VICTOR PAYARES INAUGURA EXHIBICION HOY EN MIAMI

Me llega la invitación de la nueva exhibición personal del pintor Víctor Manuel Payares, titulada Walking on a Dream. Se inaugura esta noche en Miami y la distancia no me permitirá asistir. Tengo dos poderosas razones para lamentarlo. La primera: cuánto me gustaría presenciar la obra de este artista cubano nacido en 1985, que se impone con grandes formatos la mayoría de las veces, y una composición aparentemente disoluta, porque es sólo apariencia el desorden de los elementos en cada una de sus piezas. Una composición protagonista, cual diva de una puesta en escena, que generosamente le permite a los colores también destacarse como personajes importantes.

Curioso el dato de la edad del artista. Víctor Payares tiene solamente 23 años, pero esta es ya su tercera exhibición personal. La primera fue realizada en la galería de Charo Oquet. La segunda, en la prestigiosa galería Lyle O. Reitzel, donde también hoy inaugura su tercera muestra. Sobre aquella segunda, el crítico de arte Carlos Suárez de Jesús escribió:

“In Victor Payares's paintings, abstract and figurative elements collide in whimsical, almost hallucinatory ways. Mangled cartoon trees, flaming boxcars, scooters, and pickup trucks pinwheel across a blazing sunflower yellow field. A spaceship and a skier bubble up in acid green and hot Pepto Bismal pink swirls. Helicopter gunships battle in a fog inside a room of an old house. A piano made of bricks explodes while a family bleeds on the floor. The people, creatures, and machines in his large-scale canvases seem to defy gravity, or appear on the verge of hurtling off the world's edge. Black Cloud, the largest work in the show and nearly the size of a garage door, is awash in tarry black paint, suggesting deep space in which cotton candy nebulas shoot lightning bolts and a toy robot hitches a ride atop a car crumpled like a beer can. The artist's paintings oscillate with energy and narrative possibility, reflecting a remarkably inventive mind and a world where the laws of physics are twisted beyond belief. Even more impressive is the fact that the artist is only 21 years old, and half of the works on exhibit were snapped up by collectors during his solo debut”.

Víctor Manuel comenzó expresando sus inquietudes artísticas a través del graffiti. Cuando uno de sus padres supo de aquellas motivaciones, lo llevó a una estación de policia en Miami, contó a un oficial de las intenciones de su hijo, y pidió asesoría para que Víctor pudiera realizarse sin infringir la ley. El joven obtuvo un permiso legal, y con ello la luz verde para sus primeros trabajos a gran escala.

Hoy día Víctor Payares cuenta con un espacio en un warehouse para pintar, aunque –me cuentan- todavía a veces disfruta de buenas sesiones de graffiti.

Personalmente, los temas de las piezas de Víctor me transportan a una Habana destruida, que lucha por mantener su garbo y elegancia a pesar de sus ruinas. Intrigado, le pregunté al respecto al pintor, vía email. El joven Payares expresó:

“No sé muy bien por qué me atraen esas cosas: una casa derrumbada, un sofá viejo, cualquier objeto roto. No es belleza lo que encuentro en ellos; es más bien carácter, historia, personalidad propia…”

Víctor Payares nació en la Habana y creció en ella hasta los nueve años, edad en que se radicó con su familia en Miami. Quizás esas imágenes de su infancia intervengan sutilmente en su batalla individual con el lienzo, pienso, especulando, como sólo puede hacerse con el proceso creativo de un artista.

Pero, la influencia del país donde ha vivido la mayor parte de su vida también está presente: son esos elementos de historietas que vemos en sus piezas, que aunque ya en proporciones menores, siguen latentes. Sobre ello Víctor respondió:

“No sé por qué ahora hay menos presencia de figuras de historietas en las composiciones que hago. Quizás me alejé de eso porque empezó a parecerme un poco infantil. Fue un proceso espontáneo, no me lo propuse, pero sabía que lo estaba haciendo (o dejando de hacer)”.

Sobre su exhibición Walking on a Dream, a cuya apertura quedan invitados todos los lectores de El Imparcial Digital, el artista comentó:

“La exposición está compuesta por 10 piezas de acrílico y óleo sobre tela hechas entre el 2008 y el 2009. Estas obras son más pensadas, tienen mucho más trabajo y son una depuración de lo que venía haciendo antes. He perfeccionado las técnicas, aquí hay más elaboración. Entre estos cuadros está el más grande que he hecho hasta ahora, pero también hay varios pequeños”.

A continuación, una entrevista a Víctor Payares publicada en el libro Supermix. Union of the Diverse. Contemporary Art in Miami, de Charo Oquet y David Vardi.

La segunda razón por la cual lamento no estar presente esta noche en la apertura, es la de perderme el regocijo de sus dos padres, esa pareja de nuestra cultura (sin derechos pero con un deber común) compuesta por el pintor Sergio Payares y el periodista y crítico de arte José A. Evora, con la colaboración exclusiva de la psicóloga Cristiana Robaina.