Diseñado y construído por Philip Johnson y John Burgee Architects, este edificio de 34 pisos en la Tercera Avenida y calle 53, es la segunda contribución postmodernista del prestigioso arquitecto Philip Johnson al paisaje de Manhattan. Por su inusual forma ovalada eregida en tres capas como un creyón abierto ganó el sobrenombre de Edificio Lápiz Labial, o Lipstick Building por el cual se reconoce.
Ensamblado con acero inoxidable y granito rojo, Lipstick Building rompió con los tradicionales formatos cuadrados de la arquitectura del área, ofreciéndole la posibilidad a todos sus espacios con ventana al exterior de pertenecer al cotizado mundo de oficinas de esquina.
Mi romance con este edificio comenzó un par de años después de inaugurado cuando visité por primera vez la Ciudad de New York y mi padre lo incluyó en su gira de alardes arquitectónicos neoyorquinos que me había preparado, tratando de recuperar las dos décadas y medias del abismo que nos había separado.
Ensamblado con acero inoxidable y granito rojo, Lipstick Building rompió con los tradicionales formatos cuadrados de la arquitectura del área, ofreciéndole la posibilidad a todos sus espacios con ventana al exterior de pertenecer al cotizado mundo de oficinas de esquina.
Mi romance con este edificio comenzó un par de años después de inaugurado cuando visité por primera vez la Ciudad de New York y mi padre lo incluyó en su gira de alardes arquitectónicos neoyorquinos que me había preparado, tratando de recuperar las dos décadas y medias del abismo que nos había separado.
Luego el pintor Arturo Cuenca (sí, el mismo que es como nuestro vino, pero es nuestro Cuenca) lo inmortalizó en esta pieza que espero algún día poderle comprar.
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