Friday, April 2, 2010

“LAURA SECORD: CHOCOLATE Y PATRIOTISMO…” por Ámbar.


“Laura Secord: Chocolate y patriotismo unidos”

Por Ámbar

Cuando a un canadiense se le menciona “Laura Secord” enseguida piensa en la famosa marca de chocolates. Incluso, si usted le pregunta a alguno de ellos quién fue Laura Secord probablemente le responderá que fue la creadora de los bombones en Canadá. ¡Pero qué cosas tiene la vida, si esta gran mujer murió sin haber probado nunca un bombón con su nombre!


¿Pero por dónde le entra el “chocolate” a esta historia?

Aunque Laura Secord nació en Massachusetts el 13 de septiembre de 1775, su padre, fiel a la corona inglesa, se mudó tras la Revolución Americana con su familia al poblado de Ingersoll, cerca de Niagara Falls, en Alto Canadá (hoy Ontario).


En 1797 Laura se casó con James Secord y vivían en Queenston, Alto Canadá. Pero comenzó la llamada Guerra Anglo-Americana en 1812 y cuando el 27 de mayo de 1813 el ejército americano lanzó con éxito un ataque al otro lado del río Niágara, la familia Secord fue forzada a alojar a oficiales americanos. En la noche del 21 de junio, Laura escuchó a unos americanos tramar el lanzamiento de un ataque sorpresivo sobre las tropas dirigidas por el Lugarteniente británico James Fitzgibbon, ubicadas en Beaver Dams. Esto podía favorecer el control de los americanos en la llamada Península del Niágara.


Laura se levantó temprano a la mañana siguiente para avisarles a los ingleses. Caminó aproximadamente 30 km por bosques peligrosos por sus animales salvajes, desde el actual Queenston a través de St. David's, Homer, Shipman's Corners (actualmente St. Catharines) y Short Hills. Subió los acantilados del Niágara para poder llegar al campo de los guerreros indios, quienes a su vez la llevaron hasta el cuartel de Fitzgibbon.


Gracias a su aviso, una pequeña fuerza británica y un contingente de guerreros Mohawks se prepararon y emboscaron a los americanos. El combate, conocido como la Batalla de Beaver Dams, ocurrió el 24 de junio de 1813 cerca de Fort George. Como resultado los británicos vencieron y tomaron prisioneros a casi todos los soldados americanos.

La historia se convirtió leyenda en Canadá. Una vieja versión decía que Laura se llevó una vaca como excusa para salir de su casa, en caso de que las patrullas americanas la encontraban.


En 1860, cuando Laura tenía 85 años, el Príncipe de Gales, Albert Edward (luego Eduardo VII) le envió 100 libras esterlinas como recompensa. Este fue el único reconocimiento que ella recibió en su vida. Fue enterrada junto a su esposo en el Cementerio de Drummond Hill en Niagara Falls.

Pero ¿y el chocolate? Fue idea de Frank P. O’Connor rendirle homenaje a la heroína canadiense usando su nombre para un pequeño negocio de venta de dulces y chocolates caseros que inició en 1913 en la calle Yonge de Toronto.


Sus dulces tuvieron tanto éxito que expandió su compañía por todo Ontario y Québec. En la década de 1930 abrió una oficina en Winnipeg y comenzó a extenderse por todo el país. En los años 60 la marca sufrió una serie de cambios de propietarios y actualmente pertenece a Nutriart Inc.


Cuenta con casi 125 tiendas y es el mayor productor de chocolates de Canadá. Vende además helados y otros tipos de confituras. Es un “orgullo canadiense”.


9 comments:

Anonymous said...

O sea fue una chivata contra los americanos, y por eso... ¿ Hay que homenajearla?
Si nosotros no somos canadienses, cuyo complejo es vivir odiando a los americanos y no poder dejar de depender de ellos.

Taoro said...

WOW...una dulce mañana.
No conozco los chocolates, pero sin dudas fue una inteligente operación de marketing otorgarle el nombre de Laura S.
Interesante y bella historia.

Eufrates del Valle said...

Anonimo de las 7:57am, esta historia sucedio hace dos siglos!

Mire que soy pro-americano de la cabeza a los pies, pero lo digiero comiendo unos exquisitos Laura Secord que la autora de este articulo ha tenido a bien enviarme por correo... Se los recomiendo.

Ambar said...

Al Anónimo le digo que cada país honra a sus héroes y ella lo fue en su momento. Además, quién te dijo que los canadienses odian a los estadounidenses? Corrección: Canadá pertenece a América del Norte, o no sabes geografía? y quién te dijo que Canadá depende de Estados Unidos? Hay comercio bilateral con el que se favorecen ambos países. Hasta el níquel para las armas de US en las dos guerras mundiales se extrajo de Canadá! Aprende Historia y Geografía!

Yosi said...

Que historia mas interesante y desconocida por mi, incluso esos chocolates nunca habia visto esa marca, no soy muy fan a los bombones. Tendre que ir a Canada algun dia y probarlos. Gracias Ambar y Eufrates por este articulo muy apropiado para estas fechas achocolatadas !

cubarayo said...

Maravilloso. Buena seña de que se se producen cosas buenas en Canada.Gracias

cubarayo said...

El pasado entre americanos y canadienses no es el tema de que se trata este articulo sino de una persona que tuvo a bien honrar la tierra que le vio nacer. Cuanto orgullo para aquellos,cuyo nombre hoy recidiva en boca de sus conciudadanos (sobre todo cuando lo que se presenta en su memoria tiene tan delicioso sabor)y que pena para aquellos que nublan la cultura con estigmas de una asquerosa opinión política. Muy buen artículo. Gracias Ambar.

Victor Mozo said...

Mi querido Eufrates: Será muy conocida por estos lares, pero como buen aficionado al chocolate digno de ese nombre, te diré que el chocolate de Laura Secord, dista mucho de lo que es sinónimo de calidad. Los aficionados al cacao como yo que pululan por estas tierras de Québec van a muchas otras chocolaterías, donde se fabrica el chocolate artesanalmente, como Dios manda. Aquí se producen cosas muy buenas, pero ese chocolate nunca será el mejor. Y respecto al comentario de que vivimos odiando a los americanos, nada más absurdo. Simplemente, en esta parte de América se vive con un concepto más europeo, sobre todo en la provincia de Québec. Hay diversidad de opiniones y punto. Muy buen tema como siempre.

Violette said...

Querida y versátil Ambar, no dejas de sorprenderme. Pero, vamos a ver,...ya tus artículos estan dando de que hablar y polemizar, esta vez muy bien servido en estuche de chocolates. Un brindis por aportarnos tan interesante trabajo sobre Laura Secord, la heroína de la guerra del 1812. Aplausos y no te distrigas por un troll de blog anónimo que busca llamar la atención en el sentido más infantiloide.