CADA CUAL CON SU MARTI

La esencia de este blog parafrasea una cita martiana: “Dos islas tengo yo: Manhattan y la mía”. De José Martí me gusta su poesía y su prosa. Mucho. Pero no soy una persona que lo menciona frecuentemente; sólo lo traigo a colación cuando en una conversación utilizo coloquial y metafóricamente frases manidas de mi generación, como aquellas de “en silencio ha tenido que ser...” para referirme a un secreto, o “pasó y pasó un águila por el mar...” para describir un período de tiempo largo; o una que parafraseo ahora, inventada en el seno familiar: “...vivo en el monstruo y me encantan sus entrañas...”
Mi amiga Vivian, a quien les presenté en mi post de ayer, dice que soy un irreverente. Pero un irreverente menor al lado de Sumy. En cierta ocasión, esta otra amiga fue invitada a una casa en Coral Gables donde dos intelectuales cubanos vinculados con la Universidad de Miami cocinaron en su honor. Durante la cena, los hombres no pararon de repetir frases martianas, como si no tuviesen palabras o ideas propias. Y Sumy les preguntó: “¿Ustedes saben qué es un martillo?” Los hombres se miraron entre sí y sonrieron negando con la cabeza. Sumy respondió: “Nuestro apostolillo”.
Cada cual tiene su Martí. Al que le entró bien en el cerebro y en el alma, que lo aplique a su vida y a su entorno. Si lo suyo es una acumulación de datos repetidos de memoria para sustituir ideas propias, a lo cual tiene derecho si le da placer y ayuda, yo me aburro, o me voy.
Mi Martí es el mismo que escribió esa poesía y prosa que me han ayudado mucho a comprender los pequeños acertijos que me trae la vida y el de la estatua ubicada en la 59th Street, en la acera sur del Central Park de mi segunda Isla, montado en su caballo, parado en dos patas, porque esa posición representa que murió en combate.
Por esta época, el año pasado, recibí la visita de dos amigos de Miami. Uno cubano. El otro venezolano. Ambos quisieron retratarse al lado de las estatuas de los patriotas de sus países. Yo les tiré estas fotos. Al cubano junto a Martí. Al venezolano junto a Bolívar. Estatuas que están muy cercas una de otra en Central Park South. Juntas, pero no revueltas.

Si queda alguien sin leer el post sobre los dos Martí de Yoani Sánchez en su blog Generación Y, lo recomiendo con gran placer. Además, aproveche y lea varios posts más que ella ha publicado desde que me sorprendió una mañana con su delicioso “¿Cuál es tu Martí?”, el cual ha dado pie para que yo mencione el mío, algo que rara vez hago.

Me levanto del asiento para felicitar a Santa Barbara:

Y QUE VIVA CHANGO!