Se le han abierto muchos “frentes” al régimen de la Habana en la medida que el pueblo se toma las calles, porque las calles de un país tienen que ser para sus ciudadanos, no para una familia fosilizada en el poder por más de medio siglo.
En las provincias orientales y centrales mucha gente ha perdido el miedo y salen gritando “abajo la dictadura” y “libertad” públicamente, como hemos visto en los vídeos. De la misma manera, sufren el acoso de la policía, detenciones arbitrarias, torturas, vejaciones y prohibiciones de trasladarse fuera del pueblo donde viven, como están reportando constantemente vía twitter Luis Felipe Rojas, Daniel Ferrer y Jorge Luis García Antúnez, entre otros que suelo seguir.
Las Damas de Blanco se multiplican, igualmente los periodistas y bloggers independientes, quienes al transmitir al exterior las noticias han provocado que los Castro pierdan el control de la información. Hoy día el mundo sabe qué está ocurriendo en Cuba y hasta los fieles y viejos simpatizantes de ese proceso histórico degenerativo se alejan de sus antiguos ídolos.
Para el mundo, Fidel y Raúl Castro son dos momias que han consumido una nación.
Siempre queda esa izquierda retrógrada y resentida sin argumentos, y aquellos que velan por algún interés personal o han hecho sus carreras postrados en la década “ideológica” de los sesenta.
Desde el 24 de septiembre el matrimonio Sara Marta Fonseca y Julio Ignacio León están detenidos impunemente. Los dos opositores pacíficos fueron salvajemente golpeados por agentes policiales vestidos de civil y encerrados en calabozos de estaciones policiales de la Habana.
En Santa Clara, Antúnez lleva varios días reportando que su esposa, la activista Yris Tamara Pérez está desaparecida. Cito sólo estos dos ejemplos porque en el momento que escribo esta nota, el matrimonio Fonseca y León continúa detenido y Antúnez no ha tenido noticias de Yris, aunque casos similares están sucediendo diariamente en Cuba.
¿Cómo es posible que la Organización de Naciones Unidas no se haya proyectado todavía enérgicamente contra la represión que están sufriendo los cubanos? ¿Cuántos muertos tendrá que poner el pueblo de Cuba para ser escuchado internacionalmente? Porque, como estamos viendo, la gente se está tomando las calles y Raúl Castro ha dado la orden de reprimir a quienes quieren quitársela a él y su familia.
Por primera vez percibo y/o presiento que la situación de la Isla es una bomba de retardo.
¡Libertad para Sara Mara Fonseca, Julio Ignacio León e Yris Tamara Pérez (en paradero desconocido), y el resto de los detenidos arbitrariamente en Cuba en estos momentos!
En las provincias orientales y centrales mucha gente ha perdido el miedo y salen gritando “abajo la dictadura” y “libertad” públicamente, como hemos visto en los vídeos. De la misma manera, sufren el acoso de la policía, detenciones arbitrarias, torturas, vejaciones y prohibiciones de trasladarse fuera del pueblo donde viven, como están reportando constantemente vía twitter Luis Felipe Rojas, Daniel Ferrer y Jorge Luis García Antúnez, entre otros que suelo seguir.
Las Damas de Blanco se multiplican, igualmente los periodistas y bloggers independientes, quienes al transmitir al exterior las noticias han provocado que los Castro pierdan el control de la información. Hoy día el mundo sabe qué está ocurriendo en Cuba y hasta los fieles y viejos simpatizantes de ese proceso histórico degenerativo se alejan de sus antiguos ídolos.
Para el mundo, Fidel y Raúl Castro son dos momias que han consumido una nación.
Siempre queda esa izquierda retrógrada y resentida sin argumentos, y aquellos que velan por algún interés personal o han hecho sus carreras postrados en la década “ideológica” de los sesenta.
Desde el 24 de septiembre el matrimonio Sara Marta Fonseca y Julio Ignacio León están detenidos impunemente. Los dos opositores pacíficos fueron salvajemente golpeados por agentes policiales vestidos de civil y encerrados en calabozos de estaciones policiales de la Habana.
En Santa Clara, Antúnez lleva varios días reportando que su esposa, la activista Yris Tamara Pérez está desaparecida. Cito sólo estos dos ejemplos porque en el momento que escribo esta nota, el matrimonio Fonseca y León continúa detenido y Antúnez no ha tenido noticias de Yris, aunque casos similares están sucediendo diariamente en Cuba.
¿Cómo es posible que la Organización de Naciones Unidas no se haya proyectado todavía enérgicamente contra la represión que están sufriendo los cubanos? ¿Cuántos muertos tendrá que poner el pueblo de Cuba para ser escuchado internacionalmente? Porque, como estamos viendo, la gente se está tomando las calles y Raúl Castro ha dado la orden de reprimir a quienes quieren quitársela a él y su familia.
Por primera vez percibo y/o presiento que la situación de la Isla es una bomba de retardo.
¡Libertad para Sara Mara Fonseca, Julio Ignacio León e Yris Tamara Pérez (en paradero desconocido), y el resto de los detenidos arbitrariamente en Cuba en estos momentos!
2 comments:
Genial Don Eufrates, simplemente genial.
La dictadura de los Castro ha tenido 52 años, para que se le adhiera lo peor de la humanidad. Desde los comienzos de la revolución cubana -robada por los Castro y Compañía-, se le abrieron las puertas a todo aquel que repudiara a los Estados Unidos en el mundo, solo eso importaba e importa hoy. Solo hay que darse una vuelta por algún que otro país en diferentes continentes, para darse cuenta del enorme odio que existe hacia los Estados Unidos, odio y una envidia feroz. Toda esa lacra inescrupulosa, que se protege bajo el manto de "La igualdad social", fue a dar a Cuba. Los intereses económicos y políticos que esta crápula tienen con y en Cuba, son de enormes sumas de dinero y de vital importancia política para continuar existiendo, lo cual significa que tratarán de mantener la "alcancía" segura y sobre todo sus "Dirty Political Files" bien cuidados...eso es lo único que tienen, dinero y suciedad, todo lo demás, les falta. Por el otro lado tenemos a un pueblo abusado y esclavizado por varias décadas, llevado hasta el extremo bochorno y humillación. La batalla es muy difícil, pero es posible, 52 años fueron bastantes para aprender, quienes son nuestros amigos y quienes no. Esto nos ayudará a hacer una mejor y, otra vez próspera nación. Después de aprender quienes son o no, nuestros amigos, el pueblo de Cuba se ha dado cuenta de que los amigos van a ayudar, pero que no van a dar sus vidas por nosotros. Cuando hablamos de "hermandad", es solo simbólicamente. Solo nos queda a los cubanos, decidir cuando va a ser el final de la dictadura de los Castro y eso se logra, denunciando el horror a todo costo, en todo momento y en todas partes, si nos duele Cuba, tenemos que salvarla los cubanos. La consciencia puede mas que las armas, si sabemos como despertarla.
El apoyo a estos disidentes tiene que ser real, no se trata de ir a Cuba con un machete en mano, sino de dejar de callar y disimular, en cambio, denunciar, decir la verdad que conoces, pero que te enseñaron a que te haga daño cuando la digas.
Eufrates,
a Sara Marta Fonseca le quieren
echar 3 anos de carcel,
hay que unirse para evitarlo.
!Abajo la dictadura!
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