Thursday, July 1, 2010

LA ESPIA QUE VINO DEL PERU, VICKY PELAEZ (I) y LA COLUMNA QUE FIDEL CASTRO NO PUBLICO EN NEW YORK

Foto: Natacha Herrera

Por Natacha Herrera

Trabajé en El Diario/La Prensa desde 1994 hasta el 2008. Entré a ocupar la plaza de Translator/Proofreader que el Departamento de Producción tenía abierta, pensando que en unos meses podría cambiarme al Departamento Editorial para continuar desarrollándome como periodista, mi carrera por estudios, y por ejercerla durante 10 años en Cuba y 5 en Miami. El Diario, como empleador, ofrecía excelentes beneficios, ya que los empleados estaban cubiertos por la Union (sindicato) que protegía a los trabajadores de los periódicos más importantes de New York, incluido The New York Times.

Medio año después, con la llegada de Rossana Rosado en 1995 como directora del Departamento Editorial, con su agenda política a favor de la dictadura de Fidel Castro y su marcado rechazo a la comunidad cubana exiliada en los Estados Unidos, comprendí que mi carrera periodística quedaría truncada, y pasé el resto de los 13 años y 11 meses en dicha compañía traduciendo la publicidad, haciéndole las correcciones finales y dándole el OK para su impresión, en aras de mi estabilidad económica y el paquete de beneficios.

En 1998, al fallecer Carlos A. Ramírez -uno de los dueños de El Diario/La Prensa- Rossana Rosado pasó a ser la Publisher (Gerente General) y asignó como Director Editorial a Gerson Borrero, un personaje vulgar y con muy poca preparación en gramática y redacción del idioma español, devenido en popular “periodista” dentro de la comunidad puertorriqueña de New York gracias a sus flameantes diatribas a favor de Fidel Castro y en contra de los Estados Unidos y la “mafia cubana” de Miami. Ambos son los culpables de que una periodista totalmente parcializada con las dictaduras de izquierda y prejuiciada contra los EE.UU. como es Vicky Peláez, se convirtiera en una voz de opinión en esta ciudad.

La lista de encontronazos políticos entre Vicky y yo es interminable. En los primeros años, cuando todavía intercambiábamos civiles saludos y comentarios, solía decirle: “Ay Vicky, tan bien que escribes y tan mal que piensas”, pues reconocía que sus artículos estaban desde el punto de vista formal bien escritos, pero sus mensajes totalmente nocivos, partidistas y poco objetivos, sobre todo al tratar el tema cubano y su desprecio al país que la había acogido y al que ella le había jurado lealtad al nacionalizarse.

Sin embargo, un editor que por un tiempo su cubículo colindó con el de Vicky, me comentó que se había dado cuenta que ella en realidad no escribía bien, pues escuchaba diariamente como el esposo de Vicky -a través del speaker del teléfono- técnicamente le pulía los textos.

También me llamaba la atención el hecho de que, para ocupar una plaza de editor en El Diario/La Prensa, como requisito el periodista tenía que ser bilingüe en inglés-español. Sin embargo, en las reuniones del sindicato, Vicky Peláez siempre pedía que le tradujeran al español lo que los representantes estuvieran diciendo. Era sabido que ella ni hablaba ni entendía el inglés. Sin embargo, Gerson Borrero la premiaba con una columna semanal, mientras que en las reuniones editoriales él se refería a los contadísimos cubanos que allí trabajábamos como “los gusanos”.

Hago esta introducción para que el lector entienda que la detención de la periodista Vicky Peláez el domingo pasado como espía del gobierno ruso, si bien me cogió de sorpresa, no me asombra.

Como columnista de opinión del diario en español más antiguo de los EE.UU. y más leído en New York y New Jersey, Vicky Peláez ha sido un monstruo alimentado por los intereses políticos de la Publisher Rossana Rosado y del exdirector Gerson Borrero. El CEO de Imprimedia (compañía a la que pertenece El Diario/La Prensa actualmente), John Paton, estaba al tanto de esta situación desde que compró el periódico en el 2003.

LA COLUMNA QUE FIDEL CASTRO NO PUBLICÓ EN NEW YORK


Empezaba el otoño del 2003. El Diario/La Prensa estrenaba nuevos dueños y todos los empleados estábamos curiosos por ver qué rumbos tomaría el periódico. Recuerdo que era un jueves cuando llegó a mis manos una publicidad inusual. Venía en formatos de cintillo, cuarto de página y media página, y en colores (que siempre es más cara) para mi sorpresa costeándola el propio periódico. En la misma el Director Gerson Borrero anunciaba que a partir de la semana siguiente, todos los lunes el Diario publicaría “una columna del presidente Fidel Castro”.


Al leer aquello me dio un escalofrío que me paralizó por unos segundos. ¿Cómo a un dictador que acababa de encarcelar a 75 periodistas cubanos durante la Primavera Negra en Cuba reprimiendo la libertad de expresión, un periódico hispano de los EE.UU. le daba la palabra en vez de solidarizarse con los colegas de profesión silenciados tras las rejas?

Reaccioné intuitivamente con tres llamadas telefónicas: a Paquito D’Rivera en New Jersey; a Vivian Gude en Miami; y a otra amiga cubana en New York (que no le he consultado si puedo mencionar su nombre). A los tres les leí el texto de los avisos que yo tenía que enviar a la planta.

Ellos se encargaron del resto.

Luego supe que entre el viernes y el sábado John Paton, uno de los canadienses que acababan de comprar El Diario/La Prensa, recibió decenas y decenas de emails de exiliados cubanos criticando la columna que el periódico estaba anunciando. El primer email que recibió fue de Paquito D’Rivera.



John Paton -parece ser- todavía no sabía que la comunidad cubana en New York no tenía (ni tiene) fuerza política ni económica, tampoco peso entre los lectores del Diario.

El domingo en la noche, un amigo del Departamento Editorial me llamó por teléfono a casa para decirme que Paton (que se encontraba ese fin de semana en Canadá) le había ordenado a la Publisher Rossana Rosada que se encargara personalmente de detener la columna de Fidel Castro que se estaba imprimiendo en ese momento para salir el lunes.


Por los recortes de periódicos que he ido intercalando pueden apreciar el revuelo que se formó porque, además, acostumbrado a que Rossana Rosado le permitiera usar las páginas del Diario como propaganda política, Gerson Borrero renunció como Director ese mismo lunes, pensando quizás que con ello presionaría para que su compromiso con el gobierno de Cuba -la columna de Fidel Castro- viera la luz.


Luego se habló de que era una serie de columnas de distintos presidentes latinoamericanos. Lamentablemente no guardé recortes de dicha publicidad, pero puedo asegurar que aquellos avisos sólo mencionaban a Fidel Castro como columnista cada lunes.


Tras la renuncia de Gerson Borrero, muchos colegas que si bien no podían asegurar que había sido yo “siempre -en-guerra” quien había detonado la bomba pero sospechaban, en voz baja hacían chistes como estos: “¡Gracias Fidel!”, por haberles quitado a Gerson de encima.


Otros, los abanderados de las dictaduras de izquierda y adoradores de Fidel Castro, temían que la era de usar el periodismo con fines políticos se había terminado en el Diario. Entre ellos Vicky Peláez, quien se paró en el Newsroom y en voz alta dijo: “Voy a comprarme un par de zapatos nuevos para aplastar a los gusanos que hay por aquí”. Sé que uno de los cubanos que trabajaban en aquel momento se quejó de las palabras de Vicky ante Alicia Piñeyro, Directora del Departamento de Recursos Humanos. Yo fui la segunda. Pero la compañía hizo caso omiso, como siempre, ante las quejas de abuso verbal que solíamos recibir por razones políticas.


En el artículo anterior, pueden apreciar como hasta el ex Presidente del Condado de El Bronx (1987-2001) Fernando Ferrer, utilizó las páginas de Opinión de El Diario/La Prensa para emitir su criterio en contra de la cancelación de la columna de Fidel Castro, sin cuestionarse siquiera por qué hay que darle la palabra al hombre que en ese momento era el único que opinaba en Cuba, y sin ninguna muestra de solidaridad con los periodistas prisioneros de la Primavera Negra que acaba de ocurrir en la Isla.

Pero la "sangre izquierdista” en el Diario no llegó al río. Rossana Rosado se encargó de convencer a John Paton* que los cubanos no patrocinábamos el periódico, y que la mejor vía era cerrar círculo con los políticos de la comunidad puertorriqueña, mayormente defensores de Castro en New York. Si bien Gerson Borrero no volvió a dirigir el Departamento Editorial del periódico, quedó como columnista invitado tres veces a la semana.

Por supuesto, no faltó la voz de Vicky Peláez en esta historia.


Finalmente el Daily News tradujo al inglés la controvertida columna de Fidel Castro y la publicó.

Ni siquiera era una columna original, sino pedazos de discursos del gobernante exportando la imagen de una educación nacional intachable. Sólo los cubanos sabemos el daño que Fidel Castro ha hecho a la educación en nuestro país.

En el 2003 con regocijo un grupo de cubanos pudimos callarle la boca al dictador.

(Mañana, la segunda parte de “La espía que vino del Perú, Vicky Peláez”)

*Fuentes cercanas a El Diario/La Prensa me acaban de informar que John Paton vendió sus acciones de Impremedia hace aproximadamente medio año.

17 comments:

Olga ADmiradora said...

Leo esta historia y me sube la presión, lo único que puedo decir es que uno a uno los que han apoyado al maléfico castrismo serán juzgados de una u otra forma, el daño de Fidel al mundo es imperdonable!!!
Gracias, Eufrates, por publicar estas verdades!
(si hubiéramos estado en época de la Inquisición a la Vicky esa la hubiéramos quemado en un caldero, es lo menos que se merece... para gente como esa me hubiera prestado para encender el fuego, que Dios me perdone.)

Victor Mozo said...

Muy interesante. No quiero perderme la continuaciòn. Chapeau, Eufrates, tu blog vale mucho!Saludos, Victor.

jecuevas said...

¡Qué duro vivir en un país libre y trabajar bajo la tiranía de un personaje como Vicky! Demasiado tiempo además el que llevó a las autoridades a desenmascarat a semejante personaje.

Yosi said...

Yo si me hubiera comprado un par de zapatos nuevos pero con tacones de punta para escacharle la cabeza a la gentuza esa sin etica profesional. Natacha hizo tremendo aporte a que los tentaculos del dictador no se extendieran por NY. Esperamos el desenlace final.

Olga ADmiradora said...

Debían mandarla a vivir como un cubano de a pie sin poder expresar lo que siente para que supiera de verdad lo que defendía: miserables son todos lo que apoyan semejante ideología!

Ambar said...

Clase de personaje! Menos mal que ya la han detenido. Me irrita leer algo que imaginaba: el apoyo de tantos puertorriqueños a Fidel.Como dice Olga: deberían mandarlos a vivir como los cubanos de a pie, con la libreta de la bodega y sin un dólar en el bolsillo.Sólo los cubanos sabemos lo diabólico que es Fidel Castro, un encantador de serpientes para quien no lo ha padecido.

Alfredo Pong said...

Esta "individua" es solo la punta del iceberg que compone los miles de tontos útiles y enemigos hijos de la America Letrina, ahora les recomiendo que lean El Mundo BBC en español para que vean a otro "ex-guerrillero" ( Fernando Ravsberg )alabando a Alfredo Guevara...el nuevo Robin Hood del socialismo cubano, no hay otro camino que irle de frente a esta crápula marxistoide que persiste en que " El Futuro Pertenece Por entero al Socialismo"

ISOLDA said...

!Alabao! La que escribe este articulo estaba metida en la boca del lobo... por las cosas que tenemos que pasar los cubanos para abirnos camino no tienen fin...

!Se salvaron en Nueva York que salieron de ella! Saludos estimado.

Güicho said...

Un subtítulo apropiado sería Un chiquero en Nueva York.

Nada cambiará, aunque Vicky pase unos años lamiendo involuntariamente entrepiernas afroamericanas.

Rodrigo Kuang said...

Y mira que por esa época las muelas del comandante ya empezaban a divagar de manera alarmante. Es como si esa ultraizquierda ciega que hay por ahí, además de perder la decencia, hubiesen perdido también todo rastro de cordura. Para muestra, vayan a ver los comentarios que no se borran en Cubadebate, cada vez que publican una de esas alucinadas reflexiones. Contienen más chochera que los del propio líder supremo, y parece que hablaran con Dios. Para ellos trabajaba esta señora que cogieron, por fin, asando maíz.

Pedro Rholax said...

Todo eso es mercadotecnia, simplemente, vender y vender. Caiga quien caiga. Y de trasfondo la terrible envidia que nos tienen.

Omar Martinez Be said...

De acuerdo con Pong y Guicho: Es un gran chiquero!! y estamos rodeados de muchas Vicky Pelaez, veremos como termina el primer acto de la obra.
Saludos!

E. Ceira said...

El supuesto periodista que odia a los cubanos. Ataque de injurias contra los cubanos en El Heraldo News de Dallas.
El periodista, Bernadino Pinto, quien escribe una sección del periódico El Heraldo News de la ciudad de Dallas, Texas, titulada “La Saeta” ataca de forma ponzoñosa a los cubanos en general y a los cubanos radicados en los Estados Unidos. Esto en el artículo titulado: Anastasio Hernández Rojas. Puede leerse en la edición impresa del viernes 11 de junio de 2010.


En su odio enfermizo, el Sr Bernadino Pinto, llama en este articulo a las Damas de Blanco de: “amantes y familiares de unos criminales cubanos” y justifica la represión contra ellas; a los cubanos que protestan en los EEUU: indeseables y los opositores presos en Cuba: criminales. Sigue descalificando a los cubanos de los cuales dice que son: alacranes, changos, sanguijuelas entre otros calificativos.

Aquí les dejo en este Anexo con partes del artículo del Sr Bernardino Pinto en lo que se refiere a los cubanos. En su momento, si es que lo ponen, en la edición digital del periódico El Heraldo News usted podrá leer el artículo completo.
http://www.conexioncubana.net/opinion/el-supuesto-periodista-que-odia-a-los-cubanos/

Anonymous said...

Recuerdo que mas de una vez ,despues de leer a Vicky pense"esta mujer esta pagada por Castro".Sus comentarios eran tan desatinados que daban risa.Detras de todo no habia ideologia ,solo financiarse su mansion en Yonkers.El Diario la prensa es el Granma de NY.Eufrates leo su blog casi desde que comenzo y si bien nunca he comentado no quiero perder esta oportunidad para felicitarlo por su excelente trabajo.Saludos,Ortiz.

Taoro said...

Me imagino que el ego del "comediante en jefe" se debe haber afectado mucho...buena esa.
Pronto caeran mas "avispas".

Pedro Rholax said...

Los cubanos discutimos por todo, y ayer no fue excepción. Tuve que cortar cuando mi amiga me negaba lo de la mercadotecnia e insistía en la labor difusoria de venenito socialista. Cabalero ¿Quién podrá juzgar la proporción? Si eso es cuestión subjetiva. Para esa peruana, decir que aplastará gusanos también puede ser aplastar a los que, si se salen conla suya, quitarán ventas y sueldo suyo. Qué les importa la suerte de los cubanos, si el nombre del juego es putearlos dentro y fuera de Cuba...La minoría más rica, es dificil de tragar :mucho más digerible caer en lo de la mafia americana. Yo ne visto mafia que trabaje de sol a sol, y ahorre e invierta con cabeza en vez de gastáerselo en traguitos y comer carne.
Si alguien es gusano, es quien viviendo fuera de lo que no le gusta escribe alabanzas del lugar donde huyó, y hay muchos cubanos asú, como una tal Doty o Kukuza de New Jersey, a la que se le mojan los pantaloncitos cuando le habla de Morticia Alonso y del Ché.
Lo de la mercadotecnia va; coloquen en una pagina una noticia de un perro adoptado y de un incesto, y díganme cual la gente leer primero. Pongan la noticia de la boda de Eva Longoria y de la boda Ricky Martin con manager varón, y lo mismo.

Belkis Cuza-Malé said...

Durante varios años Heberto Padilla trabajó en El Diario La Prensa, y tenía también una columna de opinión, pero un día dejaron de publicárselas. Su paso como trabajador de ese periódico estuvo plagado de situaciones nada agradables. Todavía conservo el carnet que le entregó La Prensa para realizar labores como reportero de ese periódico en lugares verdaderamente espeluznantes de Manhattan.
Yo también publicaba mis artículos en La Prensa, y fui objeto de muchos insultos por parte de algunos personajillos malévolos que escribían quejándose de por qué me tenían allí siendo cubana. Con la llega de Rosana al *poder* no me publicaron más. Bueno, lo mismo me sucedió años ha con La OPinión de Los Angeles y El Nuevo Día de Puerto Rico. Odio a los cubanos. Muy triste.
La desalmada Vicky Pelaez solía enviarme emails durante mi estancia en Texas, insultándome por mi labor al frente de La Casa Azul. No sé cómo estaba ella en mi lista de envíos. Creo que todavía todavía tengo su dirección de email.
La justicia de Dios ya se está encargando de ella y su abominable marido, otra de las perlas que envenenan las universidades americanas.
Gracias y bendiciones,
Belkis