Friday, May 14, 2010

DOS INÉS (II) por Ámbar


“DOS INÉS: UN NUEVO MUNDO (II)”

Por Ámbar

Doña Inés de Hinojosa, natural de Barquisimeto, Venezuela, era una hermosa mujer de respetable riqueza, poseía diversas casas y haciendas. De carácter fuerte y dominante, era sumamente caprichosa, ardiente y apasionada.

Se casó en el pueblo de Carora con don Pedro de Ávila, jugador y bebedor, quién como no tenía su propio dinero, gastaba a manos llenas el de Inés. Era además mujeriego, lo cual llenó de celos a su esposa, quien fue perdiendo el amor y se puso a dilucidar cómo deshacerse de él. Vio su oportunidad cuando al pueblo llegó don Jorge Voto. Éste era un profesor de música y danza, que se enamoró con locura de ella y juntos tramaron la muerte de Pedro.

Carora, Venezuela.

Una noche al salir de una taberna, lo siguió y lo mató a cuchilladas. Cuando Inés lo supo salió a la calle llorando con desesperación, pidiendo el castigo para el asesino. Todo lo hizo con ademanes tan teatrales que atrajo la compasión del pueblo. Aunque las autoridades averiguaron el crimen, no pudieron descubrir a sus autores.

El músico se trasladó a Pamplona en el Nuevo Reino de Granada. Luego Inés lo siguió; allí se casaron y fijaron su residencia. A doña Inés la acompañaba desde Carora su sobrina doña Juana, una bella joven.


Pasado un tiempo se trasladaron a la ciudad de Tunja (actualmente capital del departamento colombiano de Boyacá), que tenía fama en el Nuevo Reino de Granada por su cultura y su bella arquitectura. Allí se ubicaron en una mansión frente a la casa del Escribano Vaca, cuñado de don Pedro Bravo de Rivera, encomendero de los indios de Chivatá.


Como Jorge Voto vivía muy ocupado en sus clases y en viajes que hacía a Santafé de Bogotá, ello favoreció el inicio de nuevos amores entre Inés y Pedro Bravo de Rivera, el encomendero. Para disimular sus visitas, éste comenzó un noviazgo con Juana, la sobrina de Inés. Luego arrendó la casa contigua y mandó a hacer una puerta clandestina en el muro que separaba ambas edificaciones. Y para llegar a la plenitud de su amor, decidieron asesinar a Jorge Voto.

Interior de una vivienda de la época en Tunja.

Era el año 1571 y cierta noche, tras una opípara cena para celebrar el noviazgo de Juana, don Pedro Bravo de Rivera, su hermano don Hernán Bravo de Rivera, y don Pedro de Hungría, sacristán de la iglesia principal, hicieron salir de la casa a Jorge Voto con un pretexto y lo mataron cerca del río de la ciudad.

Inés de Hinojosa hizo lo mismo que en Carora, lloró a gritos y pidió castigo para sus asesinos. Pero el Corregidor de Tunja no le creyó pues ya circulaban rumores callejeros sobre sus amores con Don Pedro y realizó una investigación a fondo. La historia criminal de Inés pudo saberse gracias a que doña Juana, la sobrina, confesó todo.

Inés fue apresada en la iglesia donde se celebraba la misa a su esposo, y poco después también lo fueron don Pedro y Hernán Bravo de Rivera. Sin embargo, el sacristán Pedro de Hungría logró huir y nunca se supo su paradero.

“La calle del árbol” en Tunja, Colombia.

La bella Inés de Hinojosa fue ahorcada en el árbol plantado delante de su casa, un frondoso arrayán, mientras que el encomendero Pedro Bravo de Rivera murió degollado. Su hermano Hernán Bravo de Rivera también fue ahorcado en la picota. Desde entonces los tunjanos llamaron con terror a esa arteria del pueblo “la calle del árbol".

Cuenta la leyenda que el perro negro de doña Inés de Hinojosa permaneció durante varios días aullando bajo el árbol hasta que murió. Se decía que en horas avanzadas de la noche se veía el fantasma de la asesina y que una llama tenebrosa salía de “la calle del árbol” hasta perderse en la Catedral de Tunja.


Sobre esta mujer de leyenda Próspero Morales Pradilla escribió la novela “Los pecados de Inés de Hinojosa” que fue llevada a la televisión colombiana con Margarita Rosa de Francisco en el rol protagónico.

Estado actual de la casa de Inés de Hinojosa.

8 comments:

Yosi said...

Cada día nos sorprende más estimada Ambar, esta otra Inés era una pícara y embaucadora de hombres, seguro tenia encantos irresistibles. No sabía su historia. La actríz Margarita Rosa de Francisco fue esposa de Carlos Vives y protagonista también de Café con Aroma de mujer (conocida como Gaviota), aquella novela colombiana que pego tanto en Cuba a mediados de los 90s.

Olga ADmiradora said...

...a esta Inés no la conocía... sin escrúpulos la Señora...el que sufrió fue el pobre perro...

Gracias Ambar por darnos unos viernes tan interesantes

Eufrates del Valle said...

Esta Ines era -literalmente- "de armas tomar..."

Yosi, quizas tenia un diamante, o quien sabe?, puede haberlo tenido horizontal en vez de vertical... LOL!

Olga, como a ti, quien me ha dado lastima en esta historia es el perro, sin duda alguna...

Gracias estimada Ambar por tus deliciosos posts!

Arq: Cheo Malanga said...

Interesante historia.
Dos mujeres con un mismo nombre, pero sentimientos muy diferentes.
Gracias Ambar por estas cautivadoras historias.

Taoro said...

Solavaya, esta otra Inés se las trae.
Por si acaso no beberé mas, no jugaré ni llegaré mas tarde a casa.
Muy buena la serie de las "Dos Inés".

Omar Martinez Be said...

Buenisimo este post, como dice Taoro, "Solavaya" la Ines fue tremenda, pero bueno, punto y aparte fue una mujer interesantisima, algo fria, y "feminista" para la epoca, las Ines de ahora son mas modernas, les cambian las medicinas a los maridos.. jajajjajaja Solavaya...

Violette said...

Bueno, he quedado nuevamente sorprendida...tremendo hilo. O mejor dicho, al decir de los cubanos:"tremenda perla que era la Doña", se pasó de ardiente y pecadora. Como siempre...genial Ambar!Un beso.

Ambar said...

Yosi: Sí, efectivamente, ella fue la protagonista de Café con aroma de mujer, en el personaje de Gaviota.
Olga: Cierto que no tenía escrúpulos, en el libro se pueden leer más pasajes sobre sus ardides para atraer a los hombres. También se narran escenas lésbicas con su sobrina. Hay mucho de leyenda, pero lo del perro parece que fue verdad.
Eufrates: Gracias por darme este espacio semanal y compartir estas historias con tantas personas que aman nuestra cultura y la historia de nuestra América.
Cheo: Estuve buscando una Inés cubana. Hay referencias a la dama que inspiró la Giraldilla como Inés de Bobadilla, sin embargo, otros historiadores dicen que se llamaba Isabel. Pude confirmar que Isabel de Bobadilla fue su madre (que gobernó en las Islas Canarias), en tanto la esposa del gobernador de La Habana, fue Inés, pero no hay nada concluyente.
Estimado Taoro: ¡Cuidado con lo que tomas! Las hay peores en nuestros días. La maldad, como la bondad, siempre existirá.
Omar: Gracias por tus comentarios. Efectivamente Solavaya! con esta Inés. Engañadora, engatusó hasta a los carceleros que la custodiaban, se dejaba mirar mientras se bañaba o desvestía…casi logra escapar del castigo gracias a “sus artes”.