Monday, September 22, 2008

BRUJO POR UNA NOCHE


La primera noche que Oscar D’León cantó en el Festival de Varadero de 1983, salió al escenario vestido con un modelito blanco de flecos parecido al traje de esos muñecos de trapo o yute turísticos de mi infancia, al cual en casa llamábamos diablitos.



Aquella noche, ese hombre, o ese diablo blanco inagotable, interpretando las canciones más sabrosas del Benny, girando sin cesar, torbellino rítmico, entregado al público en cuerpo y alma, al terminar su exitoso espectáculo recibió una de las noticias más absurdas de su vida.



No sé a quien le tocó darle la noticia al cantante, si fue al Ministro de Cultura, por aquel entonces Armando Hart, o la responsabilidad de la tarea recaló en un funcionario de segunda o en un seguroso.



A Oscar D’ León le dijeron que no podía volver a salir al escenario vestido con su traje de diablo blanco, porque estaba ofendiendo uno de los símbolos religiosos nacionales.



La noticia se regó como pólvora en la prensa. Pero, hasta donde mi memoria llega, nadie escribió sobre el hecho. Sí recuerdo como una especie de crónica que hice mentalmente, para que el humorista escondido que tenía Eufrates de joven practicara el oficio sabiendo que nunca llegaría a imprenta, con margen por medio a que fuese una broma de mis colegas.


A la noche siguiente, Oscar D’ León apareció en el escenario del Festival de Varadero de 1983, sobriamente vestido de traje.



Una publicación nacional tuvo que volver pulpa 250,000 ejemplares de su tirada programada en esos días, porque en las dos páginas centrales traía un póster de Oscar D’León, cual diablo blanco enflecado.


Fotos: Archivo de El Imparcial Digital

15 comments:

Rosa said...

Que buena anécdota, ilustrativa del absurdo tropical. Un saludo.

A Cuban In London said...

Muy buena anecdota, eu, la cual desconocia totalmente. Refleja la ignorancia de la dirigencia de nuestro querido pais.

Saludos desde Londres.

GeNeRaCiOn AsErE said...

Caramba Eu,
aquella fue una noche histórica, aun la recuerdo.
saludos, tony.

Anonymous said...

Cosas de ese país. Fotos magníficas. Niobe.

Zoé Valdés said...

Un absurdo al que me niego a llamarle surrealismo, porque insultaría al surrealismo. Las fotos de ese magnífico archivo que usted posee, ilustran junto a sus palabras, los vergonzosos hechos. Quedémonos con las fotos y con su anécdota.

Alfredo Pong said...

Y siguio cantando en el escenario de la dictadura, doblego su orgullo por la limosna del aplauso militante, mas tarde siguio lamiendo la suela de otro dictador esta vez en su tierra natal, su talento es tan grande como su oportunismo cobarde, el Benny su idolo nunca hubiera cambiado su batahola y su sombrero y baston por mucho que se lo insinuaran.

Belkis Cuza-Malé said...

Querido Eufrates; Elvis (el único, el Presley) hizo en 1966 una triunfal reaparición en los escenarios de Las Vegas)--la otra había sido en los cincuenta--, con un vestuario idéntico al de Oscar de León, pero más elegante. Un hermoso traje blanco ceñido al cuerpo (entonces Elvis estaba delgado y era un adonis), con flecos cayéndole de las amplias mangas. Un traje único, que sólo usó esa vez para su presentación magistral de esa noche. Luego siguieron los otros, que tanto imitan hoy sus ïmpersonators¨.

El ¨Memorioso Eufrates¨, jajaja. Muy bueno que tengas esa memoria y archivo fabulosos.

Bendiciones de lunes,
Belkis
www.belkiscuzamale.blogspot.com
www.elvisjohnmisth.blogspot.com

TIROFIJO said...

Un detalle curioso. No tuvieron que decírselo oficialmente, porque él se enteró, disque “de almohada”, por una periodista de JR y se apresuró a comunicarse con “el compañero que atendía el evento” y decir que no había problemas. Esta periodista vive hoy en Miami. ¿Más datos?

http://tirofijomalanga.blogspot.com/2008/09/el-cartero-llama-cuatro-veces.html

Joaquín Estrada-Montalván said...

Oscar de Leon, queria cantar en Cuba, como lo hace en todos lados, y se le formo un "lio" que no se le forma en ningun lado,

a veces creo que a nosotros nos deberian ignorar, porque mas complicados nos es imposible ser ...

saludos

Anonymous said...

Solo se que el paso de Oscar de Leon por Cuba fue una maravilla, la catastrofe de Granada recien habia ocurrido y el venezolano nos - me devolvio al menos a mi- la alegria y un reecuentro con la gran musica olvidada por las multitudes en Cuba.
De todo lo demas, me gustaria saber las certezas.
Gracias por la memoria, Eufrates.

Güicho said...

Lo más memorable de la visita del gran salsero en la gran antilla fue su presentación en Guantánamo, el lugar de Cuba donde su música, por insoslayables razones étnicas, era mejor -visceralmente- asimilada.

Tan pronto dio inicio el concierto sobre una tarima carnavalesca en plena calle, la masa humana comenzó a presionar y a avanzar fanatizada en dirección a su ídolo. Antes de terminar la tercera canción hubo que evacuar por atrás de la tribuna al cantante venezolano junto a su orquesta para evitar que lo canibalizaran.

Atrás quedaron los enardecidos admiradores guantanameros. En aquel gran tumulto apenas destacaban, esparcidos y puntuales, medio centenar de individuos que golpeaban furiosos a sus hembras vociferando, con ligeras variaciones, igual reproche:
- ¡Negra singá, ¿qué despepite ejese?! ¡Te vua reventai!

Sí, señor, comparados con Guantánamo, los otros shows fueron pálidos y apacibles como un coro en la misa.

Isis said...

Gracias, Eufrates, por estos recuerdos.

Anonymous said...

Y que me dicen de la censura con la cancion EL derecho de nacer....para no hablar de años de silencio en la radio pues la cogieron con el pobre hombre de mala manera despues de hacer no se que declaraciones que lo sumieron en el mas profundo abismo. En Cuba pasa eso siempre, pasas del paraiso al infierno con suma celeridad..

Joaquín Estrada-Montalván said...

y recuerdan la cancion respuesta de Maria de Jesus, con aquello de que "defendamonos los dos"

saludos

Aguaya said...

Recuerdo su actuación en el anfiteatro del Parque Lenin y cómo hubo gente que por acercásele, hasta se cayó al agua de la presa...

Dáme cable, dáme cable...