Hacía tiempo no entraba a este viejo lugar del Upper East Side, uno de esos singulares restaurancillos de barrio con clientela fija que sabe que de ahí se sale con la barriga llena y el corazón contento.
Comida americana; ya saben, ensaladas abundantes, hamburguesas al carbón, papas horneadas, sopas y cosas así, en un ambiente totalmente ecléctico. Sin embargo, mi época preferida para venir a Barking Dog es en el verano, a la hora del brunch los fines de semana.
Esta terraza vacía y triste en el invierno, se llena de mesas y gente en el verano; pero lo mejor de todo, también de perros. Si algo distintivo tiene Barking Dog es que al mejor amigo del hombre se le trata de la misma manera -y a veces mejor- que a su dueño.
Lo que en la foto vemos como una fuentecilla mal atendida y desolada, durante el verano se mantiene lustrosa y con agua clara. Pero, también puedes pedir un envase con agua para tu perro acomodado debajo de la mesa donde comes, si tu “acompañante” no quiere desplazarse hasta allí.
8 comments:
Qué suerte tener esos lugares al alcance del estómago.
Y usted tiene perros- o gatos- Don Eufrates? nosotros tenemos un pastor aleman que queremos mucho, se llama Kremlin- imagínese! ji,ji
Tuta
Seguimos conociendo NY, que placer me dan estos paseitos por su ciudad.
Me hizo la boca agua. Niobe.
Otro pedacito de Nueva York que me llega de manos de uno de los mejores cronistas que las travel guides han producido.
Saludos desde Londres.
me gustó la gráfica del perro en blanco y negro, muy diferente a la del cristal en amarillo...
... cuando yo era jovencita mi gata Acuarela bañaba con su lengua a la perra Patricia de mi Mama...
a mi gata americana Chichi que pesa más de 30 libras (!) y ya tiene 8 años no le gusta salir de la casa, prefiere el delivery... su hobby es acostarse sobre mis planos cuando están regados por el piso en medio de mis noches de trabajo...
original el nombre del perro de Tuta... mi abuelo asturiano tuvo uno en Cuba cuando mi Mamá era niña que se llamaba "Mussolini"...
es casi la hora del lunch... a veces me escapo a un restaurancito vegetariano...o a comer "crepes" en el International Mall... o a uno español... la lista es larga... me encantan los restaurantes...
Yo muero por las salchichas americanas. Sandokán.
...y yo vengo a leer esto justo ahora, cuando el hambre me pica pero falta aún para el almuerzo :-(
Saludos, Eu!!
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