El 2010 lo esperé en Destino NYC atraído en primer lugar por su Chef Ejecutivo, Mario Curko, y su renombrada cocina del sur de Italia. Curko tiene en su pedigree el haber trabajado con anterioridad en Rao’s, un restaurante en el que he tratado de reservar una mesa durante 16 años, infructíferamente.
Sucede que Rao’s cuenta con sólo 10 mesas, de las cuales 9 están reservadas permanentemente. La mesa disponible para los simples mortales como yo es disputada cada noche a tal punto que puedes pasar una semana colgado al teléfono, que nadie del restaurante tomará la llamada. Así es la cosa.
Este acogedor restaurante se encuentra en Pleasant Avenue y la 114 Street, dirección poco transitada por personas ajenas al East Harlem, y lleva en esa esquina ciento catorce años, imperturbable a los acelerados cambios que se producen en la ciudad.
Su historia comenzó cuando un joven inmigrante italiano llamado Charles Rao compró en 1896 un salón que había servido de cervecería, para establecer un pequeño restaurante de vecindario dedicado a la comida sureña de su país natal. Al morir 13 años después, Rao’s quedó en manos de sus hijos Louis y Vincent, quienes a su vez lo dejaron de herencia a otros miembros de la familia, hasta el día de hoy.
La ubicación no podía ser más ideal. Tal como expliqué en el post dedicado al East Harlem, este barrio fue asentamiento de una parte de la comunidad italiana de New York, mucho antes de la llegada de los puertorriqueños masivamente, por lo cual era conocido con anterioridad como el Harlem Italiano. En la actualidad, Rao’s ha quedado como un monumento estoico de aquella época.
Dicen las lenguas murmuradoras de la ciudad, yo sólo repito, que durante las primeras 60 ó 70 décadas del siglo XX, Rao’s funcionaba como comedor privado de las familias de padrinos y ahijados que tanto nos han apasionado a través de las películas. Otras se aventuran en sus murmullos al decir que las “bendiciones” en Rao’s duran hasta hoy día. Como les dije, yo sólo repito lo que he escuchado de boca de los juglares.
Sin embargo, a pesar de que durante 16 años no he podido lograr una mesa en Rao’s, conozco la sazón gracias a la línea de productos que dicho restaurante ha lanzado al mercado. En mi supermercado más cercano venden sus salsas para pasta, doblemente cara de las conocidas usualmente, pero que una vez probadas es difícil dejarlas de consumir. Incluso, cuando viajo, suelo llevarlas de regalo a amigos y familiares.
De todas ellas, la de Vodka es mi preferida, la que solemos usar en casa, y con la cual deleitamos a los invitados si la cena de pastas se trata, mientras, de vez en vez marcamos el número de Rao’s a ver si la suerte nos premia con la mesa de restaurante más inaccesible de esta ciudad.
10 comments:
Suerte con su mesa inalcanzable Don Eufrates, ud insista que el que persetriunfa vera. Sera de esos lugares pequeños acogedores que uno se siente como en casa. A mi me encanta la pasta asi que me debo una salsa Rao. Saludos !
Estimada Yosi, no dejes de probarla! Lo que si te advierto, despues de probarla, se vuelve adictiva! LOL!
qué linda entrada, qué bien señalada, ya me tienta ira a ser bendecida en esa sola mesa...
aunque por lo que leo por su web dicen que si no alcanza mesa puede ir a tomarse una copa en el bar...
preparo buenas pastas con buena influencia italiana de mi hijo mayor que vivió en esa bella tierra mediterránea por 12 años, pero prefirió Miami...
tengo que comprar una buena salsa o los roasted pepper... gracias Eufrates siempre tan oportuno en enseñarnos estas maravillas...
Muy interesante la historia de Rao's.
Lo de la única mesa disponible y su larga espera me han dejado impresionado.
Aunque lo que sucede conviene, estoy seguro que en Rao's nunca le cocinaran con el amor con que lo hace Escolástica.
No sabia nada de Rao, hasta este pasado 31 de Diciembre, donde junto a unos amigos y a Don Eufrates, despedimos el ano en Destino NYC, les cuento que la comoda es "de muerte lenta" el lugar precioso y el ambiente muy rico, con una mezcla de edades fabulosas desde los late's twentys hasta aqellos de la edad de Don Eufrates, Jajajjaajjaajajajjjaaaaa
el ambiente es casual elegante,(Chic) gente del barrio y note alguno que otro ejecutivo o funcinario de la ONU pues Destino esta diagonal a la ONU. Tengo fe que mi buen amigo Eufrates continue en su lucha y logre una mesa en RAO. (Esa no me la pierdo yo.)
Les quiere,
Omar
Querida Olga, te recomiendo que empieces por la Vodka Sauce de Rao's.
Dilecto Taoro, es una combinacion perfecta: el arte culinario de mi Escolastica, combinado con las salsas de Rao's... LOL!
Gran Omar, vamos a aclarar, que ni usted es tan joven ni yo tan viejo! LOL! Hable con propiedad, habia un par que me sobrepasaban... Y, ya le he advertido, empiece a marcar el # de tel. de Rao's desde ahora...
:)
Emily
He tenido la suerte de viajar en un par de ocasiones a Italia y he comido en lugares adorables, sin llegar a ser caros. Nunca me olvidaré de una trattoria veneciana en la que comí el mejor lenguado de mi vida, en un local en el que ves directamente al cocinero preparando los platos... ¡qué más pedir!... ¡ah! un estupendo postre, por supuesto.
Aún así, las fotografías del Rao's invitan a traspasar sus puertas y esposarse a la barra del bar hasta que me den mesa :-)
P.D.: en Italia también entré en algún que otro sitio, que mejor olvidarlo.
es un placer leerlo, definitivamente,
gracias,
Abel
Querido Eu, va usted a tener que hacerse amigo de los Soprano o los Corleone para que lo dejen comer allí. Por cierto, me preocupa mucho que su amigo Omar haya tenido que despedir el ano. ¿Cómo le ha ido desde entonces?
Ric
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