Wednesday, November 26, 2008

ARQ. CHEO MALANGA: MONUMENTO AL MAINE


“MONUMENTO A LAS VICTIMAS DEL MAINE”

Por: Arquitecto Cheo Malanga

El monumento a las víctimas del Maine se erigió en honor a los marines norteamericanos que murieron en la explosión del acorazado estadounidense “US Maine”.


El acorazado "US Maine" fue un buque de acero de segunda clase construido en 1874, con seis mil seiscientas ochenta y dos toneladas de peso, una longitud de 94 metros de eslora, 17 metros de manga, una tripulación de aproximadamente trecientos cincuenta hombres y estaba comandado por el capitán de navío S. B. Sigsbee.


El buque arribó a la bahia de la Habana por solicitud del cónsul americano Fitzburgh Lee en visita amistosa. Tres semanas después de su llegada, el 15 de febrero de 1898, en horas de la noche se produjo su estallido, terminando con la vida de 254 marineros y dos oficiales de su tripulación.


Años más tarde surgió la idea de construir un monumento en honor a los marineros que perdieron la vida en ese suceso. El diseño del monumento fue sometido a un concurso, cuyo proyecto ganador fue el presentado por el ingeniero Félix Cabarrocas. La ejecución del memorial también estuvo a cargo de Félix Cabarrocas. La construcción comenzó en el año 1918, fue demorada por diversas razones, culminándose en el año 1924. Fue inaugurado el 8 de marzo de 1925 por el Presidente Alfredo Zayas.


El monumento está ubicado muy cerca de las calles Línea y Malecón, y consiste en una plaza con una larga base escalonada, rematada por dos cañones y cadenas que pertenecieron al acorazado. Originalmente dos esbeltas columnas corintias, apoyadas sobre un escalonado pedestal de granito, sostenían un águila con sus alas extendidas, simulando iniciar el vuelo hacia el norte en busca de su hogar. Las columnas simbolizan las dos naciones y soportaban un dintel con la inscripción de la palabra “Libertad”. La posición original de las alas del águila provocó que un ciclón dañara el monumento, sustituyéndose posteriormente por una figura similar, pero con las alas dispuestas de forma horizontal, para de esta forma hacer menor resistencia a los fuertes vientos del litoral habanero.


El monumento original contaba además con tres bustos de políticos norteamericanos: William McKingley, quien declaró la guerra a España; Leonardo Wood, primer interventor en la Isla; y el presidente Teodoro Roosevelt. También se pueden observar dos hermosos bajorrelieves, uno representando al Maine frente al Morro de La Habana y otro durante su hundimiento después de la explosión. En los lados norte y sur del monumento se ubican dos estanques con varios surtidores de agua.


El 18 de enero de 1961 fueron retiradas el águila y las estatuas de los políticos estadounidenses, quedando el monumento en su estado actual. Aun se conserva en el monumento una placa de bronce firmada por el entonces comandante de la Marina norteamericana, con los nombres de los soldados y oficiales que se hundieron con el acorazado. El cuerpo de bronce del águila y las alas rotas descansan hoy en la Sala de la República del Museo de la Revolución, y la cabeza preside el bar de la Sección de Intereses de EU en La Habana.


Hoy, a 110 años de aquella explosión, no se sabe con certeza su causa real. La versión norteamericana la atribuyó a una mina o un torpedo y la versión española a una combustión espontánea en uno de los pañoles de carbón de proa del buque, lo que provocó la explosión de los depósitos de municiones. Sea cual fuere la causa, lo cierto es que la voladura del Maine marcó la entrada de Washington en la guerra, consolidó a los EU como la principal potencia mundial, desvaneció los sueños de independencia de los cubanos y dejó a los habaneros un bello monumento.

12 comments:

A Cuban In London said...

Excelentes articulo e imagenes que he disfrutado mucho aqui casi a la hora de mi almuerzo. Cabe sen-alar tambien que los habaneros tenemos esa consabida frase de tono jocoso-sexual "te van a volar como al Maine".

Saludos desde Londres.

Ernesto G. said...

Gracias, Cheo, por este post.

Zoé Valdés said...

Gracias, magnífico post. Lo que ha sido la ignorancia castrista, porque ninguna de las explicaciones que se dieron para la retirada del águila y de los presidentes, posee una lógica.

Anonymous said...

Muy bueno, siempre aprendiendo un poquito más con tantos datos históricos y gráficos.Gracias, mis saludos
Sandra, arquitecta camagüeyana

Anonymous said...

Este monumento algún día se restituirá tal cual, o con una paloma encima. Niobe.

Anonymous said...

Muy interesante y detallado artículo, Don Cheo.
Otro monumento a rescatar cuando Cuba sea libre.
Gracias por tu siempre esperado post.

Anonymous said...

Gracias por el excelente artículo, recordé cuanto jugó mi hijo en esas escalinatas y tengo Fe que un día lo restauraran y volverá a estar con su águila imperial, mirando al norte.

Isis said...

Gracias, arquitecto don Cheo Malanga, por este post tan instructivo, como todos los suyos.
Saludos al dilecto don Eufrates.

Anonymous said...

Muchas gracias a todos por pasar y dejar sus comentarios.

Cuban in London:
Gracias por pasar y dejar su comentario....casi a la hora de mi desayuno.

Ernesto:
Gracias a ti por pasar. Saludos a N.G.

Zoe:
Fueron tiempos donde se cometieron muchas estupideces. Comenzaba a gestarse ese ridiculo sentimiento anti-burgues y anti-norteamericano.

Sandra:
Un enorme placer contar con sus visitas y comentarios cada Miercoles.

Niobe:
Recuerdo haber visto las imagenes de archivo de cuando desmontaron el Aguila.

Olga:
Gracias. Tiene razon, algo mas para la extensa lista de valores a recuperar.

Marta:
Recuerdo tambien haber estado sentado en esa escalinata junto a un grupo de amigos.
Estoy seguro que ese dia llegara.

Isis:
Muchas gracias. Este blog se ilumina cuando usted pasa por aca.

Perdon a todos por la ausencia de acentos.

RCI said...

Muy buen post, como siempre Cheo, paseos precisos y llenos de cuidados detalles, me cosnta lo dificil que es preparar un trabajo así, pero lo es más hacerlo ameno e interesante. En este caso ademas me es muy familiar el lugar al que hoy nos convoca el arquitecto, aquí entre esas cadenas y cañones jugué muchisimo de niño, gracias Cheo.

Javier de Castromori said...

Me encanta este tipo de post! Me apasiona la historia en general y si esta bien ilustrada, como es el caso, tanto mejor. Es un placer leer cosas asi.

Aguaya said...

Siempre una arista nueva, de manos del Arq.
Disfruto mucho sus posts.