Cuando alguna persona ajena a la cotidianidad cubana me pregunta qué es una permuta, la remito a la película Se Permuta de 1983. Este filme cumplirá el año que viene 25 años, pero no he encontrado hasta ahora una manera más idónea para librarme de la difícil tarea que es explicar el mecanismo de bienes raíces en la isla.
Y leyendo el otro día comentarios dejados al pie de un artículo publicado en Encuentro Cubano en la Red, me sorprendió la vehemencia con que una persona decía que cuando la situación política en Cuba cambiara, los cubanos del exilio iban a ir a la conquista de sus propiedades. Mi sorpresa no fue porque a la persona le faltase la razón. Lo lógico sería que cada uno pudiese recuperar sus pertenencias, robadas impunemente por los Castros y su cúpula. Pero, no sólo años han pasado, sino décadas.
Décadas en las cuales familias que han ocupado esas viviendas las consideran su hogar. Donde han nacido hijos y nietos, o familias que ni recuerdan cómo fue que llegaron a obtenerlas. Recuperar casas donde por años y años han vivido personas víctimas del egendro sería obseno, además de una misión imposible. Y traería una confrontación social entre cubanos que no debería suceder.
A eso súmele el enredo de las permutas, los documentos que se deben haber falsificado durante casi 50 años, las casas divididas entre los mismos miembros de una familia, o las convertidas en solares donde cohabitan muchas familias bajo un mismo techo. Sencillamente es imposible porque no hay una infraestructura creada para acotejar a los que se quedarían en la calle.
Sin embargo, hay muchas propiedades que no están en manos privadas. Que fueron convertidas en oficinas, establecimientos inoperantes, oficodas o locales de todas esas organizaciones inventadas para la represión que no cabrán en una Cuba democrática. Y por supuesto, las residencias y mansiones que ocupan los miembros de la nomenclatura, y todas esas propiedades que Chusmaracho-En-Jefe (así le digo desde su reflexión en que le sacó trapos sucios a Aznar) asumió como suyas desde que llegó al poder. Cuando se escriban las nuevas leyes del país, habrá que pensar qué hacer con ellas.
Para la estirpe de los Castros y demás miembros de su comparsa propongo esta idea: Que ellos si tengan que entregar esas propiedades a sus dueños legítimos; entonces, podríamos acomodarlos en unos edificios de microbrigada en Alamar para que se den un bañito de pueblo por el resto de sus vidas.
Y para amenizar este viernes y dejar a mano en esta página la explicación sobre bienes raíces para los desconocedores del tema, qué mejor que este fragmento donde Rosita Fornés explica los secretos del negocio inmobiliario en nuestro país en una escena de la simpática comedia cubana Se Permuta.
Friday, October 5, 2007
SE PERMUTA O LOS BIENES RAICES EN CUBA
Posted by Eufrates del Valle at 7:16 AM
Labels: CUBA, EUFRATIANDO
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1 comment:
El estimado Plutarco Tuero envio esta duda:
"Eufrates, estás seguro que esa es Rosita Fornés? "
Mi respuesta a su pregunta: Muy seguro que esa es Rosita Fornes!!! No creo que la actriz ha cambiado mucho a pesar de que han pasado 25 años.... Que pase un buen fin de semana, estimado Plutarco.
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