Monday, January 11, 2010

RICARDO: DE SQUATTER A PROPIETARIO… PERO SIEMPRE POETA.

Foto: Eufrates del Valle. 2009.

Nos conocimos a finales de los 90 en el piso 13 de un edificio del West Village. Su sombrero andino, una pañoleta naranja alrededor del cuello y aquel rostro que de pronto me recordaba lo mismo al Ché Guevara que a Cantinflas, hicieron que Ricardo León Peña-Villa me cayera como una bomba a la primera impresión. Sin embargo, a la semana siguiente ya me encontraba subyugado por su cortesía, bondad, creatividad y ternura. Creo que a todos los que compartimos aquel piso 13 por varios años nos sucedió lo mismo.

Ricardo es un colombiano que conversa en imágenes de una forma tan auténtica que no deja espacio a las poses. Enseguida por pasillos y oficinas se le llamó El Poeta, incluso, antes de conocerse que lo era. Durante cigarrillos apresurados en la acera nos hicimos amigos, a pesar del póster del Ché en la puerta de su apartamento (me dijo que ya lo había quitado, pero no me ha explicado todavía si por la misma razón por la cual yo nunca lo pusiera en la mía). Pero, ni estos deslices “idealistas” de El Poeta han podido dañar nuestra amistad.

Por él conocí la historia del movimiento de los squatters de la Ciudad de New York, de primera mano. Desde entonces le había propuesto a Ricardo esta entrevista. La idea volvió a tomar forma cuando, recientemente, publiqué la serie de fotos Arquitectoniando y a varios lectores les llamó la atención la imagen de la fachada de Umbrella House.

En esta entrevista encontrarán la historia de mi amigo Ricardo -El Poeta-, la de los squatters del Lower East Side de Manhattan y la del edificio de las sombrillas de Avenue C.

Foto: Archivo personal de Ricardo León Peña-Villa.

Tomada de internet.

¿Cuántos años viviste como squatter en la ciudad de New York?

Son 17 años de una historia intensa, en un movimiento social de más de 20 años. Una gran quimera de artistas, familias, estudiantes y gente sin casa, quienes después de los Tent City Riots empezaron a tomar los edificios abandonados del área. Si, era una quimera tomarnos estos edificios sin pisos, sin ventanas, sin calefacción, sin agua ni desagües. Los precios pagados con el frío, la persecución de la policía para desalojarnos y los inconvenientes menores como las ratas, las agujas infectadas y demás minucias, pues antes de ser tomados, eran cuevas donde se escondía los cientos de hombres y mujeres que huían del mundo en heroína. Estos edificios eran shooting galleries.

Paso a paso fuimos recuperando cada edificio en un trabajo colectivo de los habitantes, responsable y persistente, como pequeña comunidad en un gran movimiento, creyendo que serían nuestros hogares. Esta es la quimera y su comprobación. Después de tantos años, vemos realizado el anhelo que creímos posible, al tomarnos más de 40 edificios abandonados y encontrar soluciones donde la ciudad tenía problemas. Al final sólo quedaron 13 edificios, pues los otros restantes los perdimos en batallas contra la policía en desalojos. Sacaron a la gente que vivía en ellos, para darle vivienda a quien no tuviera casa… Quedaron muy pocos jardines, pero hay más edificios de lujo.

Apartamento de Ricardo en Umbrella House. Foto: Eufrates del Valle. 2005.

¿Cómo de squatter te conviertes en un propietario?

Antes de la caída de las Torres Gemelas, el alcalde de New York había puesto a la venta los edificios tomados que habitábamos y los lotes llenos de basura que habíamos transformado en jardines comunitarios. Ante el gran suceso de las torres, el alcalde Giuliani asumió su papel de héroe y dejó a un lado los ataques contra nuestra comunidad de okupas. Pronto terminó su gobierno y al llegar el nuevo alcalde, decidió que por intermedio de una organización comunitaria, nos fueran otorgados los edificios en propiedad. Ahora, después de varios años de negociaciones, leyes, leguleyadas e intereses de terceros, estamos en espera del título de propiedad y seremos una cooperativa.

Ricardo conversando en su apartamento con la cineasta colombiana Camila Loboguerrero. Foto: Eufrates del Valle. 2005.

¿Qué libro acabas de terminar, cuál estás empezando…?

En noviembre del 2009 publiqué: ‘Nacho: la risa del inmigrante’. Biografía en anécdotas de un colombiano que lleva 40 años en New York y no ha querido regresar a su país, pero ha viajado por el mundo y ha estado en sucesos históricos, como la entrega del Premio Nobel a García Márquez, sin ser invitado y hasta de traductor le sirvió. Ha viajado el mundo, tuvo uno de los primeros restaurantes colombianos en la ciudad y desde hace muchos años hace un programa de radio. Un libro entretenido con la picaresca latinoamericana en el contar las historias.

Apartamento de Ricardo en Umbrella House. Foto: Eufrates del Valle. 2005.

Para enero del 2010 sale una novela titulada: ‘Gardel vive en Guarne’ en la que habla el cantor a sus 70 años en la década de los 60 y se muestra que no estaba muerto como lo pensaba el mundo.

Luego saldrá un poemario titulado ‘Gayola espiritual’ y un libro de cuentos ‘Películas en tinta’. Además de ‘New York Okupa, New York Squatter’ una novela de esta historia de la toma de edificios. Aparte de eso, estoy haciendo canciones para varios grupos y cantantes. Me encanta estar ocupado con la letra. Y cuando llega la primavera, voy a la calle, pongo una mesa y vendo mi obra, y afortunadamente mis libros estás agotados. Ya vendrá un día una editorial de esas grandes y tal vez me publique, o no, pero mientras, publico de bolsillo propio o por la fortuna que algún editor que publica mi obra y compartimos la edición.

Foto: Archivo personal de Ricardo León Peña-Villa.

¿Cómo asimilas el cambio que ha dado tu barrio, Alphabet City, en estos últimos 15 años?

Este barrio de tantos nombres, Alphabet City, Loisaida, East Village, Lower East Side, Bajo Manhattan. Hace 20 años era emocionante por el underground y la vanguardia, ahora es el Pequeño Hollywood como le llamo yo. Se ha llenado de restaurantes exóticos, bares de todo tipo, turistas, aspirantes a estrellas en busca de quién los descubra en las aceras que usan como pasarelas. Cada vez son menos los artistas que viven en el área y la escena ahora es fashion y pose, o la comprobación de la Babel moderna y light. Antes decían refiriéndose a este barrio y por sus avenidas en letras A, B, C y D: A de Alive, B de Brave, C de Crazy y D de Dead. Ahora este barrio es de otras emociones que no me satisfacen como antes. Pequeño Hollywood de neón en el Zip Code 10009.

Foto: Eufrates del Valle. 2009.

Foto: Archivo personal de Ricardo León Peña-Villa.

Tu libro de poemas “Decir New York: testigo propio” lo tengo siempre al alcance de la mano, porque en él me veo retratado. ¿Qué significa la ciudad de New York para ti, en prosa?

La fortuna es que New York pasa al otro lado de mi puerta. Es fascinante salir a la calle, esta ciudad la soñé desde la infancia, pues aquí vivían mis tíos y desde aquí llegaban mis juguetes de Navidad y cumpleaños. El cine y la literatura ayudaban a soñar. Y en el último chance que me daba la vida después de una década violenta y salvaje en ese Medellín de los años 80, donde el desenfreno de la droga y las armas se llevaron a casi toda mi generación y casi me lleva a mí. New York fue mi salvación, mi delirio, mi alegría, la ciudad donde cumplo mis días.

Ricardo León Peña-Villa y la cineasta colombiana Camila Loboguerrero en la entrada de Umbrella House. Foto: Eufrates del Valle. 2005.

Los poemas de ese libro son confesiones del vivir más que alta poesía para críticos de academia. Son versos de bohemia, espejos en que se puede encontrar quien sea paria, exiliado, solitario, amoroso o simplemente, alguien que construye sueños desde la quimera. (Me encanta esa palabra). “Decir New York: Testigo Propio” fue publicado por la Editorial Menchaca en Valladolid, España, por José Manuel Alvarez. En la portada aparece Tango, el perro que fue mi compañero y del que fui mascota por nueve años y medio. Un perro excepcional que recibió más de 400 postales a su nombre de todas partes del mundo. Con dos cuadernos escritos para él por mucha gente. Que posó con Top Models e inspiró a pintores. Tuvo sexo con 3 mujeres en escenas separadas, actuó en películas, estuvo en la televisión y le gustaban las semillas de marihuana. Un perro casi humano, no fue humano por carecer de maldad. Por eso aparece en la portada de ese libro, por ser mi testigo propio y yo testigo de la ciudad.

Foto: Archivo personal de Ricardo León Peña-Villa.

En particular, ¿qué representa para ti Umbrella House?

Es el edificio donde cumplimos el sueño un grupo de gente desde los años del abandono hasta este presente de 2010. Es un lugar por el que mucha gente del arte ha pasado o simplemente caminantes que buscaron un techo para descansar y proseguir la marcha por el mundo. El movimiento Squatter está en Berlín, en París, en Londres, en España, en New York y por eso somos solidarios con los caminantes de la cofradía mundial.

Foto: Archivo personal de Ricardo León Peña-Villa.

Para mí es la gran historia de mi vida y de tanto contar la historia de la historia, ya me parece que fue una buena película que vi o un gran libro leído. Esta casa sombrilla me permitió soñar y salvar mi vida, cumplir mi sueño. La casa es mía y de los amigos, en ella hemos hecho revoluciones amorosas y desarrollado grandes proyectos creativos, aunque el frío estuviera a 20 bajo cero y sin ventanas.

Foto: Eufrates del Valle. 2009.

¿Por qué el edificio ha quedado bautizado como Umbrella House y qué significan las sombrillas de su fachada?

Se llama Umbrella House porque en los días de la toma, caía más agua adentro que afuera cuando llovía y había que estar con sombrilla dentro del edificio, pues faltaba el techo y muchos pisos. También porque el edificio es donde nos guarecimos en los avatares de la vida. Además, cada edificio del movimiento Squatter tiene su nombre: Dos Bloccos, Calle 5, Calle 10, Glass House, C Squat, Calle 6, Serenity, etcétera.

Foto: Archivo personal de Ricardo León Peña-Villa.

Las sombrillas pintadas las empecé a colocar en el año 1993 cuando ya era miembro del edificio. Era la forma de decir presente como una afrenta a la policía, un regalo a los peatones, una forma poética de retar o de presentarnos.

(Documental sobre el movimiento Squatter, narrado por Ricardo León Peña-Villa, El Poeta.)

Foto: Archivo personal de Ricardo León Peña-Villa.

Apartamento de Ricardo en Umbrella House. Foto: Eufrates del Valle. 2005.

Foto: Eufrates del Valle. 2009.

Foto: Eufrates del Valle. 2009.

8 comments:

Aguaya said...

Qué interesante entrevista, Eu!! y qué coloridas fotos!

Yosi said...

Ajá, de ahi la historia del Umbrella House. Gracias Don Eufrates y a su amigo Ricardo. Me da alegria saber que existen personas que hacen algo tan lindo por su comunidad, por otra gente, que van pa lante y triunfan. Lindas fotos y una maginifica entrevista.

Olga ADmiradora said...

qué personaje!

PLUTARCO said...

Éufrates, me ha encantado conocer a este personaje a través de tu trabajo. Es muy interesante saber que hay personas que luchan toda la vida y que además la llenan de luz y color. Felicitaciones,

Taoro said...

Hermosa historia.
Nunca imaginé un personaje como Ricardo detras de la historia de las Umbrellas.
Gracias por el paseo a la esencia de su ciudad.

Omar Martinez-Be said...

Una historia muy rica, contada por el propio protagonista, que con el tiempo como aliado, el perro y las sombrillas nos endulzan la amarga realidad que vivio durante largos inviernos. No conocia de este movimiento, hoy, gracias al Imparcial y Ricardo me responden esa pregunta que siempre me formule, y toda esta gente, donde terminan? Los Squatter de New York.
En horabuena squatter,poeta, y amigo de su perro!

Isolda said...

Una entrevista de lujo,una fotos magnificas y un personaje tan interesante como su propia Nueva York.
Mis respetos!

Isolda.

Anonymous said...

Wao... Estoy muy agradecido con Eufrates y su condecendencia al publicar mi historia, nuestra historia, pues somos plural amoroso que se construye. Y también agradecido con los lectores y sus bellas palabras por algo que ha sido la vida.

Abrazos

Ricardo León Peña-Villa