Hay películas malas y las hay pésimas. Luego están los bodrios, esos que se delatan desde que aparece el actor protagónico sacándonos lo peor de nuestros más bajos instintos en un segundo.
Así me sucedió con el filme “Arthur”, remake de aquel Arthur interpretado por Dudley Moore en 1981 que me había hecho reír tanto. Russell Brand, el Arthur actual, debería considerar otra carrera si no quiere provocar un iki-wiki masivo.
Sin embargo, a veces hasta de las malas experiencias nos queda una enseñanza, aunque esta sea una simple trivialidad. Les cuento.
En la película hay una escena en que el multimillonario Arthur paga para que cierren Grand Central Terminal (estación que fue llevada desde un estado de depauperación inexplicable a su esplendor actual sin dejar de brindar servicios a los viajeros) y él poder mostrarle a su enamorada el eco misterioso en uno de sus pasillos.
Dos días atrás, entrando a la magnánima estación de trenes con unos amigos conté la anécdota. ¿Será verdad? Nos preguntamos, y a salir de dudas nos fuimos. Localizar el lugar específico dentro de la estación fue fácil y cuál no sería nuestra sorpresa al encontrar a otras personas también en la tarea de verificar la historia.
En la primera foto verán dos círculos rojos señalando dos personas, una en una esquina y la otra en la otra esquina diagonal y notarán que ambas están de cara a la pared de la columna. Increíblemente las dos personas están comunicándose entre ellas sin tener que alzar la voz. Las columnas producen lo que yo con mi ignorancia ante estos fenómenos llamaría un eco, manteniéndose la conversación estrictamente privada.
En las fotos a continuación verán a nuestro dilecto Rolando Pulido susurrándole algo a la estimada Sue, secreto que tal parece fue muy gracioso. Cuando nos aburrimos de jugar con nuestros ecos nos dimos cuenta que no éramos los únicos, porque se había formado como una pequeña lista de espera de curiosos propuestos igualmente a comprobar la veracidad del eco que hemos conocido gracias al bofe de Arthur.
Así me sucedió con el filme “Arthur”, remake de aquel Arthur interpretado por Dudley Moore en 1981 que me había hecho reír tanto. Russell Brand, el Arthur actual, debería considerar otra carrera si no quiere provocar un iki-wiki masivo.
Sin embargo, a veces hasta de las malas experiencias nos queda una enseñanza, aunque esta sea una simple trivialidad. Les cuento.
En la película hay una escena en que el multimillonario Arthur paga para que cierren Grand Central Terminal (estación que fue llevada desde un estado de depauperación inexplicable a su esplendor actual sin dejar de brindar servicios a los viajeros) y él poder mostrarle a su enamorada el eco misterioso en uno de sus pasillos.
Dos días atrás, entrando a la magnánima estación de trenes con unos amigos conté la anécdota. ¿Será verdad? Nos preguntamos, y a salir de dudas nos fuimos. Localizar el lugar específico dentro de la estación fue fácil y cuál no sería nuestra sorpresa al encontrar a otras personas también en la tarea de verificar la historia.
En la primera foto verán dos círculos rojos señalando dos personas, una en una esquina y la otra en la otra esquina diagonal y notarán que ambas están de cara a la pared de la columna. Increíblemente las dos personas están comunicándose entre ellas sin tener que alzar la voz. Las columnas producen lo que yo con mi ignorancia ante estos fenómenos llamaría un eco, manteniéndose la conversación estrictamente privada.
En las fotos a continuación verán a nuestro dilecto Rolando Pulido susurrándole algo a la estimada Sue, secreto que tal parece fue muy gracioso. Cuando nos aburrimos de jugar con nuestros ecos nos dimos cuenta que no éramos los únicos, porque se había formado como una pequeña lista de espera de curiosos propuestos igualmente a comprobar la veracidad del eco que hemos conocido gracias al bofe de Arthur.
6 comments:
Recuerdo la película, pero no recuerdo la escena.
De todas formas es muy curioso ese efecto.
Ño, Eufrates le descubriste el modus de comunicación de los agentes de la Embajada Cubana en NY con sus chivatones de la Gran Manzana, ahora van a tener que volver a usar los celulares rusos que pesan 5 lbs cada uno.
LOL! Dilecto Pong, it's true!
Debimos haber retratado a todos los de la lista de espera para el eco y ponerlos al descubierto... LOL!
Taorisimo, si, muy curioso. Seguro que no lo recuerdas porque te quedaste dormido con tal espanto de pelicula. LOL!
¡Qué pena de 'remake'! ¡Qué buena película la primera!
Perdón por el desliz Éufrates, pero el comentario de Alvarito es mío (y Álvaro mi hijo). Ya controla esto más que yo y no me había percatado que era su cuenta la que estaba abierta.
Tranquilo jecuevas! Bienvenido Alvarito! Pense que era un amigo mio que vive en Madrid, pero no creo que el siga el blog.
Que desastre de pelicula! Pero lo peor de todo fue Russell Brand, no puedo con su voz ni con su mongueria.
La vi precisamente por la primera, pensando encontrar el encanto de aquella. Pero no llegue al final... LOL! Creo que cai dormido con el eco...LOL!
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