Saturday, November 28, 2009

DE CUANDO PLUTARCO SE AHOGO EN EL TITANIC


Querido Éufrates:

Estaba por contarte unas aventuras de esas que de recordarlas dan cierto rubor. Te confieso que he participado como extra en varias películas, la mayoría de las veces cobrando muy poco, porque de algo había que vivir; pero la primera vez que lo hice fue por puro placer y dinero.

Estaba en Tijuana con mi mujer y nos enteramos que un mejicano andaba buscando gente de tez blanca para participar en una filmación que se estaba desarrollando en la playa Rosarito, Baja California, muy cerca de donde estábamos.

Al principio no le hicimos mucho caso, pero mi mujer se enteró que la estrella de la película era nada menos y nada más que Leonardo DiCaprio y fue como si le diera changó con zapatos de pullas…. me lo pidió mil veces en diez minutos, me prometió que ella estaría tranquila y que si veía a alguien conocido no se iba a poner como una chiquilla a pedir autógrafos. Tanto me dio de lata que acepté y nos apuntamos. El mejicano que al parecer pertenecía a la producción, nos convocó para el día siguiente a las 7 de la mañana en la puerta de un hotel.

Mi mujer no pudo dormir; pasó toda la noche como una cotorra dilucidando si le quedaría bien el traje que le pondrían y miles de cosas más. Al otro día finalmente partimos y como a los ocho de la mañana ya estábamos en Rosarito. Al llegar vimos una gran maqueta en un tanque de agua enorme. No éramos muchos. Nos explicaron lo que íbamos a hacer y nos dieron ropas antiguas y abrigos de poca calidad. Desayunamos y a una orden de otro mejicano entramos al agua. Estaba medio fría y la ropa nos pesaba mucho. A poco otra voz nos indicó que flotáramos boca abajo. En el agua había maderas, maletas y un montón de otras cosas flotando con nosotros. Lo cierto es que parecía un naufragio. A todo esto yo no había preguntado qué película era esa, pero como ya estaba metido en el potaje -digo, en el tanque- me dejé llevar. Descansábamos a cada rato y cambiábamos de posición. Mi mujer buscaba a Di Caprio desesperadamente con los ojos pero su ídolo no aparecía por todo aquello. Parece que el tipo estaba muriéndose en otro lugar.

No había mucho sol o tal vez era idea mía, pues la maqueta nos cubría. Para no cansarte, cuando se terminó de filmar nuestra parte, agarré a mi mujer por un brazo, nos cambiamos de ropa y salimos para Tijuana con la idea de que nunca veríamos aquella película en los cines, tal como mi mujer nunca vio a DiCaprio en persona. Ya en Tijuana le pregunté al mejicano que nos llevó: ¿Cómo se llamará la película? El buen hombre me dijo mientras se alejaba: “Creo que es algo así como Titanic”.

Mi mujer y yo nos miramos y reímos por un buen rato. Titanic, ¡pero si ya había un filme con ese nombre!

Pasó el tiempo y pasó un águila por el mar (al decir de Martí) y cuál no sería nuestra sorpresa cuando un inesperado día vimos anunciada la película. Para el cine nos fuimos y durante las casi 3 horas de proyección estuvimos buscándonos en las imágenes, sobre todo al final, entre los ahogados en el naufragio… pero nada. Luego compramos el CD y pasamos la película en cámara lenta… pero nada. Parece que en las películas todos los ahogados lucen lo mismo.

Ay, Éufrates, después de este debut cinematográfico, en España participé en varias otras, con Victoria Abril, Federico Lupi, José Coronado y otros más… Sin embargo, todavía sueño que me confunden con DiCaprio, aunque la realidad siempre supera la ficción. Eso sí ¡quién me viera en la cubierta de un barco con los brazos abiertos y la Kate Winslet delante de mí!, mientras escucho esa canción de Willy Chirino: “Ya todo el mundo lo anda esperando, ya vienen llegando”. Son cosas de este corazón medio artístico que me tocó y sobrevivió al naufragio más famoso de la historia del cine.

Un abrazo, tu amigo Plutarco


5 comments:

jecuevas said...

Es curioso Plutarco, hemos sido "compañeros de profesión". Hace mucho que participaba de figurante en algunas producciones españolas y alguna extranjera. Era mi época de estudiante universitario y me ganaba algún dinerillo. Eso sí, en la mayoría de las películas que participé, nunca tuve la suerte de verme en pantalla: La maldita tijera del montador.

SelgasArt said...

Esto me recuerda un famoso episodio de I Love Lucy...el de la bedette muerta en la escalera.

Taoro said...

Don Plutarco, usted es una persona multifacética.
Aunque nunca pudo ver a Kate Winslet en las filmaciones, imagino que con Victoria Abril se la desquito.

Olga ADmiradora said...

mira que me he reido, Plutarco usted ha sido de todo un poco???

Aguaya said...

qué refrescante!!
Les digo algo: en otra vida, si me preguntaran, dijera que sí a ser actriz... LOL LOL