron una sola carcajada en la media hora que estuve hojeando el libro. Ilustraciones demasiado abigarradas; diálogos largos, difíciles de seguir la rima. Pérdida de la síntesis. Humor que a estas alturas del campeonato del almanaque, deja de ser humor para volverse panfleto. ¿Seguirá Quino dividiendo los años de su vida entre Italia y Argentina? A este creador, quizás, le convendría cambiar sus puntos de residencia... y referencias.
Obras de Quino tomadas de su website.
Fotos: Archivo de El Imparcial Digital.
Fotos: Archivo de El Imparcial Digital.
12 comments:
Esos viajecitos a Cuba le secaron el cerebro, Cuba tiene gafe, diría Mafalda.
bueno EU, pues por estos días, Mafalda anda con Elpidio Valdés en Madrid...
ambos exiliados?
Que paren el mundo que quiero bajarme. ¿Fue Mafalda o Ben? Creo que ella y Ben la copió. Niobe.
bueno, el profe se tiró en una onda cerebral que funciona mucho en europa.
aunque ha vivido de las reimpresiones y la popularidad de los 10 años haciendo mafalda, lo cierto es que quino odiaba y odia a mafalda por la esclavitud que le representaba.
hay creadores de tiras y hay creadores que dibujan tiras.
Yo era loca a Mafalda, la verdad, y despues fan de los Quinoscopios. Eufrates, usted es el hombre de las memorias! gracias
Tuta
Me desayuno ahora que Mafalda estaba prohibida en Cuba. Yo siempre la leia en alguna publicacion, no sé cual, la verdad, pero como dice el dicho: "uno esta en el pueblo y no ve las casas" a veces.
Muy buen articulo como siempre, don eu.
Saludos desde Londres.
Disfrutaba mucho la lectura de Mafalda cuando estaba en la Universidad, en aquella época que había que leerse "Mi último tango en París" en una madrugada porque los libros iban de mano en mano...
Hay unos cuantos, y famosos, que cuando vendieron su "alma" perdieron su "ángel"...
Gracias, Eufrates, nos llevas la memoria a largos viajes...
Bendito El Imparcial!
Amigos todos: Como dije, tambien creci con Mafalda, simpatica e inteligente... Cubaninlondon, tu sabes que las prohibiciones de este tipo en Cuba nunca eran oficial, aunque habia unos casos mas oficiales que otros... sin embargo, y que me conste, hasta 1988 nunca se edito en Cuba. Ese es mi punto; todos crecimos con ella, pero nunca la pudimos comprar en una libreria. A mi siempre me la traian camuflageada... Lo increible es que no la publicaban, pero recibian a Quino con red carpet. La doble moralidad de ese sistema, que era tan normal cosas asi, que ni nos dabamos cuenta... La verdad, bastante bien estamos para lo que tuvimos que torear mientras creciamos, incluso hasta inconcientemente.
Y hoy me entero por los Aseres que en estos dias Mafalda anda por Madrid con Elpidio Valdes... cuando yo digo...
Camino mucho por la habana y a veces encuentro cosas tan increibles como estas.El año pasado, en un soportal de centro habana,encima de una tabla de pino, veo ,una edicion de lujo de "Todo Mafalda".Hablo de un libro editado por Lumen de 659 paginas, que en la fnac de madrid cuesta 35 euros y en el soportal de centro habana lo pude comprar por 120 pesos cubanos,es decir,cinco dolares.Tenian muchos,todos nuevos.Al principio me parecio muy sospechoso,imagine que el libro de la pagina 100 a la 250 estaria todo en blanco,o que tal vez de repente pasaria de una tira de Mafalda a tiras infiltradas de la alegre Chucha o de Elpidio V, o de Matojo,en el mejor de los casos,...pero no,el libro estaba en perfecto estado editorial.Hace unos meses,creo que tambien durante la feria del libro,pase por alli otra vez y todavia tenian montañas del libro,en el mismo soportal de centro habana.
Muchas gracias Eufrates y encantada de pasar por el imparcial.
Un saludo
Hola, a mi me encanta Mafalda, en mis ratos libres cuando trabajaba en una librería, me dedicaba a leer todas sus tiras, creo que Mafalda es un poco iconoclasta, lo mismo critica al comunismo, hay una viñeta en que su madre le dice que debe de tomar la sopa para que crezca y Mafalda dice: que suerte para la humanidad si Marx no hubiera tomado la sopa. También criticaba lo malo del capitalismo, que nada es perfecto. Yo aún tengo guardados todos sus libros y le comuniqué a mi hija la pasión por esa niña repipi.
¿cambiar al mundo? pues si no nos damos prisa, será el mundo el que nos cambie a nosotros. Esa frase me encanta.
Un saludo,
Ay, que llego tardísimo, cómo es posible ?
He disfrutado mucho tu artículo, dilecto Eufrates.
Y creo es lo que dice Zoé.
Mafalda me gustaba, cómo no, y sabes qué? pues que siempre trataba de imaginarme "su voz". Para mí era la niña más inteligente que conocía.
Hace rato no sé de ella...
Saludos, Eu!
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