En Paz Descanse
+Doña Consuelo Felicia De Valois Cuevas Salazar y Orrit
(1909-2009)
+Doña Consuelo Felicia De Valois Cuevas Salazar y Orrit
(1909-2009)
Con motivo del deceso de +Doña Consuelo Felicia De Valois Cuevas Salazar y Orrit.
Sus familiares ofrecerán una misa por su Descanso Eterno, hoy sábado 20 de junio del 2009, en la Iglesia Saint Raymond situada en 3475 SW 17 St, Miami, FL 33145 a la 1:30 PM
Después de la Misa, sus cenizas serán depositadas en la propiedad familiar del Cementerio Caballero Rivero Woodlawn, situado en el 3260 SW 8th Street, Miami, FL 33135
Sección 18, jardín interior de La Capilla Central
La Misa será oficiada por el padre José Chabebe
Sus familiares ofrecerán una misa por su Descanso Eterno, hoy sábado 20 de junio del 2009, en la Iglesia Saint Raymond situada en 3475 SW 17 St, Miami, FL 33145 a la 1:30 PM
Después de la Misa, sus cenizas serán depositadas en la propiedad familiar del Cementerio Caballero Rivero Woodlawn, situado en el 3260 SW 8th Street, Miami, FL 33135
Sección 18, jardín interior de La Capilla Central
La Misa será oficiada por el padre José Chabebe
Tres meses atrás todos pensábamos que Consuelo sería eterna. Con un siglo a cuesta, ahí estaba, derechita, elegante, bondadosa, sonriente. Todavía lo pensaríamos si no fuese por un mal paso que la llevó con urgencia a la sala de operaciones. Para sorpresa de los galenos, Consuelo sobrepasó la cirugía, pero unos días después comenzó a apagarse como una velita.
Consuelo tuvo ocho nietos, y muchos otros postizos, entre los que me encuentro. Hoy, a la una y treinta de la tarde, mi pensamiento estará con todos ellos, mi familia ampliada de Miami.
¡Te extrañaremos, abuela Consuelo!
¡Descansa en paz!
Consuelo tuvo ocho nietos, y muchos otros postizos, entre los que me encuentro. Hoy, a la una y treinta de la tarde, mi pensamiento estará con todos ellos, mi familia ampliada de Miami.
¡Te extrañaremos, abuela Consuelo!
¡Descansa en paz!
Con sus nietos Oscar Luis y Lourdes.
Con sus nietos Omar y Lenis.Fotos: Eufrates del Valle. Tomadas en enero del 2008.
15 comments:
Que descanse en paz. Todas mis condolencias, Eufrates. Lo siento mucho.
Que ternura refleja en su rostro su abuela postiza Don Eufrates.
Mi mas sentido pesame a sus familiares y amigos y que descanse en paz.
Lo aconpaño en el sentimiento, Don Eufrates, y a su familia.
Que linda senhora. Dios la tenga en la gloria
una cubana mas
Una gran dama cubana. Mis más distinguidos sentimientos para usted y su familia.
Los acompaño también, Eu.
DESCANSE EN PAZ.
Lo siento, me da mucha pena. Niobe.
RIP.
Mi última abuela murió en la isla hace 4 años, tenía 91 y un gran parecido físico con doña Consuelo. Tuvo seis hijos de tres padres (1-1-4), pero ninguno con su cuarto marido. Se valió por sí misma hasta el último día.
Hermoso homenaje a la memoria de Abuelita... abrazos sentidos a toda la familia.
Eufrates, a juzgar por sus palabras su abuelita tuvo una vida plena y siempre supo rodearse de amor y afecto. Esa imagen perdurará en Ud. ¿Puede haber algo más bello? Mis saludos y un fuerte abrazo.
Lamento la pérdida de su ser querido. Se ha ganado la Gloria de Dios.
Mis mas sentido pesame, Eufrates, aunque no sean lazos sanguineos tenemos "familia" adoptada que a veces es mas fuerte.
Que descanse en Paz, Doña Consuelo.
En la misma iglesia St. Raymond le dimos la misa a las cenizas de mi Padre hace dos años.
Gracias Eufrates por querer a mi abuela con la ternura que has expresado. Gracias también a tus lectores por sus mensajes de aliento y cariño.
Deseo, si lo crees pertinente, incluyas en el lindo homenaje que le has dedicado a la abuela en tu blog, lo que escribí para leer en su misa.
Gracias anticipadas. Dios siempre bendiga a ti y a todos.
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Abuela nació el 20 de febrero de 1910 en La Habana, aunque vivió en La Villa de Pepe Antonio, Guanabacoa, en la periferia de la capital cubana, hasta 1970 en que abandonó la isla cubana, la patria que nunca olvido.
Es tan honda mi tristeza que mis palabras enmudecen al no encontrar la forma idónea de encausar su dolor. El llanto humedece mi alma, aunque sé que la muerte es ley inapelable de nuestro ciclo humano.
Abuelita Consuelo amó la vida como Dios se la concedió. Vivió consagrada a su familia, siendo recíproco nuestro amor hacia ella hasta el último hálito de su vida. Apreció las pequeñas cosas que hacen grandiosa la existencia: el trino de un ave que vuela raudo a defender su nido o ingenuamente saluda al sol con su canto.
Me decía que la lluvia eran lágrimas del cielo y que las gotas del rocío eran las de la Virgen. Ya viejita pasaba algunas horas sentadita en el balcón. Era su pasatiempo, mirar como los paticos recién nacidos se movían graciosamente detrás de la madre, que les enseñaba a beber el agua que había quedado estancada en cierto agujero en el pavimento.
Saludaba a los vecinos con su mano blanca y fina, siempre dadivosa de afecto, ya temblorosa por los años, mientras contemplaba las hojas de los árboles desprenderse de las ramas, así como caían las hojas de su vida. Allí, solita en su balcón, junto a su adorada gatica; en tanto, la luna, su astral y ferviente visitante, peinaba las nubes de su cabello con su refulgencia inmaculada y sus hermosos ojos de un profundo océano azul, se iban cerrando al silencio de la noche con todos los recuerdos atesorados en su memoria.
Mi abuelita fue un ser desbordado de ternura, sencilla y alegre. Era esa misma sencillez la que la enaltecía y la hacia brillar con luz propia. En su interior, cobijaba una niña que se quedó intacta en su alma hasta el fin de sus días, con un espíritu límpido, casi inocente, con una sonrisa siempre que brindar en las alegrías y penas.
Pasó un mes y días entre la vida y la muerte, extinguiéndose poco a poco, hasta que las fuerzas abandonaron su consumido y frágil cuerpecito. Sin embargo, se marchó con un gesto de paz dibujado en su entrañable rostro, y una delicada sonrisa elevada hacia el cielo.
¡Abuela querida, gracias por tu incondicional amor, por tu dulce abnegación! ¡Gracias por constituir una parte armónica de la mujer que hoy soy, por corregirme, forjándome más fuerte en la adversidad! ¡Gracias por protegerme del peligro y subir conmigo las montañas para tocar las estrellas junto a ti!
Dinorah C Rivas
Cuando Duele, duele!!
Gracias Eufrates, Gracias siempre.
Por tan bonito detalle, por brindar tu espacio espontaneamente para recordar a Abula Consuelo, hasta ahora no habia podido ver el "post" pues el desanimo, la apatia y tristeza me han copado totalmente, pue he perdido mucho en un ano, mi hermano, mi padre, mi abuela, mi pareja,y mi negocio, hablando en buen "Cubano" cuando llueve llueve! para no mensionar la otra cita de siempre "de las guyabas verdes"... una vez mas Gracias! mi carino y mis mejores deseos siempre.
Omarito
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