Monday, March 3, 2008

COLUMNISTA INVITADA: VIVIAN GUDE


Vivian Gude, a quien ya les había presentado en el post Un eslabón perdido”, escribió especial para El Imparcial Digital este íntimo texto sobre los recuerdos que ella atesora de su primer novio: Sergio Corrieri. Y sobre el contexto histórico y artístico que ambos compartieron y que definió luego el rumbo de sus vidas. También ofrece fotos inéditas o muy poco conocidas de Corrieri, de su archivo personal.


NOSOTROS QUE ÉRAMOS TAN PUROS

Por Vivian Gude


Acabo de enterarme de la muerte de Sergio Corrieri. No sólo fue mi primer novio, sino mi primer hombre, hace mucho, mucho tiempo.
Su recuerdo me lleva a una idea sobre un guión cinematográfico que acaricio desde hace mucho tiempo, “Ajuste de cuentas en Argelia”.
Por supuesto, tiene tanto que ver con Argelia como la China con “Otoño en Pekin”, de Boris Vian. Argelia es aquí sencillamente la tierra de la ETERNA REVOLUCIÓN.
El principal personaje masculino es una combinación de Sergio Corrieri y el poeta chiapaneco Eraclio Zepeda, ambos por razones similares.
Zepeda, colaborador del gobierno mexicano de José Luis Echeverría y más tarde político de la gleba, mantenía una pequeña habitación llena de recuerdos de sus años de estancia en Cuba. Cuando entraba allí, donde había álbumes incluso con boletos de guaguas cubanas, retrocedía a su juventud, a sus tiempos de comunista dogmático que, en su caso, fueron sus tiempos de pureza.
Nosotros pertenecimos a una generación de puros y ahí reside nuestra tragedia.
Quizás fuimos la última generación que creyó que podía cambiar el mundo y que lo podía convertir en un lugar más justo. A nuestro modo fuimos renacentistas.
Sergio fue un renacentista.


Corrieri interpretando a Edmund en “Viaje de un largo día hacia la noche”.

Cuando le conocí, en el otoño del año 1958, tenía 19 años y acababa de ganar un premio al mejor actor con el Edmund de “Viaje de un largo día hacia la noche”.
Era ya un hombre maduro a quien el mundo le pesaba en las espaldas.
Recuerdo haberlo conocido en Teatro Estudio cuando tarareaba una fuga de Bach. Ya era profesor del centro donde yo, vestida con uniforme de colegiala, iba a estudiar actuación. Yo tenía 15 años precoces.



Sergio, tal como lo recuerda la autora cuando se conocieron.

Muy en concordancia con aquellos tiempos y con Teatro Estudio, donde ser sensible era la moneda de intercambio, Sergio andaba en leotard y sin zapatos. A algunos les puede resultar difícil ver a un Pastor Vega, por ejemplo, incrustado en aquel ambiente, pero la verdad es que también lo estaba. Como lo estaban Gilda Hernández -madre de Sergio-, Roberto Blanco, Lillian Llerena, Vicente y Raquel Revuelta, Ernestina Linares (esa enorme actriz que murió tan joven), Miguel Navarro, Helmo Hernández y Miguel Barnett.
A todos nos arrastró la revolución que en un principio desató un ansia de libertad y una creatividad irrefrenables.



Durante la filmación del primer largometraje producido por el gobierno de Castro: “Historias de la revolución”; 1960.

De actor, Sergio pasó a dirigir también. Se compró una cámara Leica y comenzó a fotografiar, y a escribir. Era un hombre de gran talento que se destacaba en todo lo que acometía, por lo que muy pronto comenzó a mostrarme fotos exquisitas y escritos que recuerdo como muy interesantes.
En la relación personal no nos hubiera pasado por la cabeza ni por un instante el sernos infieles. Los hombres de nuestro tiempo llevaban collares afro al cuello que nosotras las mujeres, sus mujeres, les colgábamos como símbolo, tanto de los nuevos tiempo que ensalzaban la cultura afro-cubana, como del compromiso de nuestros hombres con nosotras en relación con ese tiempo. Eran nuestros anillos de compromiso, visibles en amarillo y verde, blanco y rojo, o incluso púrpura y marrón.



Durante la filmación de “Historias de la revolución”; 1960.

La valentía era el modus operandi. Creíamos en la racionalidad, en Edith Piaff, en la verdad a toda costa, en Pierre Henry, en Ingmar Bergman, en la libertad sexual, en Maiakovski, en Miguel Hernández y su cosmo de pastores, en Yves Montand, en el marxismo-leninismo, en Walt Whitman y en La Pasionaria....
Creíamos.
Yo me fui becada a Rumania y Checoeslovaquia y regresé en 1962 a un mundo sin Sergio, pero donde la flexibilidad de Vicentina Antuña, presidenta del Consejo Nacional de Cultura, fue sustituida por el dogmatismo de Edith García Buchaca, ese tenebroso personaje que se convirtió en la omnipresente comisaria política del organismo.
A un mundo que cambiaba, o que quizás había comenzado a mostrar su color. Un mundo donde los arribistas, aprovechados y acomodados comenzaban a echar de lado a los puros, a los que de veras se habían creído el cuento y empezaban a resultar incómodos.
El Consejo Nacional de Cultura se llenó de incondicionales, pero Sergio no se daba cuenta. O no lo quería admitir, mientras le asignaban un bello apartamento en Miramar para vivir con su madre.



Sergio Corrieri, muy en el método Stanislavski.

Así comenzó Sergio Corrieri a andar la viciada cuerda floja entre las buenas intenciones, el recuerdo del sueño de un mundo mejor, las ventajas materiales y sí, quizás también el miedo a disentir y ser separado de un Edén que nosotros mismos habíamos creado.
Yo lo vi, yo estaba allí.
Aquel ser extraordinario, extremadamente dotado, precoz, se sumó a los ciegos que no quisieron aceptar que se habían engañado con un espejismo y escogieron ser secundones de personajillos que sencillamente se aferraron al poder.
No creo que haya sido feliz con eso, pero fue la opción por la que se inclinó, y en esa opción resultó no ser lo peor: no conozco a nadie que diga que Sergio Corrieri le haya perseguido.
Aunque recuerdo sus andanzas, reales o inventadas, según él “cazando bandidos”.
A través de los años me lo encontré en México, donde almorzamos juntos a pesar de que yo ya no estaba bajo el control de los represores cubanos. Me buscó en Suecia cuando vivía allí. De vez en cuando me enviaba saludos con alguien de paso. Nunca renegó de mí.
Y me sigo preguntando si nuestra historia fue sencillamente otra historia más de juventud. ¡Es tan fácil ser joven y puro! Lo difícil es permanecerlo cuando la vida comienza a presionarnos desde todos los costados.
Sergio no aguantó la presión.
Ahora que se ha ido prefiero recordarlo durante aquellos pre-tiempos en que éramos jóvenes y puros.



Vivian Gude y Sergio Corrieri cenando en la terraza de un café en Regla, circa 1961.

22 comments:

A Cuban In London said...

Al margen de las comparaciones, Vivian, me recordaste las páginas finales de "El Amor en los Tiempos del Cólera". Ese ahínco y deseo de recordar al ser, que aunque ya no amado, ha dejado una profunda huella en uno.

Lo que más me gusta de tu recuento es el hecho de que no lo juzgas. ¡Cuán difícil es a veces dejar a un lado las concepciones y preconcepciones que nos cercan como seres humanos que somos!

Yo tuve oportunidad de conocerlo (está en mi blog) y esos pocos instantes que pasé con él como intérprete y traductor (no oficial por supuesto) de una delegación canadiense y estadounidense me dieron la impresión de estar hablando con un ser humano que no creía en posiciones como "yo soy mejor que tú" o "estoy por encima de ti".

Te refieres a los otros actores cubanos que empezaron al mismo tiempo. Es tan agradable ver los nombres de Vicente y Raquel Revuelta y Roberto Blanco de nuevo.

Gracias por este sentido y maravilloso artículo. Y gracias al señor Eúfrates por darte la oportunidad de regalárnoslo.

Saludos desde Londres

Anonymous said...

El lado humano de la gente es siempre el mas interesante,y desgraciadamente del que no se sabe casi.Sergio Corrieri transmitia serenidad e inteligencia,y es un placer siempre verlo en cualquier pelicula que hizo.

Anonymous said...

Eufrates,gracias por esta entrevista.La he disfrutado mucho.Sergio Corrieri es un actor muy querido y sera siempre recordado como uno de los rostros mas importantes del cine cubano.

Anonymous said...

Hermoso testimonio, gracias Vivian, gracias Eufrates. Recordar es volver a vivir como dicen, perdonar - si se puede- no es necesariamente olvidar, pero es algo que nosotros los cubanos que lo hemos olvidado, o nunca lo supimos, debemos empezar a aprender.

GeNeRaCiOn AsErE said...

Luego de leer este bello escrito he pensado que la vida se me escapa, que malgasto a diario mi juventud sin sacarle ese extra que mis padres tuvieron casi al alcance de sus manos. Al final me alegra el hecho de que ellos pudieron soñar con eso de ‘cambiar el mundo’ tal vez por eso no me cansaré nunca de admirarles.

Lo que no se ha dicho aun, es que en Cuba también hubo una libreta de abastecimiento para racionar ‘los ideales’ por eso nunca nos dejaron saber de la racionalidad, ni de Edith Piaff, ni de la verdad a toda costa... ni de Pierre Henry, ni de Ingmar Bergman, ni de Walt Whitman... a todos ellos tuvimos que robárnoslos ‘indisciplinadamente’ como hicimos -primero que todo- con nuestra propia libertad sexual, que nos ganamos a la sombra de las vegas de tabaco y en la ‘obligantaria’ escuela al campo.

A los pioneros por el comunismo nunca nos hizo falta ‘creer’ en algo más alto que la revolución. Sin embargo, terminamos creyendo en la trascendencia de un YO existencialista... por eso aun hoy aprendemos -de gorrión en gorrión- a vivir lejos de la casa y del barrio que no vio nacer... pagando ‘como justos por pecadores’ aquel altísimo precio de vivir sin apelaciones que nos ha hecho elegir un destino propio y pactar con el mundo para cambiar nuestra vida.

Nosotros... que fuimos los hijos de una espera demasiado larga para ser cierta, de un corazón jodido que la ERA nos parió, terminamos pareciéndonos más a nuestro tiempo que a nuestros padres.

Ellos, lo que entregaron todo por la utopía... su juventud, su país, su existencia y su familia... quisieron soñar tanto que lo hicieron por ellos y por nosotros mismos... No los culpo. ¿Cómo poder hacerlo? Si es que nadie es culpable más que de estar vivo.
Como no honrar a nuestros viejos hoy, como no reprocharles, como aprender ‘ahora’ a vivir sin tenerlos...

Saludos, tony.

Anonymous said...

Esta PRECIOSO tu articulo sobre Corrieri en el Imparcial. Esta muy bien escrito, muy delicado y muy artistico. Una magnifica descripcion de lo que fue esa epoca al principio de lo que pronto degenero en una diabolica tirania. Tu articulo es un "period piece" magnificamente recreado incluyendo los accesorios (los collares y los apartamentos en Miramar). MIS FELICITACIONES. Las fotos de epoca son muy interesantes, especialmente la que tu apareces en el esplendor de tu juventud en un cafe en Regla. Que pena el no haberte conocido en esa epoca, aunque ahora soy el afortunado en conocer a una mujer de tu inteligencia y talento.

Agustin Blazquez, Cineasta

Anonymous said...

Este es el Imparcial que me gusta mas, Eufrates, el del amor, la tolerancia, el disentir, pero con decencia, sin insultos, sin ofensas...

Oye, by the way, que parejita mas cute hacian Corrieri y la Gude, ay juventud divino tesoro! como dice el poeta...

Anonymous said...

Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Anonymous said...

Eufrates, no soy cubano pero vi la pelicula "Memorias del Subdesarrollo", y el Sr. Corriere estuvo magistral. Leyendo algunos blogs linked al suyo, he visto como su figura es tratada con mucho respeto, a pesar de haber sido parte del gobierno. El texto de su ex novia me ha llegado bien profundo. Gracias a usted y a su autora por permitirme conocerlo desde otro angulo.

Anonymous said...

Vivian: maravilloso tu artículo sobre Sergio Corrieri. Me conmueve la mirada tierna con que muestras una época y a un gran actor. El hombre joven que vemos en esas fotos tan lindas, y tú junto a él, me recuerdan lo mejor del ser humano; el amor. Y también la energía de una época que, a pesar de los pesares, estuvo llena de sueños. Unos despertaron a tiempo, otros, nunca. Pero no por eso dejaron de ser grandes artistas.

Gracias por tender puentes entre la memoria y el olvido. Y por mostrarnos que el corazón de Cuba vibra en cualquier orilla.

Tu artículo es lo mejor que he leido en los últimos tiempos.

Bendiciones desde Texas,
Belkis Cuza Malé

www.belkiscuzamale.blogspot.com
www.lacasaazulcubana.blogspot.com
www.lacasaazul.org

GaviotaZalas said...

Felicidades por este Post.
Gracias por compartir tan bellos recuerdos que nos ayudan a acercarnos a una generación tan importante ,Y llena de contrates en nuestra historia. saludos

Anonymous said...

excelente post, eufrates, otra visión sobre una de las primeras figuras de la actuación en cuba, aunque no estemos de acuerdo con su filiación política. gran trabajo.

Al Godar said...

No puedo añadir nada nuevo.
Excelente articulo.
Gracias a Vivian y a Eufrates.
Saludos,
Al Godar

Yo soy Medea said...

Es el sentimiento del amor despues del amor. Solo una gran dama, alguien con un corazon grande puede escribir de esa manera tan dulce y tan veraz. Ha sido un lindo amanecer leer este post. Gracias a Eu y a Vivian.

Tesari said...

Gracias por exponer este recuerdo sencillamente
apasionado.

Alfredo Triff said...

Bella semblanza, Vivian. Que se repitan.

La Gude said...

Me ha conmovido ver cómo una expresión tan personal e íntima ha encontrado resonancia en seres tan disímiles e incluso tan separados por los años. Me ha tomado totalmente por sorpresa. Me hace pensar que he tocado una cuerda sensible en muchos. A todos gracias por sus hermosas palabras, por su aportación a un diálogo a través de las fronteras y las generaciones.
Y, sobre todo, gracias por apreciar lo que me urgía tanto comunicar.

Vivian

Aguaya said...

Vivian, se lee en todo su escrito que lo amó mucho. Gracias por dejarnos conocer más acerca de tan formidable actor y persona, y por esas interesantísimas fotos que nos acercan más a Sergio.
Eu, gracias a ti por presentarnos nuevamente a Vivian, esta vez con tan hermosas memorias.

Karamchand said...

Antes de que arremetan, vivo en Cuba, considero al gobierno dictadura y cada día, me veo afectado directamente por esa dictadura. Cuando leí la muerte de Corrieri, recordé sobre el Escambray los cientos de campesinos desalojados y desrraigados por la dictadura, envíados a un lugar tan distante como lo es Pinar del Río, en específico Güanes, San Juan y Martínez y Sandino, ¿la causa?, apoya a los que se alzaron contra el gobierno, eso es lo más importante con que relaciono el Escambray, antes de conocer lo que he relatado antes, quizás fuese Corrieri lo relacionado a ese macizo montañoso, quizás, si viviere fuera de Cuba, cuando ha pasado el tiempo, tuviera un criterio menos prejuiciado sobre Corrieri, quizás, si no sufriera directamente la dictadura, hasta tuviese palabras de elogio por sus actuaciones en los silencios, los de el serial y los de él, pero esos son quizás; lo real, y sí juzgo, es que Corrieri como tantos otros, los Silvios, los Milanés, etc, han sido y son (los que sobreviven, por supuesto) sostenedores, amanuenses, acólitos de la dictadura. Más desgraciado aun, si en vida no enderezó su camino. Tengo un familiar fiscal, que en varias oportunidades me han querido acercar a él en persona y como persona de inteligencia me han querido presentar, mi única respuesta y es la misma, es, que si este familiar hubiese tenido que cursar su obligado servicio social como fiscal, lo entiendo; pero haberse mantenido en tan indigna profesión, eso no lo entiendo ni lo justifico. Y es bueno recordar, que mientras más se encumbra en esta dictadura una persona, más han sido sus crímenes y su participación en la brutal represión. Sí, seguro, en años, será recordado en una Cuba libre con el apostillo después de describir sus habilidades de que colaboró con la dictadura que por 50 años trasegó sus crímenes en Cuba, así es la historia, muy buen escrito, memorias al fin, pero me sentí obigado a poner mi comentario, pues soy doliente, no en su muerte, soy doliente diario de un ciudadano en una dictadura.

Eufrates del Valle said...

Estimado karamchand, gracias por su comentario. Muy valido, ya que es el punto de vista de alguien que no puede hacer separaciones en tiempo y distancia como quienes vivimos hace tiempo fuera del pais. Toda mi admiracion hacia usted por su magnifico blog Bitacora Cubana.

Juan de los Palontes said...

El señor Sergio Corrieri, no hay que olvidarse, fue además de director del ICAP desde 1990, miembro desde 1980 del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, diputado dela Asamblea Nacional, miembro del Consejo del Estado, fue también en los peores momentos del pavonato (represión contra los intelectuales) vicepresidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), y además durante esa época jefe del Departamento de Cultura del Comité Central del PCC.
Aquí reproduzco el homenaje del propio Fidel Castro a Corrieri:


Rindió Fidel Castro homenaje póstumo a Sergio Corrieri
“De él aprendí cuando visitaba las bellas montañas del centro de la Isla. Admiraba sus principios”, subraya Fidel Castro en una reflexión intitulada La marcha prematura, divulgada hoy.
Prensa Latina transmite a continuación el texto íntegro:
Reflexiones del compañero Fidel
La marcha prematura
Sergio se nos fue. Escuché por televisión hace un rato las noticias sobre la incineración de su cadáver. Era mucho más joven que yo. Si tuviéramos una mayor cultura sobre la salud quizás no se habría marchado tan pronto. De él aprendí cuando visitaba las bellas montañas del centro de la Isla. Admiraba sus principios. Estoy seguro de que no le habría gustado que sus cenizas reposaran en el cementerio de la capital. Ojalá que sus familiares o quienes tengan ese derecho, decidan colocarlas en algún bosque del Escambray, donde un árbol crezca junto a su memoria. Aceptaré cualquier decisión con sincera honestidad.
Fidel Castro Ruz
1º de marzo de 2008
8 y 39 p.m.
fgg/ale PL-9

ivette2055 said...

Vivian te envidio pero de forma buena,yo daria la juventud que tengo por haber tenido un romance con Sergio ,es mi amor platonico ,no hay un dia que no piense en el ,tu tuviste esa suerte y es hermoso que recuerdes con dulzura el tiempo que estuvieron juntos,espero que en otra vida nos encontremos y poder vivir con el lo que no pude en esta.Lo amo tal como era ,con sus ideas acertadas o no asi me cautivo y lo llevare en mi corazon hasta el fin de mis dias.