Fotorreportaje: Escolástica de Del Valle
Un par de semanas atrás, mientras pasaba unos días en Madrid, y sin proponérmelo, llegué al Puente de Segovia. Para mí fue una experiencia increíble. Casi todos los años viajo a la capital española, y nunca se me había ocurrido visitar tan majestuosa construcción. Y, lo encontré así, casualmente, caminando el viejo Madrid acompañada de un elocuente niño de cuatro años y su abuela “turulata”, como mi pequeño amigo le dice. Sólo me faltaban mi Eufrates, y el estimado arquitecto Cheo Malanga con sus instructivas enseñanzas, para completar mi dicha.
Un par de semanas atrás, mientras pasaba unos días en Madrid, y sin proponérmelo, llegué al Puente de Segovia. Para mí fue una experiencia increíble. Casi todos los años viajo a la capital española, y nunca se me había ocurrido visitar tan majestuosa construcción. Y, lo encontré así, casualmente, caminando el viejo Madrid acompañada de un elocuente niño de cuatro años y su abuela “turulata”, como mi pequeño amigo le dice. Sólo me faltaban mi Eufrates, y el estimado arquitecto Cheo Malanga con sus instructivas enseñanzas, para completar mi dicha.
El Puente de Segovia es el más antiguo de esa ciudad. Su construcción fue ordenada por Felipe II a su arquitecto preferido Juan Herrera, arquitecto a quien también le debemos el Monasterio de El Escorial y el Palacio Real de Aranjuez. Este puente demoró dos años en erigirse, y desde 1584 se impone en el cruce de la encantadora y seductora calle Segovia con el río Manzanares.
Durante la Guerra Civil Española, el Puente de Segovia fue volado por los republicanos para evitar la entrada en Madrid de las tropas franquistas. Luego, al reconstruirse, se introdujeron algunas variaciones con respecto al diseño original. El puente fue ensanchado y se crearon 4 patines (dos a cada lado), más un embarcadero que se hacía obligado, a los pies del puente, por la canalización del río.
Cuando la obra para soterrar la carretera madrileña M-30, se descubrieron restos arqueológicos que corresponden a un puente primitivo que hubo, con más de dos siglos de anterioridad, a unos 95 metros al norte del actual; del mismo también hay constancia de su existencia gracias a unas cartas del rey Alfonso XI de Castilla, escritas entre 1345 y 1346.
El Puente de Segovia está elevado en sillares de granito y consta de nueve ojos con arcos de medio punto almohadillados. El arco de mayor anchura es el central. A partir de este, la luz de los arcos decrece gradual y simétricamente, hacia ambos lados. Un extraordinario monumento renacentista que recomiendo visitar si por Madrid anda.
11 comments:
Bravo por Escolásitca. Magistral. Niobe.
Es bonito el puente. Se puede caminar por arriba? o es solo para autos?
Un saludo para Escolástica y otro para Eufrates, de AB
Es muy lindo ese puente, alguna vez estuve por alla. Muy buenas fotos Escolastica, se ve que vive con un maestro!
Espero que tengan un buen fin de semana
Tuta
!!!Precioso puente Escolástica!!!.
Cuando Don Eufrates se porte mal con usted, lo podemos amenazar con lanzarlo desde el, ja, ja, ja.
Saludos a Eufrates.
Eufrates, dile a tu carnal Escolástica que le agradezco mucho, porque confieso que he estado en Madrid, como se debe, y no había visto ese puente. Cosas que me pasan.
Gracias, Escolástica. Difícilmente el dilecto Cheo Malanga podría haber dado un mejor tour de esta delicia arquitectónica. Saludos a Don Eu y a usted, como siempre.
una excelente pieza arquitectónica y como es muy frecuente en Europa, detrás de cada piedra una historia centenaria.
saludos, g.a.
siento decirte que ese no es el puente de segovia. Tus fotografías corresponden al viaducto de la calle Bailén. El puente de Segovia queda más abajo.
Saludos
En efecto, ese no es el puente de Segovia sino el viaducto.
ese puente me suena mas reciente,por lo que delata la parte ingenieril, no es renacentista,pero hermoso sin dudas.Creo que el puente de Segovia debe estar en otro lado. He estado en Madrid,pero no conozco esa zona. Gracias de todas maneras.No le quita ni un apice a este interesante Blog.
Hay que decir que este no es el puente de Segovia, sino el puente (o viadicto) de la calle Segovia. El puente de Segovia cruza el rio manzanares al final de esa misma calle y es de estilo renacentista, y en cambio, este sirve para que la calle de Bailén cruce por encima de la calle de Segovia, y es de principios del siglo XX
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