Querido Éufrates:
Hace unos días, mientras planificaba unas bien merecidas vacaciones, me puse a buscar lugares que pudieran motivar mi curiosidad. De pronto se cayó al piso la guía turística de las ciudades españolas, y la página que quedó abierta anunciaba algo realmente llamativo: “Visite el hotel más estrecho del mundo”. Toma, toma, toma…. alguien divino me mandaba a visitar este lugar registrado en el libro Guinness World Records 1996. Recogí mis cosas y partí raudo y veloz a conocerlo.
Hace unos días, mientras planificaba unas bien merecidas vacaciones, me puse a buscar lugares que pudieran motivar mi curiosidad. De pronto se cayó al piso la guía turística de las ciudades españolas, y la página que quedó abierta anunciaba algo realmente llamativo: “Visite el hotel más estrecho del mundo”. Toma, toma, toma…. alguien divino me mandaba a visitar este lugar registrado en el libro Guinness World Records 1996. Recogí mis cosas y partí raudo y veloz a conocerlo.
El hotel de marras está ubicado en Granada, Andalucía, una de las ciudades más hermosas que he conocido, no sólo por tener El Alhambra o un paisaje natural montañoso como La Sierra Nevada, o bares y discotecas que te quitan la tristeza nocturna, o por su gente bullanguera y simpática.
El hotel se llama Molinos igual que la calle donde está situado. Tiene tres pisos y el ancho es de 5.2 metros. Cuenta con 9 habitaciones, no tiene ascensor porque no cabe uno y en la recepción lo mismo te registras que te tomas un trago o un cafecito. A pesar de su estrechez, ya quisiera el Hotel Colina de La Habana tener sus comodidades y excelente servicio.
El hotel se llama Molinos igual que la calle donde está situado. Tiene tres pisos y el ancho es de 5.2 metros. Cuenta con 9 habitaciones, no tiene ascensor porque no cabe uno y en la recepción lo mismo te registras que te tomas un trago o un cafecito. A pesar de su estrechez, ya quisiera el Hotel Colina de La Habana tener sus comodidades y excelente servicio.
La primera noche fui a inspeccionar los bares cercanos que eran muchos, así que regresé al hotel Molinos muy temprano en la mañana. Al entrar a mi habitación pensé que se había encogido, o que la cerveza Alhambra Premium da ese efecto. Dormí como un bebé en una cunita. Desperté con un sol que quemaba, un paisaje lleno de olivos por un lado, El Alhambra por el otro y un saborío en las calles que invitaba a caminar, dar una vuelta por el barrio judío, por las plazas o hasta atacar nuevamente esas cervecitas Alhambra con pescados diminutos bien fritos como aperitivo.
Me sentía feliz por haber conseguido reservación en el hotel Molinos, porque mi barriguita cupiera en la habitación y por los buenos amigos que me acompañaban en la aventura de callejuelas adoquinadas de la época de los moros.
A las tres de la tarde, con el sol puntual y las bellezas en su sitio, mis amigos y yo nos fuimos a almorzar. Cerca del barrio judío vimos unos restaurantes al aire libre que mataban de gusto. Escogimos uno, nos sentamos y pedimos. Mientras esperábamos nuestros platos, como buen samaritano que soy tomé un pedazo de pan y comencé a lanzar migajas a las palomas que merodeaban por el lugar. De momento me rodearon más palomas que gentes en un concierto de Madonna. El camarero, al darse cuenta, con un tono jocoso me dijo: “Señor, llevo dos años guardando cada una de mis propinas para comprarme un halcón peregrino a ver si espanta toas estas HP y dejan tranquilo a los comensales. No me las alimente que en un rato tendrá más palomas que vecinos”.
El joven sacó una escoba y espantó a las palomas que pudo, mientras yo me dediqué en cuerpo y alma a tomarme otra Alhambra Premium, porque dicen que esta cerveza también quita la vergüenza, imaginando que si sólo tres de aquellas palomas me seguían hasta el hotel Molinos, ni yo ni mi barriguita cabríamos en la habitación.
Un brazo, tu amigo Plutarco.
Me sentía feliz por haber conseguido reservación en el hotel Molinos, porque mi barriguita cupiera en la habitación y por los buenos amigos que me acompañaban en la aventura de callejuelas adoquinadas de la época de los moros.
A las tres de la tarde, con el sol puntual y las bellezas en su sitio, mis amigos y yo nos fuimos a almorzar. Cerca del barrio judío vimos unos restaurantes al aire libre que mataban de gusto. Escogimos uno, nos sentamos y pedimos. Mientras esperábamos nuestros platos, como buen samaritano que soy tomé un pedazo de pan y comencé a lanzar migajas a las palomas que merodeaban por el lugar. De momento me rodearon más palomas que gentes en un concierto de Madonna. El camarero, al darse cuenta, con un tono jocoso me dijo: “Señor, llevo dos años guardando cada una de mis propinas para comprarme un halcón peregrino a ver si espanta toas estas HP y dejan tranquilo a los comensales. No me las alimente que en un rato tendrá más palomas que vecinos”.
El joven sacó una escoba y espantó a las palomas que pudo, mientras yo me dediqué en cuerpo y alma a tomarme otra Alhambra Premium, porque dicen que esta cerveza también quita la vergüenza, imaginando que si sólo tres de aquellas palomas me seguían hasta el hotel Molinos, ni yo ni mi barriguita cabríamos en la habitación.
Un brazo, tu amigo Plutarco.
5 comments:
Oigame Plutarco, de verdad que estaba estrecho su hotel.
Cambiando de "palo pa' rumba", no se porque me parece que ya se esta comercializando la cerveza "Alhambra Premiun" en Cuba.
En el Consejo de Estado ha tenido mucha aceptacion, porque dicen tambien que quita la verguenza.
Muy refrescante su post de hoy. Saludos.
Estimado Plutarco, anoto, pero solo para pasarle por delante... LOL! Que cuando viajo no quiero dormir en un closet del tamano en el que vivo!
Una duda que me queda: como es el precio? El ser un Guinnes Record lo hace mas caro? Un abrazo.
Mis queridos Taoro y Eufrates ahora para las fiestas hay una oferta atractiva: 50 euros la noche; realmente es un regalo ...eso sí , si sus parejas son un poco pasaditos de peso tendrán que llevar el Camasutra para ver cómo pasar una noche llena de amor. Taoro, no dudo que también el ron que regala Fidel a los jefes de Estado tenga el síndrome de la poca vergüenza...Chávez y el coquero Evo Morales lo toman junto con Ortega en Nicaragua y ya vez los resultados... un abrazo
La palomas son bonitas viéndolas bien lejos. Ensucian todos los edificios y llegan a ser una verdadera plaga. Imagínese cuando por la mañana salgo a recoger la ropa tendida y me encuentro "sus señales" en mi ropa recién lavada.
Que tenga una buena semana.
Querido plutarco que maravilla tomar tu mochila y pa'ya voy, libre, libre como el viento para ir a donde te plasca, pobre Cuba que sus hijos no pueden hacer lo mismo, la cerca de puas que la rodea no se lo permite..no te pases con la cerveza mi hermano. te queremos
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