Sunday, June 14, 2009

LAS DAMAS DE BLANCO. ENTREVISTA A LA DAMA YOLANDA HUERGA


A esas mujeres valientes que recorren la Quinta Avenida de la Habana todos los domingos vestidas de blanco, en silencio, portando un gladiolo, desafiando a la dictadura mientras le piden al mundo que se solidarice con la liberación de sus esposos, padres, hijos, hermanos, amigos, presos por el solo delito de querer pacíficamente libertad de expresión, elecciones libres y una vida digna para el pueblo cubano. Para estas mujeres, con toda admiración, dedico un gladiolo cada domingo.


(Las fotos que aparecen en este post de hoy me las envió Yolanda Huerga; todas muestran aquellos primeros tiempos en que surgió el movimiento de las Damas de Blanco)

Como conocen los lectores, desde su creación El Imparcial Digital ha dedicado cada domingo a las Damas de Blanco; como una pequeña muestra de solidaridad, digitalmente las acompañamos en su peregrinación silenciosa, en la cual ellas condenan el injusto encarcelamiento de sus familiares.

La escritora Zoé Valdés, lectora y amiga de este espacio -quien recientemente recibió una carta de las Damas de Blanco desde Cuba- le hizo llegar nuestro trabajo a la Dama Yolanda Huerga, esposa del ex-prisionero político Manuel Vázquez-Portal, ambos residentes en Miami en la actualidad. Yolanda nos concedió esta entrevista, donde anuncia, además, su colaboración esporádica con El Imparcial Digital en el futuro.


¿Yolanda, qué recuerdos tiene de aquel día en que los militares en Cuba se llevaron a su esposo preso, el periodista y poeta Manuel Vázquez-Portal?

El 19 de marzo de 2003 es un día que quedará por siempre en mi memoria. Recuerdo mucha angustia, más que por mi esposo o por mí, por nuestro hijo de entonces 9 años. Ya presentíamos que la policía política vendría a detener a Manuel y cuando sentimos los golpes en la puerta no nos sorprendió. Un grupo de 13 hombres se instaló en mi casa. Durante horas revolvieron todo, revisando los videos infantiles de mi niño y las fotos familiares, hurgando en nuestras pertenencias, en cada rincón. Alrededor de las 11 de la noche se fueron, llevándose a Manuel.
Esa noche, con mi hijo dormido en los brazos, comprendí la dimensión que puede alcanzar una mujer, una madre, cuando su hogar es agredido.

¿Como empezaron a agruparse las esposas de los presos políticos, movimiento que hoy día se conoce como las Damas de Blanco?

Las mujeres de los 75 no éramos opositoras, la mayoría, nos conocíamos poco. Cuando se producen los arrestos, comenzamos a juntarnos para protegernos del miedo y consolarnos. Andábamos en grupos y nos aconsejábamos unas a otras sobre lo que debíamos hacer en semejante situación, cómo buscar un abogado que se atreviera a defender a nuestro marido (en Cuba ser opositor al régimen es el peor delito) y sobre todo estábamos indignadas y dolidas por este nuevo desmán de Fidel Castro, quien aprovechó el comienzo de la guerra en Irak y pensó que los opositores cubanos no tendrían cobertura mediática y de organizaciones internacionales ya que todos los ojos estaban puestos en el conflicto del Medio Oriente.
Comenzamos a hacer denuncias sobre la ola represiva a la prensa extranjera y a enviar cartas a diferentes instancias del gobierno cubano y a políticos y personalidades del mundo para que intercedieran en la libertad de nuestros presos. Como protesta comenzamos a asistir a la Iglesia de Santa Rita de Casia y a vestirnos todas de blanco con un lazo u otro detalle negro (después este aditamento desapareció). En esa parroquia ya se reunían los familiares de otros presos anteriores, reunidas en el Comité de madres Leonor Pérez.


¿Con cuántas Damas hoy cuenta la agrupación en todo el país?

Como sabes, las Damas de Blanco no son una organización, sino un movimiento formado por las esposas, madres o hermanas de los presos de la Primavera Negra de Cuba, son las mujeres que por amor a sus hombres desafían al régimen marchando por las calles de La Habana y otras ciudades de Cuba, exigiéndo la libertad de los presos políticos cubanos. Este grupo es apoyado por otras mujeres, familiares de presos anteriores o posteriores a marzo de 2003, o por cubanas que sin tener parientes presos, sienten el deber de solidarizarse con nuestra causa. No tenemos un número determinado de damas de blanco. Ellas son las que caminan vestidas de blanco, con el gladiolo en la mano, demostrándole al gobierno cubano, que la calle no es, como dijo el dictador Fidel Castro “para los revolucionarios”, sino que las calles de nuestra Patria son para el amor, para la defensa de la familia.

¿Sobre qué tratará su columna dominical que comenzara a publicarse esporádicamente en El Imparcial Digital?

Desde mi salida de Cuba, después que mi esposo fue excarcelado bajo una licencia extrapenal, he mantenido el contacto casi a diario con mis amigas las Damas de Blanco. Aunque ya no estoy físicamente en sus largas peregrinaciones, mi corazón late atemorizado cuando las veo desfilar y salta de regocijo y orgullo con cada nuevo gesto de valor, con cada nueva milla que le ganan al gobierno.
En esta columna trataré de escribir los pequeños detalles, las urgencias y los dolores de las Damas de Blanco de Cuba, tal como los escuche de ellas.

8 comments:

Anonymous said...

Otra vez mis respetos y mi solidaridad, con dolor y esperanza
Una cubana mas

Zoé Valdés said...

Excelente entrevista, le pñongo link.

Olga ADmiradora said...

Honor a nuestras Damas valientes!!!

Como bien dice Yolanda las calles de Cuba no son de Fidel ni propiedad de los "revolucionarios" son de todo el pueblo de Cuba para el amor y la defensa de la familia.

Anonymous said...

Admiro muchísimo a estas mujeres, gracias por entrevistar a Yolanda Huerga, una gran cubana. Niobe.

Anonymous said...

Gracias Don Eufrates por esta entrevista. Señora Yolanda Huerga, mis respetos. Sandokán.

Isis said...

Eufrates, excelente. Y qué bien además la columna dominical de Yolanda Huerga que aparecerá.
Su constancia es admirable.

Rosa said...

Que bueno poder contar con esos testimonios que Yolanda nos traerá. Con las Damas, siempre, y con el deseo de que sus familiares salgan por fin de esas cárceles inmundas. Un abrazo para el entrevistador y su ilustre entrevistada.

Anonymous said...

¡Vivan las Damas de Blanco! ¡Abajo el cagalitroso y la china alcohólica! Señora Dama de Blanco, toda mi admiración. Gracias, Eufrates del Valle. Un desesperado.