A partir del 11 de septiembre del 2001, comencé a ver a los bomberos de una forma diferente. Desde aquel martes, todavía cálido y sin nubes, caí en la cuenta de que esos hombres del New York Fire Department también eran mortales.
Los bomberos de esta ciudad, en gran número, vienen de familias con raíces irlandesas, que continúan la tradición de sus padres y hasta de sus abuelos. Por ejemplo, me viene a la memoria una gran película: “25 Hours”. Fue el primer filme que se hizo después de los ataques a las Torres Gemelas, tocando el tema como un personaje secundario. Una de mis películas preferidas realizadas en este siglo.
Espontáneamente le llevábamos comida a las estaciones; o flores. Cuando los veíamos en el súpermercado, les dabábamos una palmada en la espalda, como si fuesen viejos amigos, o los mirábamos pasar en silencio, acompañándolos con la mirada.
Esta ciudad “disoluta y licenciosa” había quedado muda. Y, el único ruido que escuchábamos en la calle, eran las sirenas de los bomberos.
A este FireHouse fui varias veces con la gente de mi trabajo. Un día le llevábamos una cesta con panes, otro una canasta de frutas. La mirada de aquellos hombres que acababan de perder a 13 de los suyos, es uno de los recuerdos más punzantes que guardo de esa etapa. Era tanto el dolor que cargaban, que sus miradas eran totalmente inexpresivas, como si sus cuerpos siguieran funcionando en automático, pero huecos, sin almas. No hablaban. Daban las gracias con un pequeño movimiento de cabeza.
El martes pasado pasé por allí. Hacía años que no lo hacía. Los veteranos ya se retiraron. Unos por la edad. Otros por enfermedad. Otros por los nervios. Le pedí permiso a un par de jóvenes que allí estaban para tirar las fotos y, mientras lo hacía, recordé el artículo que mi amiga Vivian Gude publicó recientemente en su blog: “La oscuridad que siempre regresa”.
9 comments:
Siempre recuerdo el testimonio de un bombero de NYC que entrada la noche y luego de cumplir todo el día con la fatigosa misión de rescate de las victimas de S-11, fue en busca de su hija pequeña... de regreso a casa prendió el radio y escuchó esta canción de Five for Fighting-Superman (It's Not Easy) style="font-size: 12pt; font-family: "Times New Roman";" lang="ES">EL hombre reflexionaba acerca de la imposibilidad de hacer mas de lo que puede hacer un simple ser humano, que es conmoverse y vivir a la altura de su tiempo. Dais después, al llegar a los medios esta historia,la banda 3 for fighting dedicó esa misma canción en un teatro donde se rindió honor a familiares de los desparecidos en el acto terrorista. La letra lo dice todo.
saludos, tony.
Wow! Tony, gracias por esta anecdota. Conmovedora. A mi todavia no me es muy facil hablar del tema, pero como pase por la estacion el otro dia, queria hacerles un pequeno homenaje. Gracias por este comentario.
Gracias, querido Eufrates.
Excelente Post Eufrates, muy conmovedor. Gracias.
Eufrates, qué manera de haberme gustado este post. Gracias!
tengo un primo bombero. siempre vive al límite de todo. y nunca pierde la alegría. excelente y merecido homenaje.
Recuerdo nítidamente lo que cuentas. Siempre que voy a NY les hago un homenaje. Gracias. Grosse Tête.
Gracias, Eu, por este post. Nunca es suficiente todo lo que podemos agradecer a esas personas tan arriesgadas y siempre a la espera de la próxima sirena...
cuando fui a NY la primera vez en 2002 mi hijo menor lo unico que me pidio fue un pullover con el emblema de los bomberos de NY, aun se lo pone. Un post para empezar el dia sin dudas, y recordarnos que la vida debe vivirse con alegria pase lo que pase.
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