Querido Éufrates:
Cada vez que llego a un país, siempre pregunto por su comida típica, amén de que llegue a comerla o no; pero es interesante saber cuáles son las costumbres culinarias, las carnes o pescados preferidos de cada región del planeta y sus hábitos alimentarios.
En una de mis visitas a Madrid iba caminando por un barrio conocido por La Latina, porque allí se celebra religiosamente cada domingo y días festivos una gran feria llamada El Rastro, donde se vende miles de productos de todo tipo a precios de ganga y es cita obligatoria de los turistas, que de tan pintoresco se ha vuelto famoso.
En El Rastro y sus alrededores hay cientos de bares, cafeterías y restaurantes (recuerda que solamente Madrid tiene más bares que toda Inglaterra junta) y estando allí me entró hambre y me fui a buscar un lugar bien típico, bueno y barato.
En Madrid, como en otras ciudades de España y del mundo, es fácil ver las ofertas del menú del día porque se ponen a la entrada anotadas en unas pequeñas pizarras. No tuve que caminar mucho. Divisé una especie de Tasca, en una calle que tenía aún el aire de principios del siglo pasado, con azulejos en las paredes, cuadros de toreros y cuantos cachivaches pueden llenar un establecimiento antiguo.
Me acerqué y leí el menú:
Primer plato
Ensalada mixta con atún
Merluza a la romana
Arroz a la cubana
Garbanzos con callos
Crema de vegetales
Pollo marinado
Segundo Plato
Filete con patatas
Ternera guisada
Lubina a la plancha
Filete ruso
Postre, pan, bebidas incluidas
Como podrás imaginar había muchas más cosas a la carta, pero mi sorpresa fue mayúscula cuando leí Arroz a la cubana.
¡Ay, Éufrates! Qué ilusión me hizo leer ese menú. Me imaginaba un pedazo generoso de cerdito asado, un congrí calentito, unos tostones recién hechos y una ensalada de tomate. ¡Guao! Qué banquete, aunque tenía muchas cosas para escoger, me bastaría con el arroz a la cubana y una canción romanticota del Benny Moré.
Me dirigí a mis amigos y les dije de las bondades del plato y lo orgulloso que estaba de poder brindarle mi comida nacional. Entramos. Un camarero atento nos llevó a la mesa que escogimos y le anunciamos que primero queríamos arroz a la cubana y después pediríamos lo demás. Para beber unas cañitas (cerveza a granel servida con tirador).
¡Qué hambre me había entrado! La boca estaba hecha un océano. ¿Estaría bien asadito el cerdo? Uhhhhhh… pensaba.
La puerta de la cocina se abrió y sólo me faltó cantar ¡Aleluya! Sin embargo, mientras el camarero fue colocando los platos yo fui cambiando de colores. “Señor, por favor, le pedimos arroz a la cubana”. Le dije como en un lamento. El adiestrado camarero, con su mejor sonrisa me contestó: “Esto es arroz a la cubana”.
Cada vez que llego a un país, siempre pregunto por su comida típica, amén de que llegue a comerla o no; pero es interesante saber cuáles son las costumbres culinarias, las carnes o pescados preferidos de cada región del planeta y sus hábitos alimentarios.
En una de mis visitas a Madrid iba caminando por un barrio conocido por La Latina, porque allí se celebra religiosamente cada domingo y días festivos una gran feria llamada El Rastro, donde se vende miles de productos de todo tipo a precios de ganga y es cita obligatoria de los turistas, que de tan pintoresco se ha vuelto famoso.
En El Rastro y sus alrededores hay cientos de bares, cafeterías y restaurantes (recuerda que solamente Madrid tiene más bares que toda Inglaterra junta) y estando allí me entró hambre y me fui a buscar un lugar bien típico, bueno y barato.
En Madrid, como en otras ciudades de España y del mundo, es fácil ver las ofertas del menú del día porque se ponen a la entrada anotadas en unas pequeñas pizarras. No tuve que caminar mucho. Divisé una especie de Tasca, en una calle que tenía aún el aire de principios del siglo pasado, con azulejos en las paredes, cuadros de toreros y cuantos cachivaches pueden llenar un establecimiento antiguo.
Me acerqué y leí el menú:
Primer plato
Ensalada mixta con atún
Merluza a la romana
Arroz a la cubana
Garbanzos con callos
Crema de vegetales
Pollo marinado
Segundo Plato
Filete con patatas
Ternera guisada
Lubina a la plancha
Filete ruso
Postre, pan, bebidas incluidas
Como podrás imaginar había muchas más cosas a la carta, pero mi sorpresa fue mayúscula cuando leí Arroz a la cubana.
¡Ay, Éufrates! Qué ilusión me hizo leer ese menú. Me imaginaba un pedazo generoso de cerdito asado, un congrí calentito, unos tostones recién hechos y una ensalada de tomate. ¡Guao! Qué banquete, aunque tenía muchas cosas para escoger, me bastaría con el arroz a la cubana y una canción romanticota del Benny Moré.
Me dirigí a mis amigos y les dije de las bondades del plato y lo orgulloso que estaba de poder brindarle mi comida nacional. Entramos. Un camarero atento nos llevó a la mesa que escogimos y le anunciamos que primero queríamos arroz a la cubana y después pediríamos lo demás. Para beber unas cañitas (cerveza a granel servida con tirador).
¡Qué hambre me había entrado! La boca estaba hecha un océano. ¿Estaría bien asadito el cerdo? Uhhhhhh… pensaba.
La puerta de la cocina se abrió y sólo me faltó cantar ¡Aleluya! Sin embargo, mientras el camarero fue colocando los platos yo fui cambiando de colores. “Señor, por favor, le pedimos arroz a la cubana”. Le dije como en un lamento. El adiestrado camarero, con su mejor sonrisa me contestó: “Esto es arroz a la cubana”.
No lo podía creer, me cambiaron mi identidad, pensé, esto no lo conocía en Cuba con ese nombre: ¿arroz blanco, huevos fritos, puré de tomate y platanito frito era Arroz a la cubana? Esos fueron los comunistas que lo cambiaron seguro, porque en mi casa mi mamá nos fría huevos con platanito maduro y arroz, pero nunca le puso nombre.
¡Qué vergüenza, Éufrates! Le acaba de impartir a mis amigos casi un seminario sobre nuestra comida nacional, para acabar oyendo que los españoles llamaban a un plato Arroz a la cubana, porque según dijeron lo aprendieron a comer en Cuba de esa manera. Te podrás imaginar que no quise saber qué era el filete ruso.
Un abrazo, tu amigo Plutarco
¡Qué vergüenza, Éufrates! Le acaba de impartir a mis amigos casi un seminario sobre nuestra comida nacional, para acabar oyendo que los españoles llamaban a un plato Arroz a la cubana, porque según dijeron lo aprendieron a comer en Cuba de esa manera. Te podrás imaginar que no quise saber qué era el filete ruso.
Un abrazo, tu amigo Plutarco
19 comments:
Para conocimiento general: en España "filete ruso" es el resultado de hacer una albóndiga y luego aplastarla hasta dejarla como una hamburguesa muy fina. Lo del arroz a la cubana también me chocó la primera vez, pero uno ya está hecho a todo.
Recuerdo en una ocasión le preguntaba a una peruana por las guayabas del Perú y me contestó que allí no se conocían guayabas con ese nombre...
Igual ha sido la receta que le dictaron los C. a Moratinos en su reciente viaje. Igual son "huevos" cubanos y eso en Espana, se anora.
Mi abuela me decia desde chiquito que a ese plato de arroz blanco, huevos fritos y platanos maduros en su tiempo le decian "comida de putas"....porque era "rapido y facil" de elaborar.
Jecuevas me gustaron mucho tus fotos del Monaesterio de Piedra. Ese lugar es mi preferido. Gracias por tus aportes.
Estimados amigos, recuerdan el "bistec uruguayo" (como me gustaba!) pero no he encontrado un solo uruguayo que lo conozca.... LOL!
Taoro, mi abuelo lo llamaba igualmente.
ja,ja, usted se las gasta!excelente!
El plato gaito "arroz a la cubana" lo conocí hace muchos años en Zaragoza: es arroz con puré de tomate y un par de huevos a caballo. El platanito es una mejoría innecesaria.
Por cierto, Plutarco, si va a un puticlub gaito y le tienta la oferta de un servicio "a la cubana", asegúrese de que la dama sea pechugona.
Lo mismo pasa con el sandwich cubano. (?)
Es verdad. A ese plato en Cuba se le consideraba exclusivamente comida de putas. ¡Qué putada!
Por cierto, ya que estamos hablando de comidas de cubanas voy a preguntarles algo. ¿Alguien ha podido encontrar alguna vez fuera de Cuba aquella delicia de postre que llamaban Dobo, que siempre tenían en el Carmelo de Calzada y en el de 23? Lo he buscado por todas parte sin descanso, incluso en Rusia, pero sin éxito. Ya comienzo a resignarme a no verlo nunca más. Probablemente era un invento totalmente cubano, pero que bueno estaba.
Tonino:
En Miami se puede encontrar Dobo en algunos bakerys cubanos, pero su sabor nunca es como el de Cuba.
Le falta el cacao de Baracoa, la harina rusa, la vainilla búlgara, la mantequilla Guarina, el aceite de motor y la leche "bautizada".
No es un invento cubano. Su creador fue un repostero hungaro y era uno de los dulces preferidos de la reina Sisi.
Cópialo, pégalo, distribúyelo, que todos se enteren
¡NO violencia, NO cooperación con el Régimen, CAMBIO AHORA!
El día 20 salgamos a la calle TODOS, nos sentamos en las aceras, en los parques en las calles, solo nos sentamos…
digámosle al gobierno:
no quiero seguir cooperando contigo,
no quiero seguir siendo explotado, vilipendiado, excluido, perseguido…
no quiero seguir siendo un cero a la izquierda,
quiero ser parte activa de esta revolución, no un simple objeto de tu manipulación,
quiero gobernar mi país y mi destino,
quiero ser dueño de mi fabrica, de mi escuela, de mi casa, de la tierra que cultivo, de mi vida…
quiero que se acabe la corrupción, el gobierno por decreto y la imposición,
quiero vivir en un país libre, que nadie me prohíba ir o venir a dónde me de la gana,
quiero que se respeten mis derechos, todos mis derechos y no solo los que a ti te convienen,
quiero que mi trabajo sea productivo y ganar lo que me tengo que ganar para vivir decentemente, para no tener que mendigar o prostituirme para dar de comer y vestir a mis hijos,
¿Por qué tengo que seguir viviendo en la mentira?
¿Por qué tengo que gritar consignas en las que no creo, odiar a quien ni siquiera conozco, imitar lo que no soy, aceptar la humillación de ser discriminado en mi propia tierra, permitir que me impongan qué pensar, qué decir, cómo actuar, corromperme para sobrevivir, mentir para ser aceptado...?
¿Acaso no tengo derecho a vivir mi propia vida y cometer mis propios errores?
Señores por favor no utilicen un blog para poner un chorizo de propaganda tan largo...aprendan a ser sintéticos.
El Dobosh es un dulce húngaro, que se hace con hojaldre relleno de una cream de mantequilla con azucar impalpable con un toque de vainilla y limón, muy delicado y con unas calorías altas y fuertes, la versión criolla fue las llamadas "Señoritas" que se sustituía el relleno de la mantequilla azucarada por crema chantilly o natilla según la dulcería.El Dobosh era de varias capas mientrás las Señoritas eran de solo 2 capas. Existen otras versiones donde se sustituye el hojaldre por pasta pastelera.
Debo de tener algo de puta entonces, porque me encanta el arroz blanco con huevos fritos, tomate y chatinos. Niobe.
CIERTO CON ESE NOMBRE RECUERDO ESE PLATO.
Gracias a Tauro y a Alfredo Pong por la información sobre el dobosh (dobo). He estado dos veces en Hungría y tal vez no lo hallé por estar muy aferrado a la imagen que guardo de aquellos del Carmelo. Además no sabía que era húngaro. De cualquier modo, es un alivio saber que existe en algún lugar. Trataré el de MIami cuando vuelva allí; siempre es mejor algo que nada. Gracias.
Me enteré también de que existía un plato así hace poco. Arroz a la cubana! huevos fritos con arroz y puré de tomate!
Yo, antes, me imaginaba sería un arroz con pollo a la chorrera o un "arroz con suerte". PEro de huevos fritos, nada...
El arroz a la cubana, lo conoci en Peru. Todo el mundo alli daba por hecho, que aquello era tipico de Cuba. Oh, el Dobosh, ese lo comía siempre en el restaurant del Riviera, cuando aquel era en pesos y se podían comer todavía esas exquisiteces.
http://www.foodandwine.com/recipes/viennese-dobos-torte
despues de ver esto sera eralmente hungaro el original? o es que a Cuba lo llevo un hungaro?...
en casi 50 años el arroz con huevo frito puede ser un plato tradicional cubano... desgraciadamente el mas conocido, no por malo porque es riquisimo pero ... por el arrastre de estos 50 añisimos
Taoro yo tambien cuando lei el chasco que se llevo Plutarco, me dije le dire como se llama verdaderamente ese plato en Cuba, sera comida de p..., pero es riquisimo!!!
Asi que Plutarco ya se que no te lo pondre a la mesa cuando nos visites...
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