“Sueño una primavera para Cuba”. Foto: Eufrates del Valle.
Jardines sin flores. Calles con más baches y huecos que pavimento. Bodegas con anaqueles vacíos. Vacía la mirada del bodeguero que no encuentra el medicamento para su hijo. Medicinas ausentes en las repisas de las farmacias. Médicos alquilados a otros países como mano de obra barata. Ingenieros sirviendo en cafeterías de moneda convertible. Convertibles con carrocerías de los años cincuenta de un siglo que terminó hace una década. Solares llenos de escombros como memoria de edificios que se dieron por vencidos. Niños que se inventan la alegría con palos y piedras. Sueños con sabores desconocidos. Hombres castrados que reinventan la virilidad a tres eyaculaciones por día. Noches que no se encienden. Luces que se marcharon. Polvo por asfalto y policías por transeúntes. Platos con comida ilegal. Fuentes públicas sin agua. Tuberías domésticas también sin agua. Maestros que gritan e insultan. Más gritos e insultos que maestros. Infancia violada por consignas guerreristas. Compra de boletos aéreos de una sola vía. O, el mar como única promesa. Rostros congelados en las gavetas. Voces que se olvidan. Miradas que ya no se reconocen. Jóvenes que se prostituyen y jóvenes que desaparecen. La esperanza como palabra prohibida. Primavera negra, primavera blanca, enterradas en el silencio. Hombres que se atrevieron a decir lo que pensaban, compartiendo el suelo de sus celdas con ratas e insectos. Trovadores de la Corte. Los mismos trovadores y la misma Corte. Gusanos como proveedores del pan de cada día. Mariposas que visten y calzan. Un país que no produce. Una Isla que mendiga. Dos hombres que han envejecido echándole la culpa al vecino. Un vecino que alimenta, pero se vitupera. Un imperio que se confunde con la CIA. La CIA convertida en imperio. Mártires terroristas. Héroes corruptos. Lealtades que se pagan hasta cierto punto. Suicidios asistidos. Lemas reciclados. Un solo apellido ordenando y dirigiendo por más de cinco décadas. Castro y Castro, re-encarnados en castrismo. Un Fidel que se apoderó de las calles. Un Raúl que no devuelve las calles. Una prensa que no informa. Detenciones, secuestros. Osados en prisiones. Delincuentes gobernando. Enfermos mentales muertos de hambre y frío que nadie paga. Una población sin noticias. Hospitales que propagan estafilococos. Vulgaridad como aprendizaje. Un pueblo que prefiere ser extranjero. Dos viejos que controlan a todo un pueblo. Cardenales que no protegen a los feligreses. Mujeres pacíficas abusadas verbalmente, arrastradas y golpeadas. Gladiolos aplastados por botas militares. Así son las bochornosas primaveras cubanas, y el resto del año y de los años…
Jardines sin flores. Calles con más baches y huecos que pavimento. Bodegas con anaqueles vacíos. Vacía la mirada del bodeguero que no encuentra el medicamento para su hijo. Medicinas ausentes en las repisas de las farmacias. Médicos alquilados a otros países como mano de obra barata. Ingenieros sirviendo en cafeterías de moneda convertible. Convertibles con carrocerías de los años cincuenta de un siglo que terminó hace una década. Solares llenos de escombros como memoria de edificios que se dieron por vencidos. Niños que se inventan la alegría con palos y piedras. Sueños con sabores desconocidos. Hombres castrados que reinventan la virilidad a tres eyaculaciones por día. Noches que no se encienden. Luces que se marcharon. Polvo por asfalto y policías por transeúntes. Platos con comida ilegal. Fuentes públicas sin agua. Tuberías domésticas también sin agua. Maestros que gritan e insultan. Más gritos e insultos que maestros. Infancia violada por consignas guerreristas. Compra de boletos aéreos de una sola vía. O, el mar como única promesa. Rostros congelados en las gavetas. Voces que se olvidan. Miradas que ya no se reconocen. Jóvenes que se prostituyen y jóvenes que desaparecen. La esperanza como palabra prohibida. Primavera negra, primavera blanca, enterradas en el silencio. Hombres que se atrevieron a decir lo que pensaban, compartiendo el suelo de sus celdas con ratas e insectos. Trovadores de la Corte. Los mismos trovadores y la misma Corte. Gusanos como proveedores del pan de cada día. Mariposas que visten y calzan. Un país que no produce. Una Isla que mendiga. Dos hombres que han envejecido echándole la culpa al vecino. Un vecino que alimenta, pero se vitupera. Un imperio que se confunde con la CIA. La CIA convertida en imperio. Mártires terroristas. Héroes corruptos. Lealtades que se pagan hasta cierto punto. Suicidios asistidos. Lemas reciclados. Un solo apellido ordenando y dirigiendo por más de cinco décadas. Castro y Castro, re-encarnados en castrismo. Un Fidel que se apoderó de las calles. Un Raúl que no devuelve las calles. Una prensa que no informa. Detenciones, secuestros. Osados en prisiones. Delincuentes gobernando. Enfermos mentales muertos de hambre y frío que nadie paga. Una población sin noticias. Hospitales que propagan estafilococos. Vulgaridad como aprendizaje. Un pueblo que prefiere ser extranjero. Dos viejos que controlan a todo un pueblo. Cardenales que no protegen a los feligreses. Mujeres pacíficas abusadas verbalmente, arrastradas y golpeadas. Gladiolos aplastados por botas militares. Así son las bochornosas primaveras cubanas, y el resto del año y de los años…
10 comments:
Eufrates, has hecho una fotografía del alma de Cuba.
Tu lente va más allá de la cámara.
Excelente!
Que tristeza e indolencia generalizada en nuestro país. Cuantos años haran falta para reconstruir todo, desde los edificios hasta los principios y valores humanos de los cubanos vejados y olvidados por la sobrevivencia diaria. Mariposas que alimentan, calzan y visten.
Muy fuerte! En este texto encuentro el dolor que noto en la mirada de mis amigos cubanos; incluyo la suya Don Eufrates. Mi abrazo de siempre. Rolando.
Éufrates,
a los primeros que les oí decir que querían “ser extranjeros” fueron mis hijos; ahí supe que tenía que sacarlos de Cuba a cómo fuera. Menos mal que lo logramos y ahora son dos hombres que no cargan el lastre nuestro que es una java llena de piedras.
Cuanta verdad en pocas palabras!
Pobre Cuba! La gente manipulada, desconociendo todo lo que de verdad importa y se oculta. Todo podrido: desde la Educación hasta el sistema de salud, muchachas prostituidas...qué dolor! Hasta cuándo! Es una historia que parece no tener fin!
Nuestro dolor es insoportable,la tristeza, la apatia y carencia de optimismo es nuestro credo.
Hace mucho que un escrito no me confronta con la realidad de mi pais, es un dolor sin fin, una pandemia sin remedio, necesitamos mucho mas que el tiempo para curarnos, a lo que mas le temo es que siento que no existe recuperacion, al menos en estas proximas decadas, como duele nuestra triste realidad.
gallego te levantastes deprimido!
es la realidad pero ay q' seguir palante
escalofriante y real!excelente!
Que fuerte!
Pero asi es no hemos visto otra cosa...
Post a Comment